Educacion Y Dia Del Maestro

"(Los educadores y educadoras) intervenimos en el mundo a través de nuestra práctica concreta, intervenimos en el mundo a través de la responsabilidad, a través de la intervención estética, cada vez que somos capaces de expresar la belleza del mundo. Justamente en la medida que nos tornamos capaces de intervenir, capaces de cambiar el mundo, de transformarlo, de hacerlo más bello o más feo, nos tornamos seres éticos (...) la tarea fundamental de educadores y educadoras es vivir éticamente, practicar la ética diariamente con los niños y los jóvenes. Lo importante es el testimonio que damos con nuestra conducta. Porque inevitablemente cada clase, cada conducta es testimonio de una manera ética o no de afrontar la vida.” - Paulo Freire (en el libro "El Grito Manso")

Un día del maestro y la maestra plantea, a la luz de la frase (y la obra) de Freire, la importancia del testimonio que damos con la acción que pretendemos realizar. Esto no significa que tengamos que reivindicar los discursos que ponen a la profesión como quienes son salvadores del mundo o con la "vocación" de la docencia (en clave de una tarea martírica). Sino con la acción política de relacionarnos con sujetos y sujetas con la disposición de querer aprender y aprehender los códigos de una sociedad compleja y (por hoy) con más desigualdades que otra cosa.

Entonces nuestra práctica debe ser necesariamente de puesta en crítica hacia aquello que nos hace parte. De una posición política que sea honesta con aquello que representamos y queremos construir.

Si no pensamos que el aprendizaje puede (y debe) ser emancipador, entonces nuestro rol se limita a de reproducir la imposiciones de la sociedad actual. Sociedad por lo demás capitalista, individualista y egocéntrica. Ejercicio que no se diferenciaría de cualquier acción que imponga a fuerza y fuego cualquier ser que se sienta superior.

¿Queremos eso?

No. No lo creo. Porque las revoluciones han nacido al amparo de la acción pedagógica de un espacio en donde quienes hayan actuado de educadores y educadoras han integrado los valores de quienes hayan estado en la posición de educandos. Integrando su realidad y actuando de generadores de dudas con la promesa de respuesta a modo de acción popular.

Hoy es el día del maestro y la maestra. Pero el día es el día a día de la acción pedagógica frente a un sistema que sigue queriendo ponerle correa a la indomable acción de la docencia por generar sujetos y sujetas cada vez más críticos, cada vez más libres.

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