ARENALES

La importancia del General Juan Antonio Álvarez de Arenales como representante de la oposición española al imperialismo Ibérico

Militar español, nacido en Reinoso el 13 de junio de 1770 y fallecido en Moraya el 4 de diciembre de 1831. Apoyó los movimientos independentistas de América Latina, secundó a San Martín en la campaña del Perú y ejerció como gobernador de Salta. Comenzó su carrera militar en el regimiento Fijo de Buenos Aires.

“En 1795 prestó servicios civiles como subdelegado en Cochabamba del partido de Arque y después en Charcas (Chuquisaca). Desempeñó el cargo de fiscal en la Real Audiencia de Río de la Plata. Se unió al Ejército del Norte después de la batalla de Tucumán, acompañando al general Belgrano en la campaña del Alto Perú, donde los insurrectos fueron derrotados por las tropas realistas en Vilcapugio y Ayohuma.

En septiembre de 1820 Álvarez de Arenales se unió al ejército de los Andes, con el que el general San Martín marchó hasta Perú, después de haber derrotado a los españoles en Chile. Arenales comandó un cuerpo del ejército, que, partiendo de Ica, se internó en la sierra y consiguió victorias sobre los españoles, como la de Pasco, en la que venció a la brigada español Diego de O'Relly. Después se reunió con el Ejército Libertador en Haura, donde San Martín había establecido su cuartel general. Álvarez de Arenales fue designado presidente del departamento de Trujillo y recibió los títulos de mariscal de campo de la República de Chile y suboficial de su Legión de Mérito, el de gran mariscal del Perú, jefe de estado mayor, general en jefe del ejército Centro y fundador de la Orden del Sol.

Pero tras la renuncia de San Martín la anarquía comenzó a extenderse y Álvarez de Arenales solicitó su retiro y marchó a la provincia de Salta. En 1823 fue elegido gobernador de Salta. Perdió el poder en Salta como consecuencia de la anarquía, que le empujó además a la expatriación a Bolivia. En su honor fue erigida su estatua ecuestre en Salta.” (M. Tejero)

Dicho esto, se puede considerar que un español peninsular, con crianzas americanas del virreinato de Rio del Plata siendo parte en una fracción de lo que fue la guerra de emancipación Americana conllevando a la reflexión de que no todos los españoles peninsulares apoyaban la causa realista. Esto proporciona información suficiente para poder discrepar con lo que varios autores mencionan que todos los españoles eran realistas.

La presencia de Álvarez de Arenales, no solo es una contradicción a todo lo pensando previamente, además genera como secuela el dato que la España imperialista del siglo XIX era repudiada a tal nivel que sus mismos peninsulares se rebelaban en contra de la supremacía que esta ejercía sobre sus colonias.

Además el brillante desempeño que aportó a la causa libertadora no puede ser dejado de

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