René Descartes

René Descartes

Daniel Ulloa

• ¿Cuáles y cómo da respuesta Descartes a las objeciones que surgen sobre la procedencia de su idea de infinito?

• ¿En qué consiste la demostración cartesiana de la existencia de Dios? Argumente si está de acuerdo o no.

Desarrollo

1. Descartes analiza muy bien la idea de infinito y dice que la procedencia del infinito es muchísimo más perfecta que la de finito. Un ejemplo claro de ello sería el hombre y Dios.

También plantea que Dios al ser infinito no hay una idea clara de él, por lo tanto no nos lo podemos imaginar, sólo por el simple hecho de que nosotros somos finitos, no somos perfectos. Básicamente es una explicación de la primera objeción y su refutación.

2. Descartes plantea una segunda objeción que refiere que la idea de Dios podría ser materialmente falsa, sugiriendo que por materialmente falsas entendemos a aquellas ideas que representan como siendo, algo que no es realmente. Él rechaza y argumenta esta objeción infiriendo que la idea de Dios es clara y distinta, y por lo tanto, verdadera. Siendo así se podría decir que tenemos muy clara la idea y noción de Dios, así no lo percibamos por medio de los sentidos.

3. Descartes sostiene una tercera objeción que dicta que la idea de infinito se podría formar partiendo de una progresión infinita de la idea de finito. Esto quiere decir que cualquiera que fuese el grado de conocimiento nuestro siempre seremos conscientes de que hay algo más allá, siempre habrá un grado más alto; aunque la idea de Dios significa un infinito en acto, por lo tanto no se le puede agregar nada a su perfección.

4. Como una posible cuarta objeción, Descartes formula la posibilidad de que mi propia existencia, que es evidente por el cogito, no implique otra existencia divina, como parece exigir la idea de infinito. También nos lleva a preguntarnos: ¿De dónde proviene mi existencia? Nos plantea que dejemos la divinidad a un lado y exploremos tres posibilidades: 1.De nosotros mismos, 2.de nuestros padres y 3. de cosas menos perfectas que la divinidad. Es decir que debo pensar sobre qué implica mi existencia, sin considerar a una divinidad, pero al explorar esas posibilidades que nos da Descartes descubrimos que no podemos provenir de sí mismos, porque seríamos un Dios, nos otorgaríamos las perfecciones que conocemos, seríamos perfectos, por lo tanto infinitos. También argumenta que de nuestros padres no, porque habría de preguntarse de nuevo de dónde toman ellos la idea de infinito, si a la ves éstos, y así infinitamente. Por último nos queda una concurrencia de causas, siendo así que las perfecciones atribuidas a Dios fueron representadas por una causa distinta en nosotros, y de la unión de esas causas formaríamos la idea

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