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Marianela


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  905 Palabras (4 Páginas)  •  193 Visitas

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I. PERDIDO

Un hombre elegante de clase alta, y por cierto un buen sujeto por donde quiera que se le mirara, iba preguntando a los pobladores de "Villafangosa" donde se hallaba las minas de Socartes. Aun así con las indicaciones de los aldeanos no pudo encontrar tal lugar, y al parecer se encontraba perdido. Caminaba por la vereda y sintió que de pronto el terreno cambio a algo, según él, parecido al cráter de un volcán, era un lugar desolado y desierto. De pronto escuchó el ladrido de un perro al cual su dueño lo llamaba, ¡Choto! .El sujeto se asustó pero a la vez se alivió al saber que no estaba solo. El hombre llamó al joven que era dueño del perro y le preguntó si estaba en las minas de Socartes; este le respondió que sí, pero que se encontraba un poco lejos del establecimiento. Entonces el joven que también se dirigía a ese lugar lo acompaño. Luego de un breve rato el hombre, que por cierto era doctor, se dio cuenta de que su acompañante era ciego, y tras preguntarle el joven afirmó.

II. GUIADO

El hombre llamado Golfín asía preguntas al joven sobre de lo que era ciego; y este le respondía que era así desde nacimiento y que había aprendido a conocer el mundo a través del tacto, el pensamiento y el oído.

Continuaron caminando ambos hombres; pero de pronto Golfín se quedó pasmado por tan sorprendente espectáculo que había visto, y es que habían llegado a un lugar llamado La Terrible, que era una zona de mina que había estado anteriormente en explotación, y que ahora lo único que se podía observar eran bloques de piedra (cretácea) y arcilla endurecida, según lo que había dicho el joven, que a pesar de no poseer el sentido de la vista conocía perfectamente el lugar como si fuera su propia casa.

Además, Golfín se impresionó de como el joven le había descrito el lugar detalladamente. Ellos siguieron y ya se iban acercaban al fin. Hasta que llegaron y lo primero que escucharon fue el canto melódico, que Golfín ya había escuchado antes. Luego se entera que la que cantaba era el lazarillo del joven, y que se llamaba Nela, y también le dijo como él había ido a parar por allí. Él seguía explicando sobre lo que había a su alrededor, y Golfín atentamente escuchaba las características del paisaje.

Se acercaban a la casa del joven y Nela lo vio, el joven se despidió y entró a la casa mientras que Nela fue a acompañar a Golfín a las oficinas.

III. UN DIÁLOGO QUE SERVIRÁ DE EXPOSICIÓN

Golfín encendió un cigarro y así pudo ver el rostro de Nela; se asombró al darse cuenta que esta jovencilla poseía el rostro de una niña; y que no solo el rostro, sino también el tamaño y su contextura. Golfin tras hacerle preguntas sobre su físico, ella se iba criticando cada vez más a si misma y contaba que la gente le decía que era un fenómeno.

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