ANALISIS NENÚFARES (CLAUDE MONET)

NENÚFARES (CLAUDE MONET)

¿Qué es con exactitud la obra de nenúfares de Claude Monet? Este no es solo una simple obra, sino, un conjunto exquisito de ellas. Su ambición por los nenúfares empezó gracias a su peculiar anhelo por cultivar nenúfares en su jardín desde un tiempo prolongado, este hecho hizo que los nenúfares se convirtieran en el protagonista de más de sus 300 obras.

Monet empezó sus obras en 1914, y más específicamente la seleccionada en 1917, en concreto, en este periodo, fue muy productivo porque se cerró al haber la primera guerra mundial.

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Para empezar en la obra escogida podemos apreciar varios puntos generales; echamos en falta la profundidad y la línea del horizonte, pero podemos apreciar la captación de la luz natural y los reflejos. Consecutivamente en esta composición podemos apreciar la escasez de contorno ya que estos nenúfares son pintados por pinceladas muy caligráficas, pero a la misma vez la combinación de colores armoniosos hace que la obra cohesione hermosamente y presente un carácter muy único y singular respecto a otras obras de otros autores.

Acto seguido nos vamos a centrar más en los detalles de esta excepcional y agreste obra. Podemos apreciar una exuberante vegetación, donde si nos focalizamos más podemos darnos cuenta de que el motivo de esta obra por excelencia son los nenúfares, esta representación redundante nos puede hasta llegar a parecer tediosa, por el simple hecho de que se presentan como un estampado en toda la obra dejando espacios libres. Entrando más en esta obra de arte la húmeda agua se apodera de la obra, donde a la misma vez descubrimos que se ve el reflejo de los árboles y más importante del azul cielo. El color que posee esta agua que refleja es casi plomizo, ya que tiene tonos azulados cercanos a eso.

Por otra parte, en esta casi se puede oír la serenidad, el bienestar y la paz que nos transmite la unión de todos los elementos de la obra. Si nos fijamos, el agua nos puede parecer frágil como el vidrio, juntamente con el cielo reflejado que podría ser tan fresco como el viento.

Para concluir, Monet hizo un uso de elementos excelentes para esta obra y a continuación hizo uso de aspectos generales de una manera muy particular y singular que hace que la obra sea muy original, además en vez de escoger todos los tipos de flores acuáticas que existen como: la pistia, el camalote, el helecho de agua, los juncos, los iris, la cola de caballo, etc. escogió solamente y exclusivamente los nenúfares.

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