Los valores en la vida diaria

LOS VALORES EN LA VIDA DIARIA.

Hoy día es común escuchar que “ya no hay valores”. Aunque algunas preocupantes noticias parecen confirmarlo, resulta emocionante comprobar que los valores morales están más vigentes que nunca y rigen muchas de las relaciones y actitudes de convivencia. Hay todavía millones de personas que, como una silenciosa legión, luchan por enriquecer su entorno mediante el esfuerzo y la bondad: educan a sus hijos, cumplen con honestidad su trabajo, respetan y honran a su prójimo en cada acción. Bien puede decirse que son ellas las que están salvando al mundo.

Para vivir los valores es necesario, ante todo, conocerlos y reflexionar sobre ellos. A lo largo de los siglos, los valores morales se han transmitido de unas generaciones a otras a través de la enseñanza y el ejemplo. Si bien el individuo posee, por su naturaleza humana, cierto sentido moral, es necesario el aprendizaje y la práctica para formar una conciencia que lo lleve a actuar prefiriendo el bien sobre el mal. Es en la etapa de educación básica cuando se desarrolla, además de la personalidad y el carácter de las personas, esta conciencia que determinará su posterior madurez moral, para ello debemos adquirir herramientas que fomenten la adquisición de buenos hábitos que nos enriquezcan y nos permitan llegar a ser mejores personas. Sin embargo, para lograrlo es necesario tomar conciencia de ello y aprovechar las oportunidades de la vida diaria para en un futuro transmitir enseñanzas y predicar con el ejemplo.

Finalmente los valores se nos transmiten de padres a hijos y de maestros a alumnos en constantes momentos de interacción, es por ello que hoy se nos invita a estar conscientes y pendientes de nuestras acciones.

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