“LA MUERTE” POR FERNANDO SAVATER

“LA MUERTE” POR FERNANDO SAVATER

Indefectiblemente vamos a morir, es algo que sabíamos de antemano; pero, según Savater, en el momento que nos percatamos de esto es cuando nos podemos llamar seres realmente humanos, seres mortales. Y tal como Octavio Paz enuncia en su Laberinto de la Soledad “nuestra muerte ilumina nuestra vida”, en el momento que somos conscientes de nuestra muerte, es cuando las acciones que llevaremos a cabo, toman más realce, ya que advertimos que nuestra vida es única e irrepetible.

Tomás de Aquino manifestaba que la muerte era la más grande de las desgracias humanas simplemente por el hecho de que con ella se acaba la vida; sin embargo, si la muerte es algo inevitable y nos humaniza, ¿Por qué habría de aborrecerla?, irónicamente la muerte le da sentido a nuestra vida, le da un orden, un inicio y un fin, lógicamente al no saber qué es estar muerto en carne propia se crea cierta incertidumbre en cuánto a qué nos sucederá cuando finalmente hayamos muerto. Cabe recalcar que El filósofo Michael de Montaigne Expresó “Dice Cicerón que el filosofar no es otra cosa que prepararse para morir, Quitémosle lo raro, acerquémosla a nosotros, acostumbrémonos a ella, no tengamos nada tan a menudo en la cabeza como la muerte”, con ánimo de destacar que debemos acostumbrarnos a la muerte

Retornando al ¿Qué nos sucederá después de la muerte?, leyendas antiguas han respondido a esta interrogante e incluso la religión, que ha servido para dar sentido a la muerte, pero solo nos explican su inevitabilidad, ¿Existirá ´vida´ después? ¿Estaremos mejor?, son algunas de las cuestiones que nos hemos llegado a plantear, a pesar de esto los verdaderos filósofos han aprendido a aceptarla tal cual es, un misterio absoluto.

A fin de cuentas, ¿No es filosofar aprender a morir, como decía Platón en boca de Sócrates?, es por esto que, es de esta manera que aprenderemos a vivir, y vale la pena recordar que la utilidad de la vida no se mide en el tiempo si no en el uso.

“POR QUÉ NO SOY CRISTIANO” POR BERTRAND RUSSEL

Para empezar,  ¿Qué es un cristiano? la palabra cristiano ha dejado de tener el peso que alguna vez tuvo como por ejemplo en los tiempos de San Agustín y Santo Tomás de Aquino, en los cuales, una persona era considerada cristiana cuando seguía al pie de la letra los preceptos y creían en los credos descritos en la biblia. Pero actualmente, un cristiano es simplemente una persona que trata de vivir honradamente y tiene cierto grado de creencia a los mandatos enunciados en la biblia.

Russel para explicar la razón por la que no es cristiano, nos muestra cómo las declaraciones que ha hecho la Iglesia a lo largo del tiempo, no tienen un sustento real, evidencian una carencia en el supuesto carácter divino de  Dios, e incluso Cristo, demuestra una actitud similar a los predicadores cuando la gente no lo escuchaba, actitud muy diferente a la que practicaba el recordado Sócrates; además de promover una doctrina de crueldad; y para establecer estos argumentos no usa más que lo que se nos ha dicho de Dios y de Cristo.

También alega que muchas personas son cristianas por el hecho que desde pequeños se les ha inculcado así y estudios muestran que nuestra infancia, por más que no lo queramos, tiene gran impacto en la formación de nuestro pensamiento y desarrollo; para esto ejemplifica con Karl Marx, que a pesar de ser un gran intelectual, no pudo librarse de los efectos que la niñez acarreó en él. Otra de las razones es la necesidad de las personas de sentirse protegidos, es por eso su deseo tan ferviente de que exista y por último el factor emocional, porque algo que no podemos negar es el impacto que aún tiene la iglesia en la opinión de muchas personas; así que puede ser utilizado para “controlar” a las masas.

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