Teoria teocratica.

La teocracia puede tener como resultado fortalecer o debilitar el poder del Estado, (Younes, 2008, p. 45) la existencia de estas dos teorías genera un dualismo entre la teología y la teoría jurídica; en el que la primera, se centra en Dios, que no quiere de modo inmediato, más si mediata e indirectamente como condición de la pena, que purifica, y es intrínsecamente buena porque realiza la justicia. Del mismo modo para la teoría jurídica la antijuricidad no es más que un supuesto de hecho, determinado por el orden jurídico como condición del acto coactivo estatal.

‘‘Es importante recalcar que la escuela teocrática tiene dos variantes, una de ellas es la que afirma que la divinidad deposita el poder o facultad de mando directamente en determinadas personas, quienes, se constituyen en representantes de Dios en la tierra; la otra mientras tanto, sostiene que Dios entrega el poder a la colectividad, con el fin de que esta, la deposite en la persona escogida para desempeñar la función de gobierno’’. (Younes, 2008, p. 46)

La primera corriente recibe el nombre de derecho divino sobrenatural; y la segunda, teoría del derecho providencial. Una y otra coinciden, en atribuir a Dios, hacedor de la sociedad civil, el origen de la autoridad pública. (Younes, 2008, p. 47) Sin embargo, según la teoría del derecho divino sobrenatural, los estados son creados por un ser sobrenatural, Dios, quien al mismo tiempo escoge directamente a las personas que deben gobernarlos, es decir, que la fuente del poder esta en Dios y no en el pueblo; aunque posteriormente sostuvo todo lo contrario a lo antes dicho, lo que nos lleva a concluir que las creencias religiosas hacen visible el por qué las primeras concepciones humanas buscaron fundamentos religioso – teóricos para atribuir a los dioses la organización del Estado.

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