La Dialectica Trascendental
judas19699 de Mayo de 2014
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La dialéctica trascendental: la imposibilidad de la metafísica como ciencia
En la dialéctica trascendental, Kant se ocupa de la posibilidad de la metafísica, así como de la naturaleza y del funcionamiento de la razón. Kant rechaza la posibilidad de la metafísica.
La metafísica –entendida como conocimiento de realidades que están más allá de la experiencia- es imposible, ya que las categorías solo pueden aplicarse legítimamente a los fenómenos, a los datos de los sentidos.
La aplicación de las categorías fuera de la experiencia es lógicamente ilegítima y da lugar a errores e ilusiones. La misión de la dialéctica consiste en mostrar que tales errores –especialmente los de la metafísica especulativa– provienen de pasar por alto la distinción entre fenómeno y cosa en sí.
La dialéctica trascendental es, pues, una crítica del entendimiento y de la razón en su pretensión de alcanzar el conocimiento de las cosas en sí, de lo que está más allá de la experiencia.
Pero si esta aplicación de las categorías es lógicamente ilegítima, es también una tendencia inevitable de acuerdo con la naturaleza misma de la razón. La razón tiende a labúsqueda de lo incondicionado, a extender su conocimiento más allá de la experiencia, a preguntarse por Dios, el alma y el mundo como totalidad.
1 La razón
El conocimiento intelectual no se limita a formular juicios, sino que también conecta unos juicios con otros, formando raciocinios o razonamientos.
Tomemos un ejemplo sencillo, utilizado por el mismo Kant: «Todos los hombres son mortales»; «Todos los investigadores son hombres»; luego «Todos los investigadores son mortales». Este sencillo silogismo nos muestra cómo la conclusión, el juicio «Todos los investigadores son mortales», tiene su fundamento en un juicio más general, la premisa «Todos los hombres son mortales».
Nuestro razonamiento puede ir, sin embargo, más lejos: cabría preguntarse por el fundamento de la premisa mayor, y así cabría el siguiente silogismo: «Todos los animales son mortales»; «Todos los hombres son animales»; luego «Todos los hombres son mortales».
El juicio que en el primer silogismo está como fundamento de la conclusión aparece en el segundo fundado en un juicio más general aún: «Todos los animales son mortales». Nuevamente podemos ir en busca de un juicio más general aún, que sirva de fundamento a la premisa mayor, y puesto que los animales son una parte de los vivientes, podemos establecer el siguiente silogismo: «Todos los vivientes son mortales»; «Todos los animales son vivientes»; luego «Todos los animales son mortales». Y así sucesivamente.
¿Qué hemos hecho en este ejemplo? La respuesta es sencilla: la razón busca encontrar juicios cada vez más generales, que abarquen y sirvan de fundamento a una multiplicidad de juicios particulares.
La razón es, pues, de tal naturaleza que tiende a encontrar condiciones (hipótesis, leyes) cada vez más generales, que abarquen y expliquen un mayor número de fenómenos.
2 La razón y la metafísica
La razón nos impulsa, pues, a buscar leyes cada vez más generales y capaces de explicar un número mayor de fenómenos. Mientras esta búsqueda se mantiene dentro de los límites de la experiencia, tal tendencia es eficaz y amplía nuestro conocimiento. Pero esta tendencia de la razón lleva inevitablemente a traspasar las barreras de los datos sensibles, en busca de lo incondicionado:
1) Los fenómenos físicos se pretenden unificar y explicar por medio de teorías metafísicas acerca del mundo (la «sustancia material» del racionalismo), lo que da lugar a antinomias.
2) Los fenómenos psíquicos se pretenden unificar y explicar por medio de teorías metafísicas acerca del alma (la «sustancia pensante» del racionalismo), lo que da lugar a paralogismos.
3) Unos y otros se intentan explicar y unificar por medio de teorías metafísicas acerca de una causa suprema de ambos (la «sustancia infinita» del racionalismo: Dios), lo que constituye el ideal de la razón.
Dios, alma y mundo son ideas de la razón, y aunque no proporcionan conocimiento objetivo alguno, expresan, sin embargo, el ideal de la razón de encontrar leyes y principios cada vez más generales: como el horizonte, que no puede ser alcanzado, pero que nos indica que hay que seguir avanzando, abriendo un espacio para el uso práctico de la razón.
http://www.filosofia.net/
Dialéctica Trascendental
aquí e esta:
Parte de la "Critica de la Razón Pura" que estudia la Razón para compreder su funcionamiento y estructura. Recibe el nombre de “dialéctica” porque trata también los argumentos dialécticos generados por el uso puro de la razón en su afán por captar lo incondicionado, uso hiperfísico dice Kant.
Kant considera que la Razón siempre busca la condición o fundamento de las cosas. Precisamente la investigación científica aparece como consecuencia de este afán de la Razón por la comprensión de las causas, condiciones o fundamentos de los fenómenos. Pero si el funcionamiento espontáneo de la Razón no se limita por la crítica, tenderá a pensar también la condición última de tres importantes esferas: la condición o fundamento último de nuestra vida psíquica, la condición o fundamento último del mundo físico y la condición o fundamento último de la totalidad de los fenómenos, tanto físicos como psíquicos. Cuando la Razón actúa de este modo incontrolado acabará pensando en los objetos tradicionales de la metafísica: el alma, el mundo como totalidad y Dios. Kant creyó que este uso de la razón –al que denomina dialéctico– es inadecuado y da lugar a sofismas y contradicciones.
Source:
http://www.e-torredebabel.com/Historia-d...
Parte de la Crítica de la razón pura, de Kant, en la que trata de si son o no posibles losjuicios sintéticos a priori en metafísica, o de si es posible la metafísica como ciencia. Kant divide la lógica trascendental en Analítica trascendental y Dialéctica trascendental. A la primera llama «lógica de la verdad», porque trata de los elementos a priori del entendimientonecesarios para pensar cualquier objeto, y a la segunda «lógica de la ilusión». A la primera la considera metafóricamente «territorio de la verdad» e «isla encerrada por la naturaleza misma en límites invariables»; a la segunda, «océano ancho y borrascoso, verdadera patria de la ilusión», donde sólo hallamos «la apariencia de nuevas tierras» y «vanas esperanzas», perdidos en la ilusoria aventura de tener que buscar siempre sin poder hallar nunca (Libro II, cap. III). En esta aventura cae la razón en el engaño que ella misma se dispone y en la «ilusión» (sofística) de traspasar los límites impuestos, creyendo poder hacer afirmaciones sobre objetos que están más allá de la experiencia. A este engaño llama Kant ilusión trascendental, porque supone la pretensión de ir más allá del uso empírico de las categorías, creyendo que así se logra extender el campo del conocimiento; es una ilusión inevitable y natural -como la de ver la luna mayor cuando está sobre el horizonte-, pero a la «Dialéctica trascendental» incumbe la tarea de desenmascarar estos sofismas y engaños de la razón, cuando pretende un uso trascendente de las categorías y persigue la vana ilusión de traspasar sus límites (ver gráfico).
La razón, «facultad de los principios», o «facultad de inferir», se suma a la sensibilidad y al entendimiento en el proceso de conocer. Conocer se ha definido como una síntesis de la multiplicidad sensible llevada a cabo por elentendimiento, mediante los conceptos. La razón prosigue su síntesis, que ya no se realiza, sin embargo, sobrefenómenos, sino sobre conceptos(ver texto ).Los intentos de síntesis los lleva a término la razón mediante sus conceptos a priori, que Kant denomina «conceptos de la razón pura», «ideas de la razón pura» o «ideas trascendentales». Mientras que las categorías provienen de la forma de los juicios, las ideas trascendentales provienen de la forma de los razonamientos: de lo incondicionado que la razón busca sin parar en sus razonamientos. Lo incondicionado es un tipo de unidad suprema conceptual, con el que el entendimiento busca su propia coherencia y una «perfecta armonía consigo mismo». Cuando la razón hace inferencias, no busca más que maneras cada vez generales de captar o pensar la realidad; el ansia de síntesis superiores es tal que no se agota sino hallando unabsoluto incondicionado, en el que la razónpueda encontrar su propia unidad y su reposo. Pero para tales síntesis no hay conceptos adecuados, puesto que éstos, si son verdaderos conceptos, siempre se refieren a la experiencia, y ésta siempre es condicionada; todo en ella depende de algo.
La serie total de fenómenos, lo condicionado, lo es por la categoría de relación: la búsqueda de lo incondicionado, por tanto, es también la búsqueda de la totalidad de las condiciones según tres clases de relación: según la «relación categórica» (la que tiene el accidente con la sustancia), el sujeto absoluto; según la «relación hipotética» (del efecto con su causa), la totalidad de condiciones de los fenómenos; según la «relación de acción recíproca» (que todas las sustancias mantienen entre sí), la unidad absoluta de todo lo que puede ser pensado, el fundamento de todo. A estos tres incondicionados llama Kant «ideas» (trascendentales), porque, igual que las ideas platónicas, son como modelos ideales de todas las cosas; no conceptos, sino «todos absolutos» en el terreno de la psicología, de la cosmología
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