Qué Nos Humaniza

1. Introducción.

A la luz de los debates y las lecturas llevadas a cabo en el marco del bloque primero de la Perspectiva sobre la proyección del hombre desde la mirada antropológica, y asumiendo el desafío de la propuesta curricular del programa de colocarse a sí mismo en una actitud crítica con respecto a ese mundo y los entornos que naturalizamos a partir de la cotidianeidad de nuestras prácticas sociales, se ha seleccionado la temática que gira en torno a la pregunta ¿Qué es el hombre?

La pregunta inicial tiene que ver específicamente con qué es lo que nos humaniza, para luego buscar vinculaciones existentes entre aquello que nos hace humanos y la educación en su forma moderna. En esa búsqueda bibliográfica, de alguna manera casi inesperada, surgió la posibilidad –y la inquietud- de retomar algunos escritos de Lev Vigotski que se avocan a responder, desde su perspectiva particular, a las preguntas aquí planteadas. Por su puesto que este ensayo deja por fuera infinidad de posicionamientos diferentes y atendibles. Sin embargo, por cuestiones de espacio no serán abordadas aquí.

2. ¿Qué nos humaniza? Una perspectiva Vigotskiana.

Vigotski se embarca en un intento por describir un programa psicológico que caracterice aquello que se puede considerar como específicamente humano, a diferencia del conductismo, cuyo énfasis reside en la animalidad del hombre, en el cual los aprendizajes son iguales en todas las especies (a partir del condicionamiento, el hábito y el refuerzo). El autor enfatiza que existe en el programa conductista un reduccionismo al intentar explicar todo aprendizaje a partir de esos factores, ya que esto genera que no se tenga en cuenta la especificidad del psiquismo humano.

De esta manera, la pregunta que guía la investigación vigotskiana es ¿qué es lo específicamente humano? O bien, de una forma más descriptiva ¿cómo se constituyen las formas humanas de conocimiento?

Vigotski sigue la tradición de Hegel y de Marx en cuanto a un criterio epistemológicamente adecuado, científico, para evaluar las teorías, a la vez que sigue los postulados filosóficos de Spinoza y su modelo alternativo al de Descartes. Vigotski no deduce una psicología de la teoría de Marx, sino que construye su propia teoría a partir de una necesidad de establecer las bases de esta línea psicológica humana, de tipo marxista y genética.

¿Qué nos humanizó? La respuesta que el autor encuentra es poco simpática, si se quiere, pues concluye que ha sido el trabajo lo que nos ha diferenciado de las demás especies, siguiendo una línea de análisis de la antropología marxista.

El trabajo es entendido como una categoría sistémica. Se trata de un salto adaptativo de la especie. Se define por un intercambio de energía entre el hombre y la naturaleza. Es, entonces, primeramente una categoría filosófica en tanto modo de estar en el mundo y de transformarlo. Es un modo no natural de estar en él. Los animales tienen una relación de armonía con el orden natural. El hombre transforma el mundo y, al hacerlo, se transforma a sí mismo. Así, el trabajo generó humanidad.

Desde una mirada antropológica, la armonía original entre el hombre y la naturaleza devienen en un orden no natural a partir del trabajo, que los trasforma respectivamente en sujeto y objeto. Así se constituye un mundo subjetivo y otro objetivo a partir de una lógica de dominio (de control y gobierno pero también de conocer de saber) a la vez que también lo es de sujeción del hombre hacia el orden natural. El trabajo se encuentra doblemente mediado: por las relaciones de trabajo (lo social) y por el uso de herramientas (instrumental).

Ahora, ¿qué diferencia el trabajo animal del trabajo del hombre? La respuesta dada tiene que ver con el grado de los instrumentos implementados. El hombre produce una larga cadena de herramientas, que pueden ser accesorias o bien centrales. El trabajo hombre implica una realidad duplicada: la concepción de la tarea y posterior ejecución de la misma. El trabajo animal es intuitivo.

3. Lo humano y la educación

Vigotski define a la educación como el desarrollo cultural, no natural, artificial de niño; el dominio ingenioso de las leyes de su desarrollo natural; la misma no influye sólo en algunos procesos psicológicos sino que modifica drásticamente las formas

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