DEFINICIÓN DE ÉTICA
changoris11 de Diciembre de 2012
626 Palabras (3 Páginas)544 Visitas
DEFINICIÓN DE ÉTICA
“Ética” deriva de la palabra griega ethos. Hay dos significados de “ética” en el lenguaje griego que revelan dos modos de entender y explicar el comportamiento moral de las personas:
a) Êthos : significaba “carácter”, “modo de ser”. Este es el sentido que tiene la palabra “ética” en los poemas de Homero (s. -IX o -IIIV), Iliada y Odisea .Según este modo de entender la ética, el comportamiento moral depende del “carácter” o “modo de ser” de las personas. El “carácter” o “modo de ser” está determinado por la herencia (genética o social) y, por tanto, no se puede cambiar. Así, pues, las normas y los valores morales son inmutables.
b) Posteriormente (s. -V), éthos significó “uso”, “costumbre”, “hábito”. Con este sentido aparece la palabra “ética” en los escritos de la sofística, de Platón, de Aristóteles... Según esta manera de entender la ética, el comportamiento moral depende de los hábitos o costumbres. Los hábitos o costumbres son producto del acuerdo social y, por tanto, se pueden modificar mediante nuevos acuerdos sociales. Además como los hábitos o costumbres los aprendemos, necesitamos de la educación moral para adquirir hábitos de
“buen” comportamiento.
Bibliografía
http://www.nodo50.org/filosofem/IMG/pdf/etica1c.pdf
¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE ÉTICA Y CIENCIA?
Hay tres enfoques diferentes, aunque relacionados, respecto a la ética en ciencia. En primer lugar, dado que la distinción entre ética y ciencia se ha expresado con frecuencia como la distinción entre hechos y valores, hay análisis que tratan de salvar ese hiato, bien argumentando el "hecho" de que los seres humanos tienen y necesitan valores, o bien manteniendo que la promoción de la investigación de los hechos científicas es en sí misma un "valor". En segundo lugar, algunos enfoques exploran la ética profesional de la práctica científica, por ejemplo, los principios morales y valores de los científicos en tanto que científicos. En tercer lugar, otro enfoque argumenta que debido al impacto social de la ciencia moderna, los científicos deberían adoptar alguna forma de ética social, entrando así en el campo del análisis de la política pública.
Si dejamos de lado el primer enfoque, que tiende a ser fundamentalmente teórico, el segundo y el tercero pueden describirse, respectivamente, como un análisis internalista y otro externalista sobre la ética en ciencia. Con respecto a los enfoques internalistas, el sociólogo Robert K. Merton identificó en 1940 lo que denominó el "ethos de la ciencia" o un "complejo de valores y formas que [son vividos] como imperativos para el hombre de ciencia". Cuatro principios se suponen centrales en este ethos: el universalismo o compromiso con la objetividad; el comunismo o la disposición a compartir el conocimiento; el desinterés, estrechamente relacionado con el universalismo y la objetividad; y el escepticismo organizado. Merton suponía que los científicos, especialmente en las sociedades democráticas, se rigen en general por estos ideales.
Durante la Segunda Guerra Mundial y la posterior guerra fría, la existencia de tal ethos fue con frecuencia esgrimida para defender la imposibilidad de que los regímenes fascistas o comunistas pudiesen promocionar la ciencia y beneficiarse de ella. En efecto, la oposición de científicos como Albert Einstein a la Alemania nazi o la crítica de Andrei Sajarov a la Unión Soviética fueron consideradas como una confirmación de este análisis. Además, en respuesta a las críticas de la ciencia por la creación de armas nucleares y su contribución a la contaminación ambiental, apologistas como Mario Bunge han defendido una distinción radical entre ciencia y tecnología. Para Bunge, la
...