Análisis de los actos humanos desde una perspectiva ética y moral

ACTOS HUMANOS.

Introducción.

El ser humano ejecuta una serie de actos desde la perspectiva real donde él se encuentra con uso pleno de sus facultades consciente de cualquier acción ya que estas se componen de idea, voluntad, finalidad y libertad de escoger con decisión, ya que estás si pueden ser juzgadas como buenas y malas a excepción de los actos del hombre los cuales son fisiológicos por tal motivo estos no pueden ser juzgados como amoral.

El acto humano el que procede a la voluntad libre con la advertencia del bien o del mal que se hace, los actos, acción conducta corresponden al actuar humano por lo tanto al campo de la moral por esto tienen un significado ético. (Garcia, 2007, pág. 85).

Según (Gustavo Escobar, 2000, pág. 50) Los actos humanos son aquellos que se realizan en forma libre y consciente y que, por tanto, desde el punto de vista moral, son susceptibles de ser buenos o malos. Estos actos humanos, como podrían ser el declarar algo verdadero o falso, ayudar a una causa noble cumplir con nuestro deber etc., constituye lo esencialmente humano de ahí el nombre de actos humanos ya que son acciones que el ser humano solamente realiza. En este tipo de actos juegan un papel decisivo la voluntad.

Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos. El obrar es moralmente bueno cuando las elecciones de la libertad están conformes en el verdadero bien del hombre y expresan así la ordenación voluntaria de la persona hacia su fin último.

Cualquier acto humano es educativo si contribuye positivamente a la autorrealización de la persona. En otras palabras, si es un factor que refuerza la posibilidad de que un sujeto alcance el bien el mundo real en que vive y se pueda complacer en la conciencia del bien alcanzado. (Hoz, 1993, pág. 138).

Desarrollo.

Cuando se afirma que el acto humano contiene un valor moral puede ser de signo positivo o de signo negativo. Trabajar tiene un valor moral positivo, pero asesinar tiene un valor moral negativo. El valor moral negativo suele designarse con la palabra inmoral. El ser humano tiene la facultad de actuar en consideración de un fin o intención. Es decir que cualquier acto humano razonado lo podemos dividir en tres partes la intención del fín, la elección de los medios, y la ejecución del acto.

El hombre es responsable de sus actos, porque él es consciente de su realización, conoce y quiere, y es aquí cuando estos son sujetos de moralidad, porque son estos los que transmiten la bondad o malicia del que lo realiza. Es decir que para que la acción sea catalogada como buena o mala la división del acto humano seria:

• Bueno o lícito; si está relacionado con la ley moral. Por ejemplo, ayudar al que lo necesita.
• Malo o ilícito, cuando no está re adicionado y es contrario a la ley moral. Por ejemplo, robar, mentir, calumniar.
• Indiferente, cuando no es ni bueno, ni malo. Como: Cantar, hablar

Tenemos dos elementos de todo acto humano que exige de las facultades espirituales, Inteligencia y Voluntad. la advertencia en la inteligencia y el consentimiento en la voluntad se convierten en los elementos del acto humano.

• La advertencia: le permite al hombre percibir la acción que va a realizar o está realizando. En todo acto humano se da necesariamente esta advertencia, así uno que actúa estando distraído que no advierte lo que hace no realiza un acto humano
•  El consentimiento: Lleva al hombre a querer realizar un determinado acto, buscando un fin. (Rodríguez Luño, 2005)

Conclusión.

Hemos llegado a la conclusión de que conforme va pasando el tiempo el acto humano se inclina más hacia lo catalogado como malo o ilícito nos hemos vuelto más superficiales al mundo actual y a lo que nos ofrece, es decir que estos actos llevan consigo consecuencias como un mundo lleno de violencia, de desigualdad, pobreza, enfermedades, miseria humana, guerras y un sinnúmero de actos más repudiables. sin embargo, en nosotros que integramos esa sociedad sujetemos nuestros actos consientes y libres a normas que nos constituyan desde adentro como hombres de bien capaces de irradiar bondad, nobleza, sinceridad y justicia.

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