El Aborto

INTRODUCCION

“Ante la norma moral que prohíbe la eliminación directa de un ser humano inocente, no hay privilegios ni excepciones para nadie”

Juan Pablo II

Buenas tardes, apreciable maestra Sonia Elsa Covarrubias Bazúa, compañeros estudiantes y demás publico que nos acompaña, les saluda su servidora Vega Villegas Anna Gabriela actualmente estudiante de segundo semestre grupo 221 en nuestro instituto tecnológico de los Mochis. Es un privilegio para mi estar en esta tribuna de manifestación que me otorga la materia de Comunicación Humana para hablarles de un tema muy polémico “EL ABORTO” un tema que concierne a toda la comunidad y sobre todo un hecho criminal que no debe ser aceptado en ningún país del mundo.

DESARROLLO

Mama...ayúdame! ¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito y no me puedo defender?

El aborto es un problema social muy arraigado en nuestra historia que se vino dando con las tribus del mundo antiguo. La palabra aborto viene del latín Abortus que significa: Ab=mal, Ortus= nacimiento, es decir parto anticipado o nacimiento antes del tiempo.

Desde el año 2007 el aborto es válido en el Distrito Federal, mientras que en los estados de la república sólo es legal bajo ciertas circunstancias como cuando el embarazo es resultado de una violación, si el aborto es provocado accidentalmente, cuando se pone en riesgo la vida de la mujer y el producto tiene malformaciones graves. Siempre y cuando se realicen dentro de las primeras doce semanas de gestación.

Los casos anteriores tienen razones médicas y psicológicas para sustentar el apoyo al aborto. Por el contrario, yo les planteo una situación muy conocida: Embarazo de adolescente y no deseado. ¿Es correcto apoyar el aborto en una situación así?

Yo les doy razones para no apoyarlo. En primer lugar, ¿qué clase de seres humanos se cree esa pareja para decidir quién vive y quién no? Si pudiéramos decidir, habría muchos asesinatos en el planeta. Y el aborto es eso, un homicidio, un homicidio a tu propio hijo, a tu propia sangre y como todos merece vivir ya que el no pidió ser engendrado y no puede defenderse.

¿Por qué ese nuevo ser debe de pagar por nuestros errores?

¿Por un descuido?

¿Por la ignorancia?

¿Por el hecho de no ser capaz de reaccionar ante las posibles consecuencias?

Tantas mujeres desean tener un hijo, tan sólo uno; y otras que tienen la oportunidad, se dan el lujo de deshacerse simplemente de él.

Por

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