Beddle El Bardo
alexisfdo23 de Abril de 2013
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Introducción
Cuentos de Beedle el Bardo es una colección de relatos infantiles para magos y brujas. Se
trata de historias muy populares desde hace siglos; para muchos alumnos de Hogwarts, «El
cazo saltarín» y «La fuente de la buena fortuna» son tan familiares como
«La Cenicienta» y «La Bella Durmiente» para los niños muggles (no mágicos).
Las historias de Beedle se parecen a nuestros cuentos de hadas en muchos aspectos. Por
ejemplo, la virtud a menudo tiene recompensa; y la maldad, castigo. Sin embargo, hay una
marcada diferencia. En los cuentos de hadas de los muggles, la magia suele ser la causa de
los problemas del héroe o la heroína: la bruja malvada ha envenenado la manzana, ha
sumido a la princesa en un sueño de cien años o ha convertido al príncipe en una bestia
espantosa. En los Cuentos de Beedle el Bardo-, en cambio, los héroes y heroínas saben
hacer magia, pero aun así les resulta tan difícil como a nosotros resolver sus problemas. Las
historias de Beedle han ayudado a muchas generaciones de padres magos a explicar a sus
hijos esta dolorosa realidad: que la magia, además de solucionar problemas, también los
ocasiona.
Otra diferencia destacada entre esas fábulas y sus equivalentes muggles es que, a la hora de
buscar la fortuna, las brujas de Beedle son mucho más diligentes que las heroínas de
nuestros cuentos de hadas. Asha, Altheda, Amata y Babbitty Rabbitty son brujas que se
encargan personalmente de perseguir su destino, en lugar de echarse una larga siesta o
esperar a que alguien les devuelva el zapato que han perdido. La excepción a esta regla
—la doncella sin nombre de «El corazón peludo del brujo»— observa un comportamiento
más parecido al de las princesas de nuestros cuentos infantiles, pero el relato no concluye
con ningún «y comieron perdices».
Beedle el Bardo vivió en el siglo XV y gran parte de su vida está rodeada de misterio.
Sabemos que nació en Yorkshire, y el único grabado suyo que se conserva revela que lucía
una barba hermosa y abundante. Si sus historias reflejan fielmente sus opiniones,
simpatizaba bastante con los muggles, a los que no consideraba malvados sino sólo
ignorantes. Desconfiaba de la magia oscura, y creía que los peores excesos de la raza
mágica provenían de rasgos tan humanos como la crueldad, la apatía o el uso arrogante de
sus habilidades. Los héroes y heroínas que triunfan en sus historias no son los que poseen
la magia más poderosa, sino los que demuestran mayor bondad, mayor sentido común y
mayor ingenio.
Un mago de nuestro tiempo que tenía unas opiniones muy parecidas a las suyas era, por
supuesto, el profesor Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, Orden de Merlín (Primera
Clase), director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Jefe Supremo de la
Confederación Internacional de Magos y Jefe de Magos del Wizengamot. Pese a esa
similitud de puntos de vista, supuso una sorpresa descubrir una serie de notas sobre los
Cuentos de Beedle el Bardo entre los numerosos papeles que Dumbledore legó en su
testamento a los Archivos de Hogwarts. Nunca sabremos si esos comentarios los
escribió para su propia satisfacción o con intención de publicarlos; con todo, la profesora
Minerva McGonagall, actual directora de Hogwarts, ha tenido la deferencia de permitirnos
imprimir las notas del profesor Dumbledore junto a la nueva traducción
de los cuentos, obra de Hermione Granger. Esperamos que los comentarios del profesor
Dumbledore, que incluyen observaciones sobre la historia del mundo mágico, recuerdos
personales e información esclarecedora
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