Nietzsche a través de Heidegger

El mismo Heidegger reconoce los obstáculos para entender sus escritos: lo difícil de la cosa en sí misma y el nulo esfuerzo por pensar, él retoma el pensamiento de Nietzsche en el rol de crítico de la sociedad observando la decadencia, en el ámbito filosófico es catalogado como un metafísico y un nihilista. La característica que une a estos autores es la reflexión sobre la vida con la finalidad de realizar un diagnóstico de la realidad presente. El pensamiento heideggeriano iluminado por el olvido del ser encuentra similitud en Nietzsche, pues el hombre bajo el dominio de la técnica se vuelve un simple artefacto y ante la devaluación axiológica ya no hay necesidad de valores. El problema de la nada en Heidegger está relacionado con la afectividad, pues al «abrirnos» damos a entender nuestro existir y en está reflexión se llega al tema de la angustia la cual revela la posibilidad de ser del Dasein, cuando éste se angustia experimenta la nada al no-estar-en-casa, ese extrañamiento le descubre la mismicidad. Entendiendo la nada como la negación del ente, es necesaria la experiencia de la totalidad de lo ente, ésta esta ligada al sentimiento, vivida en el aburrimiento, el tedio profundo presente la oscuridad de la pérdida de sentido; y la alegría que ilumina todo y experimenta la totalidad. Aunque se reprima la angustia, ésta se encuentra en la base de todo, la trascendencia del Dasein se explicaría por estar sostenido en la nada y en la angustia. Con esta visión la nada deja de ser lo opuesto a  lo ante y la filosofía se pone en movimiento en el juego de la existencia frente a las posibilidades del Dasein. La metafísica es el núcleo de la filosofía, pero se ha confundido con la física, preguntándose exclusivamente por el ente y relegando la pregunta por el ser. La pregunta por la nada involucra a la del ente, el ente se revela como la fluctuación entre lo que es y la posibilidad de no ser. La apariencia artificial que impide la apertura del ser es nihilismo, éste tiene su máxima expresión en la frase «Dios ha muerto» que pone de manifiesta la falta de una meta, a esta proposición Heidegger se preguntará precisamente por qué debe de existir un fundamento, señalando que al valor lo antecede el ser, pues Nietzsche al cuestionarse por el fundamento del ente deja de lado al ser mismo, en la afirmación: «toda metafísica es nihilismo» supone un mundo verdadero negando este mundo, pero también considera un nihilismo como una forma divina de pensar, para Heidegger el auténtico nihilismo es precisamente desestimar el problema de la nada, antes de cerrar, el texto propuesto, se cita  un pasaje de Nietzsche, el cual deja en claro el tema de la nada, «La nada del ser del ente sigue al ser del ente como la noche al día. ¿Cómo habríamos de ver y experimentar jamás el día como día si no existiera la noche?»

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