EL tunel (CONSECUENCIAS DEL AMOR)

LO PARTE MALA DEL AMOR

En la novela “El túnel” de Ernesto Sábato conocemos al personaje principal Juan Pablo Castel quien nos relata una extraña, pero no muy alejada de la actual forma de expresar el sentimiento del amor que tienen las parejas. Frank Tallis afirma que “Cuando nos enamoramos caemos en un estado muy similar a una enfermedad mental, según evidencian la biología y la psicología”.

“El amor en un vínculo fuerte entre dos personas que ha ido evolucionando con el tiempo. Cuando una relación va bien, los beneficios emocionales superan con creces el coste emocional, por lo que podemos decir que sí, que vale la pena. Pero, claro está que no todas las relaciones tienen el mismo éxito, y cuando una sale mal, las consecuencias pueden ser desastrosas.”

El psicólogo clínico Frank Tallis propone que “si hacemos un escáner del cerebro de una persona enamorada, veremos que su actividad es equivalente a la de un adicto o un obeso patológico. Y cuando este enamoramiento se cura, pueden ocurrir dos cosas: a) que el asunto termine mal, lo que suele tener resultados catastróficos, o b) que acabe bien, dejando paso al amor sano o maduro”.

“El amor no es sumisión ni dominancia, sino libertad y autonomía”. “No debe confundirse con la dependencia, pues en “el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos”. El “amor maduro” se plasma en una pareja cuando cada uno conserva “la propia integridad, la propia individualidad”. Plantea Erich Fromm

Con las afirmaciones que ambos pensadores realizaron sobre el amor, se puede saber que desde un principio el sentimiento que plantea Ernesto Sábato entre la pareja de su libro “El Túnel” no iba funcionar o terminaría en algún “resultado desastroso”. Esto es así, por varios factores, uno importante es el que expone Fromm no existía esa “libertad y autonomía” mucho menos “un amor maduro” donde existe “propia individualidad” y el propio Juan Pablo Castell lo afirma en la p. 134 “Ahora que puedo analizar mis sentimientos con tranquilidad, […] siento que, en cierto modo, estoy pagando la insensatez de no haberme conformado con la parte de María que me salvó (momentáneamente) de la soledad. Ese estremecimiento de orgullo, ese deseo creciente de posesión exclusiva debía haberme revelado que iba por mal camino, aconsejado por la vanidad y la soberbia”.

Otro factor que no permitiría que la relación funcione es el de no superar una fase de enamoramiento previo, donde la pareja se empieza a conocer poco a poco, además la relación se originaba en un contexto de mentiras, donde María Iribarne se empieza a encontrar con el protagonista, aún manteniendo su relación con Allende, un hombre ciego con el que estaba comprometido.

Por último, un factor no mucho menos importante que los anteriores, y uno

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