La Covencion De Ocaña

CONVENCIÓN DE OCAÑA

Para comenzar en 1826 la Gran Colombia estaba agotada económicamente por la larga campaña libertadora que había desarrollado Simón Bolívar en el sur. Desde el Perú no paró de pedir tropas y recursos a una nación pobre y recién constituida. Buena parte del presupuesto se destinó a este fin, Francisco de Paula Santander que era el vicepresidente desde el triunfo en Boyacá, se encargó del gobierno. Durante este período apoyó las tareas de la guerra pero con recelo hacia el Libertador Simón Bolívar. Los intereses encontrados de la administración y del apoyo a los ejércitos, explican las naturales diferencias entre el uno y el otro.

A causa de esas diferencias se formó dos tendencias políticas. La sustentada por Simón Bolívar, de signo centralista, y la defendida por Francisco de Paula Santander, denominada federalista. La primera abogaba por mayor centralización del poder, autoridad y más fuerza del gobierno. Los segundos sostenían la tesis del sistema federal para alcanzar la autonomía de los departamentos, disminuir la autoridad de El Libertador, considerado según ellos, usurpador y tirano. Al margen de dilucidar algunos problemas que amenazaban la buena marcha del gobierno de la Gran Colombia, la parte medular era la Constitución del Rosario de Cúcuta de 1821. Ambos grupos querían corregir esa Carta Magna de acuerdo a sus intereses particulares. Desde su aprobación había traído muchos bemoles a los adversarios de Simón Bolívar y con los futuros separatistas venezolanos de la Gran Colombia. A medida que avanzaba el tiempo el clima político se tornaba más difícil.

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