La Tentacion El Autoritarismo

La tentación del autoritarismo

Pese a que los derechos no se conceden, sino que se ejercen, muy pocas personas conocen exactamente lo que son y lo que significan los derechos humanos. Por ello, en este número de Transición, conscientes de la importancia y la actualidad del tema, se pone a debate.

Los derechos se conceden al individuo (mujer, niña, niño y varón), no a la colectividad, son derechos de las personas y sólo los pueden violentar las autoridades. Se dice, y es cierto porque los investigadores, autoridades y personalidades que colaboran en esta edición así lo demuestran con ejemplos, que hay una constante violación a las garantías individuales y como consecuencia, a los derechos humanos.

Desafortunadamente la mayoría de las personas desconocen sus derechos, así como la existencia de una oficina donde puede interponerse una denuncia en caso de violación a sus derechos, según da a conocer una encuesta efectuada por el Centro de Estudios para la Transición Democrática (Cetrade) que también publicamos en este número.

Entre las mujeres existe el mayor índice de analfabetismo y aún hay discriminación en los empleos que ocupan porque se les pagan salarios menores por realizar el mismo trabajo que un varón; ante ello se plantea que los derechos humanos de ellas, junto con los de las niñas, se analicen, redefinan y ejerciten desde la perspectiva del derecho a la diferencia.

También se expone la violación a los derechos económicos y civiles en las zonas indígenas veracruzanas, lo cual está representado en los altos índices de marginalidad que ubican a Veracruz entre los estados más deprimidos del país. Se propone una política social que reivindique la justicia para las comunidades indígenas y que a éstas se les dote de la capacidad de autogobernarse sin fracturar el pacto federal, porque allí el riesgo de la violencia existe, al igual que en las zonas indígenas de Chiapas, Oaxaca o Guerrero.

Muy poco se conocen los derechos humanos y los organismos gubernamentales sólo toman en cuenta los civiles, excluyendo de su defensoría a los derechos económicos, sociales. Dentro de los derechos civiles tampoco plantean la defensa de los derechos políticos, aunque en México persiste la violación a los derechos humanos por cuestiones electorales.

Una de las conclusiones es que para que el hombre tenga una vida digna, es decir, que además de asegurar la supervivencia se desarrolle como ser humano, viva y conviva en sociedad y tenga la oportunidad de realizarse como ser individual y social, es necesario que los derechos humanos no sean un articulado más impreso en un papel, sino que su práctica sea parte de la vida cotidiana de todos y dejen de existir las líneas divisorias.

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