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La Celestina


Enviado por   •  8 de Marzo de 2014  •  Exámen  •  4.425 Palabras (18 Páginas)  •  178 Visitas

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La Celestina

El texto y el autor

La Celestina, una de las cumbres de la literatura española, ha planteado grandes interrogantes a los estudiosos acerca del sentido de la obra, de lo abrupto de su inicio o de la procacidad de algunas de sus escenas, e incluso acerca del autor. Por lo tanto, se han dado multitud de opiniones e interpretaciones.

Existen dos versiones de la obra: la Comedia (16 actos) y la Tragicomedia (21 actos). La primera edición conservada de la Comedia es la de Burgos, publicada en 1499. En 1500 aparece la edición de Toledo, donde se añaden los argumentos y que lleva por título Comedia de Calisto y Melibea. Esta edición incluye, además, un argumento general, unos versos acrósticos que señalan a Fernando de Rojas como autor de la obra, una carta del autor a “un su amigo” y los versos finales del editor, Alonso de Proaza.

La primera edición española de la Tragicomedia de Calisto y Melibea es la publicada en Zaragoza en 1507. La Tragicomedia presenta bastantes cambios e interpolaciones con respecto al texto de la Comedia e incluye el denominado Tratado de Centurio (debido a la aparición de este personaje), que está formado por cinco actos que se insertan entre el XIV y el XV de la Comedia. En definitiva, la Tragicomedia consta de veintiún actos.

La obra, que obtuvo un gran éxito, fue reeditada y traducida a casi todos los idiomas europeos. Por otra parte, la importancia de Celestina llevó a que la obra fuera pronto conocida por su nombre.

Después de mucha controversia, la crítica parece haberse puesto de acuerdo en admitir que, como dicen los acróstricos y la carta a un amigo, el autor de toda la obra, con excepción del acto I, es Fernando de Rojas. El bachiller Fernando de Rojas, descendiente de conversos, nació en la Puebla de Montalbán (Toledo) en la década de 1470 y estudió derecho en Salamanca. Posteriormente se trasladó a Talavera de la Reina, donde llegó a ser alcalde; allí se casó, tuvo ocho hijos y murió en 1541. De entre los bienes que dejó al morir, destaca su biblioteca, que contaba con libros de Petrarca, así como autores españoles y latinos.

El género

Tanto Rojas como Proaza la denominan obra dramática. Hasta el siglo XVIII todos la consideran como tal, pero, aunque la obra es totalmente dialogada, es demasiado extensa para ser representada. En el siglo XVIII y durante todo el Romanticismo se la calificó de novela dialogada. Hoy en día, la opinión predominante es que se trata de una obra dramática inspirada en la comedia humanística italiana.

Hay varios rasgos de las comedias humanísticas que podemos encontrar en La Celestina: impresión próxima, amplia y móvil de la realidad cotidiana; trama relativamente simple y lentamente desarrollada; interés por las clases bajas y las escenas cotidianas; importancia del diálogo, que va de lo coloquial a lo culto, como recurso básico de la obra; tratamiento libre, incluso inverosímil, del tiempo y del espacio, y aparición de héroes cuya pasión ilícita los lleva a ponerse en manos de criados y alcahuetas, que solo buscan el provecho propio.

Pero hay otros rasgos en La Celestina que no están en la comedia humanística, como el final trágico. Este, junto con la profundidad de los personajes (especialmente la alcahueta) y el estilo hacen que la obra de Rojas supere a su modelo y se convierta en un libro originalísimo, con detalles novelescos, y reflejo de un mundo burgués emergente.

Intención del autor y sentido de la obra

La Celestina fue escrita en un momento histórico muy particular. La Edad Media finalizaba y se iniciaba el Renacimiento con una serie de nuevas ideas y valores, que en buena parte se oponían a los del período medieval. En la obra conviven ideas de ambas etapas históricas, y ello ha dado pie a interpretaciones diversas y divergentes de lo que el autor pretendió decir al escribir su obra. Algunas de las más importantes son

a) Tesis cristiana didáctica. Según algunos estudios, Rojas critica el loco amor de Calisto y sus consecuencias funestas –a través de la parodia y la tragedia- y su intención moralizadora sigue los pasos de los tópicos medievales más conocidos.

b) Tesis judía pesimista. Para otros críticos, la condición de converso del autor influye en la ausencia de lo religioso que se observa en el libro y el pesimismo escéptico que transmite. Se muestra una realidad en permanente lucha, en la que todo se mueve impulsado por fuerzas ciegas e irracionales.

c) Tesis de originalidad artística. Sin negarle a la obra un trasfondo moral, destaca su original valor artístico. No es la Providencia la que castiga, idea típicamente medieval, sino la ley fatal de la existencia humana.

d) Tesis de la crítica social. Se resta importancia al origen converso del autor. Hay un innegable fondo moralizador en la obra, pero la irrupción de una nueva conciencia de lo personal produce una forma diferente de moralizar para ofrecer al lector unos seres humanos creíbles, y con inquietudes y pasiones propias y plenamente reales.

Tanto los señores como los criados ejemplifican un nuevo estilo de vida –propio de las ciudades que crecen- basado en el lucro personal y en un individualismo creciente. Hay que poseer

Trama de la obra

Calisto es un joven noble de una ciudad castellana. Un día, persiguiendo a su halcón, se encuentra con Melibea, “mujer moza, de alta y serenísima sangre”, de veinte años de edad, hija del rico Pleberio y de Alisa, y le declara su amor. Al ser rechazado con desdén por la joven, vuelve a su casa y confía su sufrimiento a su criado Sempronio, hombre cínico y codicioso, el cual se ofrece a conseguirle la ayuda de una famosa medianera, Celestina, vieja “labrandera, perfumera, maestra de hacer afeites, alcahueta y un poquito hechicera”. Sempronio va a buscar a Celestina, que vive con una joven prostituta, Elicia, amante del criado. Celestina acepta el encargo y, junto con Sempronio, van a casa de Calisto, donde otro criado, Pármeno, fiel a su amo, y que conoce a la vieja por haber servido de niño en su casa, intenta prevenir a su amo de la maldad de ella. Calisto, naturalmente, lo desoye, y contrata a la alcahueta para que hable con Melibea, adelantándole cien monedas de oro. Mientras, todavía en casa del joven, Celestina se queda a solas con Pármeno e intenta ganarse su colaboración con un largo diálogo en el que, entre otras cosas, le promete los favores de Areúsa, prima de Elicia y de la misma condición.

Al volver a su casa, la hechicera realiza un conjuro al diablo, pidiéndole que la favorezca en su tarea, y se

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