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Frases Burocraticas


Enviado por   •  26 de Junio de 2015  •  1.899 Palabras (8 Páginas)  •  220 Visitas

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Muchas personas preferimos referirnos al budismo más como una filosofía de vida que como una religión. El budismo es una de las religiones más antiguas que aún se practica por unos 200 millones de personas en todo el mundo.

¿Cuál es el secreto de esta filosofía?

Lo que ha facilitado que esta filosofía o religión perdure a lo largo del tiempo y continúe ganando seguidores es la sencillez en como trasmiten mensajes llenos de sabiduría que permiten mejorar realmente nuestra calidad de vida.

Para su entendimiento e integración de significado no tenemos por qué hacernos seguidores de esta religión. Tan solo es necesario abrir nuestro corazón y llevar a cabo una apertura mental con ilusión.

Hoy os presento las mejores 10 frases budistas que te cambiarán la vida:

-El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Teniendo en cuenta que a las personas solo nos puede dañar aquello a lo que le damos importancia, evitar el sufrimiento inútil puede consistir simplemente en dar un paso atrás, desligarse emocionalmente y ver las cosas con otra perspectiva.

Lleva práctica y tiempo, pero merece la pena llevar a cabo este gran aprendizaje. Como guía para ello, otra frase budista nos da una pista de como comenzar: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”.

-Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora. Solemos pensar solamente en el pasado o estar excesivamente preocupados por el futuro. Esto nos lleva a no vivir el momento y que nuestras vidas pasen de largo sin ser conscientes. El budismo nos enseña el aquí y ahora. Por tanto, debemos aprender a estar plenamente presentes, a disfrutar de cada momento como si fuera el único.

-Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno. Para encontrar un verdadero estado de bienestar es imprescindible que mente y cuerpo estén en un equilibrio. No centrarnos demasiado en el aspecto físico o, por el contrario, en el aspecto interior nos ayudará a sentirnos más plenos y conscientes del aquí y ahora, facilitándonos una plenitud emocional más rica.

-Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo. Para encontrar nuestra paz interior, tenemos que ser conscientes de nuestros potenciales personales y aprender a saber dosificarlos, así como nuestros recursos. De esta forma viviremos un auténtico crecimiento y evolución.

-No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo. Se trata de una de las máximas del budismo que nos permite eliminar casi todas las leyes y mandamientos morales actuales en nuestra sociedad. Teniendo parecido significado con la frase “no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen a ti” , esta quinta reflexión va mucho más allá ya que consiste en un profundo conocimiento de nosotros mismos y una gran empatía para/con los demás.

-No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita. Nuestro deseo de tener más, tanto en el plano material como el emocional, es la principal fuente de todas nuestras preocupaciones y desesperanzas. Su máxima se basa en aprender a vivir con poco y aceptar todo aquello que nos brinda la vida en su momento. Ello nos llevará a una vida más equilibrada, reduciendo el estrés y muchísimas tensiones internas.

El hecho de desear más cosas a menudo solo indica falta de seguridad, que nos sentimos solos y necesitamos llenar esos vacíos. Sentirnos a gusto con nosotros mismos permite dejar atrás la necesidad de no tener que demostrar nada.

-Para entender todo, es necesario olvidarlo todo. De pequeños estamos en continuo aprendizaje. Nuestro mapa mental aún no está diseñado lo cual nos hace abiertos a “todo” y a la capacidad de entender cualquier cosa. No sabemos juzgar.

Pero a medida que crecemos nuestra mente se llena de condicionamientos y normas sociales que nos indican cómo debemos ser nosotros mismos, como deben ser las cosas, cómo debemos comportarnos e incluso qué debemos pensar interiormente. Nos volvemos inconscientes con nosotros mismos y nos perdemos.

Para cambiar y ver las cosas desde una perspectiva más sana para nosotros, tenemos que aprender a desligarnos de las creencias, hábitos e ideas que no provienen de nuestro corazón. Para ello, esta frase budista nos servirá para comenzar el proceso: “En el cielo no hay distinciones entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en su mente y luego piensan que son verdad”.

La psicología del rencor

Dos hombres habían compartido injustamente una celda en prisión durante varios años, soportando todo tipo de maltratos y humillaciones. Una vez en libertad, se encontraron años después. Uno de ellos preguntó al otro: – ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros? – No, gracias a Dios ya lo olvidé todo – contestó – ¿Y tú? – Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas – respondió el otro Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo: – Lo siento por ti. – Si eso es así, significa que aún te tienen preso. (Fabula)

El rencor, es un sentimiento de enfado profundo y persistente; un resentimiento arraigado que desequilibra y enferma el cuerpo y la mente. El origen del rencor puede deberse a varias razones (insulto, abuso de confianza, engaños, ofensas, maltratos). El resentimiento se va acumulando hasta que finalmente se convierte en deseo de venganza. Todos lo hemos padecido en alguna ocasión, adoptando a veces un comportamiento que va en contra de nuestra verdadera personalidad, para soportar los desequilibrios, y angustias que este sentimiento genera. Generalmente, todos vivimos fieles a nuestros patrones de conducta, pero estos no siempre coinciden con las conductas de los demás.

Donde algunos ven una ofensa imperdonable, otros pueden considerarla como algo exento de importancia. Y aunque el acto ofensivo en sí haya sido el mismo, recibirá menos daño aquel que piense que menos importante ha sido.

Si sientes que alguien te ha maltratado injustamente, es la vida quien lo ordenará, pero uno no debe convertirse en juez, solamente debemos de ser responsables de nosotros mismos, modificando los patrones de asociación, teniendo en cuenta de que si alguna persona nos defrauda, no significa que las demás personas también vayan a engañarnos. Nosotros somos únicos, no cometamos el error de intentar que otros piensen como quisiéramos. Nunca la otra persona podrá ser como necesitamos que sea, y existen por tanto numerosas

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