Legitimacio

la autoridad política no está en los medios sino en la orientación al fin, o sea, al bien común.

La autoridad política se puede concebir como poder coercitivo en un ámbito de carácter convencional o contractualista, mientras que la autoridad política se piensa como poder legítimo en una visión de tipo aristotélico que parte del origen natural de la sociedad civil y se orienta a la realización del bien común.

El elemento distintivo de la autoridad política, según la visión contractualista, es la posibilidad de recurrir a la fuerza respecto de todos los grupos de un determinado contexto social. El fundamento de esta concepción de la autoridad como poder coercitivo está en la hipótesis hobbesiana que tiende a un monopolio de la fuerza.

En su teoría, Hobbes parte de un supuesto estado de naturaleza o salvajismo en el que los hombres son esencialmente egoístas y viven en continua “guerra de todos contra todos”. Esta antropología negativa define originariamente al hombre como “lobo para los demás hombres”. En consecuencia, los hombres, movidos por su instinto de conservación, establecen un pacto y renuncian al derecho de usar la propia fuerza para dejarla en manos de una única persona o asamblea que enlaza todas las voluntades y garantiza la convivencia pacífica. El fundamento humano de la nueva autoridad surgida del contrato radicaría en la mayoría de votos.

En la concepción contractualista o convencional de la sociedad civil, la autoridad política se presenta reducida y limitada a un papel de “policía” o “árbitro” cuyo fin es controlar y asegurar las relaciones pacíficas de los individuos dejando a un lado la búsqueda del bien y el perfeccionamiento de las personas como fin propio de la actividad política.

Max Weber, en la óptica de una autoridad como poder coercitivo, decía que la fuerza física legítima es el hilo conductor de la acción política, es aquello que confiere a la política su particular cualidad e importancia. Así, la autoridad política tiene el derecho válido y aceptado de usar la coercitividad para ser obedecida

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