Rerum Novarum,

En el cuadragesimo aniversario de publicada la egregia encíclica rerum novarum debida a león XIII defeliz recordación , toda la orbe se siente conmovido por tal recuerdo y se dispone a conmemorar dicha carta con la solemnidad que se merece

OCASIÓN

a finales del siglo XIX, el planteamiento de un nuevo sistema económico y e desarrollo de la nueva industria llegó a la mayor parte del mundo, dividiendo así a la sociedad en dos: una, poco numerosa pero disfrutaban de casi la totalidad de los bienes, mientras la otra, constituida por la multitud de trabajadores, afligidos por una más dura suerte.

Se buscó la solución inmediata para este desorden de los pueblos, pero fue rechazada por los innovadores, desantanto un enorme desacuerdo llevando a discusiones no adecuadas. Y fue el dia 15  de mayo de 1891 el sumo Pontífice, enseñando a toda la sociedad a emprender nuevos camino en materia social

1. BENEFICIOS DE LA ENCICLICA “RERUM NOVARUM”

Esta esta solamente reducida a tres puntos principales:

La obra de la Iglesia: La doctrina sobre materia social y económica de la encíclica Rerum Novarum debía ser adaptada conforme a las exigencias de nuestros tiempos, siempre poniendo por delante, en la defensa de los pobres y los débiles, tanto obispos como otros estuvieron de acuerdo adaptándolo a las circunstancias de las diversas regiones, que se ven reflejadas en escuelas, universidades católicas, academias y seminarios

Labor del Estado: A los gobernantes de la nación compete la defensa de la comunidad y de sus miembros, pero en la protección de esos derechos de los particulares deberá sobre todo velarse por los débiles y los necesitados. Puesto que la gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela publica, la clase humilde por el contrario, carente de todo recurso, se confía del patrocinio del estado, y este deberá rodear de singulares cuidados y providencias a los asalariados. Anteponiendo las necesidades de los trabajadores

 Labor de las partes interesadas: afirma que el primer lugar entre estas instituciones debe atribuirse a las asociaciones que comprenden, ya sea a sólo obreros, ya juntamente a obreros y patronos, y se detiene largamente en exponerlas y recomendarlas, explicando, con una sabiduría verdaderamente admirable, su naturaleza, su motivo, su oportunidad, sus derechos, sus deberes y sus leyes

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