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LOS CACICAZGOS


Enviado por   •  26 de Febrero de 2020  •  Documentos de Investigación  •  11.806 Palabras (48 Páginas)  •  711 Visitas

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Linda Newson. El Costo de la Conquista

/LOS CACICAZGOS

/En el momento de la conquista española, existían tres cacicazgos en Honduras, Lencas, Mayas y Chorotegas. Estos grupos estaban socialmente estratificados. Sus gobernantes eran caciques hereditarios quienes regían sobre un número de pueblos o comunidades cuya población total alcanzaba a veces decenas de miles. Era esencialmente agriculturitas, y sus prácticas religiosas entraban en sacerdotes, templos e ídolos. En términos generales, constituían sociedades más grandes, complejas y de mayor productividad económica que las de sus vecinos hacia el oriente. Aunque los mayas clásicos alcanzaron el nivel organizativo del Estado, la cultura Maya postclásica de Honduras se asemejaba a la de los cacicazgos.

Además de unos pocos documentos del Archivo General de Indias en Sevilla, las fuentes básicas para la reconstrucción de la cultura de los cacicazgos en el momento de la conquista española son los relatos de Herrera, Fray Alonso Ponce y visitantes tempranos a las costas por hondureña, incluyendo a Colón y a Cortés.

Con la excepción de los relatos sobre las Costa Norte que describen algunas de las características de los Mayas y posiblemente los Pipiles y Náhuatl, la mayoría de las fuentes se refieren a los Lencas. La larga descripción que hizo Herrera de los indígenas de la “provincia de Higueras”, próximos a Cerquín, claramente se refiere a los Lencas. Algunas observaciones de Fray Alonso de Ponce sobre los indígenas Lencas de El Salvador probablemente pudieron haber sido hechas de los Lencas de Honduras.

Hay pocas referencias a los indígenas Chorotegas en Choluteca, pero hay evidencia abundante de ellos y Nicaragua y Nicoya. Considerando el número reducido de Chorotegas en Honduras, una descripción extensa y detallada de su cultura no se justificaría aquí, por lo que referimos al lector a los análisis recientes de Chapman y Newson. Aunque los Chorotegas se diferenciaban de los Mayas y Lencas, tipológicamente eran muy similares. La siguiente descripción se basa principalmente en la que hiciera Herrera de los Lencas, que eran el grupo lingüístico-cultural más extenso del centro y occidente Honduras.

Los cacicazgos del centro y occidente de Honduras tenían una población que estaba distribuida en asentamientos cuyas dimensiones, en el caso de los centros administrativos, de mercado y religiosos, comprendían varios miles y unos pocos cientos de indígenas en el caso de las comunidades pequeñas. Algunos de los mayores asentamientos eran las colonias de comerciantes mayas y mexicanos. Uno de los primeros asentamientos encontrarnos españoles en Honduras fue el pueblo de Naco. Cortés consideró que era uno de los cuatro pueblos más importante del país siendo los otros tres ¨Quimotlan, Sula y Tholoma, que tiene más de 2000 casas, sin otras aldeas que cada uno tiene sujetos así. En 1539 el gobernador Montejo estimó que antiguamente Naco tuvo una población de 10 000 hombres. Naco y Quimistan eran obviamente pueblos importantes en la jerarquía urbana.

En 1535, Cereceda estimó que Naco tenía 400 o 500 casas con aproximadamente 1500 indígenas, y que tenía tantos o más como sujetos, mientras que Quimistan, que tenía 125 pueblos sujetos, tenía menos. Estos pueblos tenían de 300 a 2000 casas o más, lo que hacía de la región entre Naco y el mar un área densamente poblada. La existencia de una jerarquía de asentamientos ha sido demostrada por investigaciones arqueológicas en el valle de Naco. Sin embargo, hay poca diferencia de la distribución de los asentamientos, con la excepción de la del pueblo de Naco, donde se identificó un grupo de grandes residencias de élite y edificios públicos, junto a una pequeña cancha de pelota, todos rodeados por edificios más pequeños.

Las colonias mexicanas alrededor de Trujillo atrajeron la atención de los primeros visitantes de Honduras, incluyendo a Cortés y Díaz del Castillo, quienes observaron que Papayeca y Chapagua servían como centros regionales a 18 y 10 pueblos respectivamente. En 1530, Cereceda reportó que los alrededores de Trujillo, pueblos de más de 1000 indios habían sido reducidos a unos pocos cientos. La situación se deterioró aún más, tanto que, en 1547, el obispo Pedraza observó que solamente quedaban de 150 a 180 indígenas en los pueblos aledaños a Trujillo, que anteriormente habían tenido 2000, 1000, 800, 600 Y 500 casas.

Los asentamientos en el resto del centro y occidente de Honduras estaban ocupados por Mayas y Lencas. Los mayas postclásicos se asemejaban en muchos aspectos a los Lencas. El centro principal Maya en Copán había sido abandonado, aunque probablemente, era visitado ocasionalmente para ritos y ceremonias religiosas, incluyendo el entierro de caciques locales. La evidencia arqueológica sugiere que los mayas ocuparon antiguamente sitios en las tierras bajas, mientras que los Lencas se encontraban en las tierras altas. No está claro si fueron desplazados hasta ahí por los Mayas. Este patrón fue reforzado durante el período colonial, cuando los indígenas encontraron seguridad de los cerros. Aún hoy en día, los Lencas muestran preferencias por las tierras altas.

Todo el centro y el occidente de Honduras parece haber estado densamente poblado, tanto en el momento de la conquista como lo largo el período colonial. En 1535, Celis reportó que en la jurisdicción de Gracias a Dios había pueblos de 2000 y 3000 casas como es taloa, guarcha y cerquín y telulocelo, aunque comentó que eran pequeños en comparación con las del Golfo Dulce. Si bien los pueblos eran pequeños, los había en gran número, pues Gracias a Dios fue fundada “en una buena comarca de muchos pueblos”. Al parecer la región de Comayagua también estuvo densamente poblada. Stone comenta que “en tiempos previos a la conquista, Comayagua debe haber sido una masa de pueblos, con una población que alcanzaba los varios millares”. En 1590, se dijo que el valle del Ulúa, más al norte, había estado densamente poblado. Fue sitio de resistencia indígena durante la conquista y, cuando en 1536 Alvarado estableció el pueblo de San Pedro, distribuyó cerca de 150 pueblos en encomienda, de los cuales 18 estaban ubicados en el valle del Ulúa.

Hay poca evidencia de la forma de los asentamientos o las casas. Las residencias familiares eran probablemente similares a las de El Salvador, descritas por Fray Alonso Ponce. Observó que “son casi todas hechas de adobe, cubiertas de paja, aún en las tierras calientes son las paredes de palos embarrados, aunque también hay algunas con terrados y azoteas de tierra como lo de México.” Algunas casas en los asentamientos mexicanos como Papayeca y Chapagua también tenían casas construidas de “cal y piedra”. Muchos pueblos tenían tiempos que albergaba ídolos. Herrera describe así los de los Lencas. “Tenían en los campos unas casillas largas y angostas altas del suelo a dónde estaban sus dioses de piedra barro y madera con caras de tigre y de otros animales.”

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