Boom latinoamericano

Ensayo; Boom Latinoamericano.

La década de 1960 se caracterizó por una gran agitación social en toda América Latina, en un clima político, económico y diplomático fuertemente influido por el dinamismo de la Guerra Fría. Estas condiciones sirvieron de base para el trabajo de los escritores del boom, y definieron el contexto en el que sus ideas, a veces radicales, tenían que funcionar. La revolución cubana que llevaba al frente “El Che” Guevara fue solamente el inicio de todo lo que vino después. Las pérdidas de las alianzas con Estados Unidos solo creo una cercanía con una nueva guerra nuclear. Por otra parte, en las décadas de 1960 y 1970 los regímenes militares dictatoriales ya se fueron instalando en la mayoría de los países de la región.

Se dice que este fue el momento en el que este boom comenzó.

El boom latinoamericano tiene distintas formas de expresarse dependiendo de cada persona. Para algunos puede ser denominado “boom generacional” ya que se llevó a cabo en 1960 y 1970 con la publicación de “Rayuela” de Cortázar o con “La ciudad de los perros” de Mario Vargas. Más allá de todas las opiniones, todos coinciden en que el boom fue creado por escritores latinoamericanos que fueron exiliados en París.

Estos autores empezaron a crear una fusión entre la realidad y la ficción que generaba una duda en los lectores, intentando mostrar como algo cotidiano podía cambiar con una pizca de algo sobrenatural; “Realismo mágico” resultó una manera de explicar los cambios políticos, económicos y sociales. Los autores tomaron la voz callada del pueblo a fin de expresar sus sentimientos y sensaciones ante una realidad turbulenta, y los sumergieron en relatos con tintes algo fantasiosos e irreales.

Este boom tiene diferentes referentes, aunque al pasar los años todavía no esta bien definido quien si y quien no formaron parte hay cuatro representantes que son reconocidos; Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos Fuente y Mario Vargas Llosa.

Cortázar fue el primer representante y por su parte, no estaba de acuerdo con como habían catalogado el “boom” ya que no compartía que la edición de los editores había lanzado el mismo. Cuenta también que el mismo creo sus cuentos sin el apoyo de ninguna editorial, afirma que estas se aprovecharon del beneficio que efectivamente iban a sacar vendiendo y publicando copias de estos distintos autores.

Sostiene que no es verdad que fueron ellos mismos los que aprovecharon la movida para lanzar sus obras ni que fue una excusa para su promoción. Rescata que haya sido de gran utilidad este “fenómeno” literario ya que fue un pie a todos aquellos jóvenes que se vieron identificados con estas obras a seguir la misma línea que ellos venían creando.

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