Actividades y acciones militares acometidas por el Libertador y los proceres de la Independencia
captor23 de Enero de 2012
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INTRODUCCIÓN.
Los hechos de la historia son fundamentales para la sociedad porque a partir de ellos se sientan precedentes en batallas, luchas, y personajes que forman nuestra historia e identidad nacional.
De estas contiendas que en sus momentos fueron sangrientas y decisivas para que se produjera la libertad tan anhelada del libertador y del pueblo.
Simón Bolívar héroe de la patria que inicio su lucha por su ideal de liberar a los pueblos del yugo español el cual lleva y convence de sus ideas a otros para lograr su visión y objetivos, fue sin duda el precursor de las banderas libertarias.
LA PRIMERA REPÚBLICA.
Es el nombre con que se conoce al periodo histórico transcurrido entre los años 1810 y 1812 en la historia de Venezuela. La primera república tiene su inicio el 19 de abril de 1810 cuando una Junta Suprema declarada en Caracas destituye al Capitán General Vicente Emparan e instala un Congreso así como declara la independencia del país el 5 de julio de 1811. El nombre del país durante este período fue Estados Unidos de Venezuela, Confederación Venezolana o Provincias Unidas de Venezuela, y tuvo como capital a la ciudad de Valencia con motivos de mantenerla como aliada a la pretensión independentista de Venezuela.
CAMPAÑA DE VALENCIA.
Fue la respuesta del gobierno a la insurrección que estalló en Valencia el 11 de julio de 1811, tras enterarse de la declaración de la Independencia.
Fue una campaña militar emprendida por los patriotas contra la ciudad de Valencia durante el año 1811 con el objetivo de recuperar las provincias del occidente del país y hacer que éstas se sometieran al gobierno de la Junta Suprema. Cuando llegaron a Valencia las noticias de la Declaración de Independencia en Caracas, se declararon en rebeldía y leales a Fernando VII. Los valencianos tomaron los cuarteles de la ciudad prácticamente sin resistencia.
Los mantuanos, que no toleraban a los patriotas, nombraron comandante al Marqués del Toro para enfrentar la sublevación valenciana, quien marcho a través de los valles de Aragua y luego alrededor de Valencia. En Mariara encontraron resistencia tras lo cual el Márquez detuvo su avance, pero el 15 de julio es derrotado. Entonces, Francisco de Miranda, a los 61 años de edad, lo sustituyo y dirigió la campaña, es nombrado Comandante en Jefe del Ejército y sale con sus tropas hacia Valencia el día 19. Las acciones de calles y plazas fueron reñidas. Francisco de Miranda ordena atacar las posiciones más fuertes de los rebeldes y el 23 de julio los republicanos toman la ciudad.
Los patriotas fueron expulsados tras duro combate. Miranda le puso sitio a la ciudad, la que capitula el 13 de agosto.
PÉRDIDA DEL CASTILLO DE PUERTO CABELLO.
Se le registra en la historiografía venezolana como la principal derrota de los patriotas en esta ciudad, es lo que se conoce como la "Pérdida de la Plaza de Puerto Cabello de 1812".
El 2 de mayo de 1812, el General Francisco Miranda, nombró al Coronel Simón Bolívar Comandante Político y Militar de Puerto Cabello, la fortaleza más importante que tenía la ex Capitanía General de Venezuela en ese momento.
El 30 de junio de 1812 estalló una rebelión armada en el castillo San Felipe de Puerto Cabello, aprovechando la ausencia de su comandante, el Coronel Simón Bolívar, quien se encontraba en la ciudad con el coronel Aymerich, hecho que propició la traición de su segundo al mando, el canario Francisco Fernández Vinoni, en la cual participaron algunos de los procesados militares de la rebelión de Valencia de 1811. Bolívar inmediatamente atacó a los sublevados y la artillería del castillo arrasó la ciudad durante cinco días, haciendo que sus pobladores abandonaran la ciudad. El día 6 en la mañana Bolívar abandonó Puerto Cabello embarcándose por el puerto cercano de Borburata, acompañado tan solo de ocho oficiales.
Así, a pesar de todos los esfuerzos de Bolívar para tratar de dominar el movimiento, la plaza pasó a manos de los realistas, y con ella todo el material de guerra y otros recursos allí almacenados. La pérdida de Puerto Cabello ha privado al bando republicano de su principal arsenal y permite a Monteverde avituallarse por la costa; no hay manera de saber cuándo ni de dónde podrá el bando republicano recibir nuevos pertrechos para remplazar lo que se ha perdido.
Este acontecimiento, unido a los triunfos de Antojanzas en los llanos de Calabozo y a la insurrección de Curiepe, dio notable impulso a las acciones de Monteverde, paralizadas como consecuencia de los fallidos ataques a La Victoria y a la carencia de material de guerra. Al saber Miranda la caída de Puerto Cabello comentó textualmente "Tenez: Le Venezuela est blesé au coeur" (Miren ustedes: Venezuela ha sido herida en el corazón).
LA CAPITULACIÓN DE FRANCISCO DE MIRANDA.
El 24 de julio de 1812 pacta esa capitulación con el marino lagunero. Según los acuerdos establecidos éste debía permitir a los patriotas que deseasen abandonar el país su abandono. Se comprometía a no ejercer represalias. Pero nada de eso se cumplió. El capitán Francisco Mármol refirió que tan pronto como llegaron a Caracas, algunos sectores exigieron la detención del Generalísimo, entre ellos “la del señor Orea y los ruego de muchos españoles que eran adictos, por lo que se resolvió el General a mandar un aviso a La Guaira para el detenimiento de Miranda y de cuantos de importancia en la complicidad le acompañaban”. Al decidirse el Precursor a embarcarse para el exterior desde La Guaira, el 30 de julio es arrestado por un puñado de jóvenes oficiales entre los que se encontraban Manuel María Casas, Miguel Peña y Simón Bolívar. Entre ellos el Libertador parecía el más exaltado, pretendiendo fusilarlo por haber capitulado con el enemigo y por querer abandonar el país. Otros como Casas buscaban lisonjearse con el vencedor. Compartimos la opinión de la profesora Bohórquez que se buscaba un chivo expiatorio y el arresto de Miranda venía a ser la puerta de escape más segura. En todo caso Monteverde estaba convencido de que los tres oficiales habían actuado inspirados por el mismo sentimiento.
Por ello estima que debían ser recompensados por tal arresto. Se les perdonaba en virtud de tal gesto su pasado insurgente. Los dos anteriores fueron colocados bajo su protección, mientras que al segundo se le dio pasaporte para el extranjero. En su carta a la Regencia hizo constar “el perdón de su extravío y aún tenerse en consideración sus acciones, según la utilidad que haya resultado de ellas al servicio de S.M.” de Las Casas. Peña y Bolívar.
Confiesa el lagunero que “en el momento que pisé esta ciudad, di las órdenes más perentorias para la detención de aquellos en La Guaira pero afortunadamente cuando llegaron, aunque dirigidas con la mayor rapidez ya Casas con el consejo de Peña y por medio de Bolívar había puesto en prisiones a Miranda y asegurado a todos los colegas que se encontraban allí. Operación en que Casas expuso su vida, que hubiese perdido si hubiese eludido su orden, del mismo modo que habrían corrido un riesgo Peña y Bolívar. Casas completó su obra del modo más satisfactorio”5. Una carta de su cuñado y amigo Coto Paul confirmaba el odio larvado que tenían esas familias ligadas por intereses sociales, políticos y económicos desde la segunda mitad del siglo XVIII como los Paz Castillo y los Rivas y que bien habían mostrado ante el Precursor en su actitud ante la invasión de 1806: “En el caso de no ser posible su venida, ni libertarnos de los yugos de los Ribas, Castillos, Menas etc., me llame Ud. al ejército con una compañía de cien hombres, que formé yo mismo hace dos meses”.
De las Casas, al acatar la orden de Monteverde, contradecía los términos de la capitulación, ya que el nuevo Capitán General no tenía autoridad sobre el jefe de las fuerzas republicanas. El Precursor debía ser respetado y gozaba de inmunidad. Bolívar trató de liberarse de las flaquezas de su actuación y la historiografía “bolivariana” y sus propios testimonios de muchos años después trataron de exonerarlo de responsabilidad y culpar en exclusiva a De las Casas de los hechos, que se mantuvo hasta su muerte desde entonces en el bando realista. Lo mismo trató de hacer Peña. Significativamente, muchos años después, en 1843, los descendientes del comandante de la Guaira, entre los que se encontraba su hijo Manuel Vicente, importante dirigente de la Guerra Federal, ejercieron esa misma actitud exculpatoria2. Miguel Peña viajó a Caracas, donde pudo vivir sin problemas, incorporándose al año siguiente en Aragua a la nueva guerra en el bando republicano, mientras que Bolívar pudo regresar a su ciudad natal sin ser hecho prisionero y residió en la casa el Marqués de Casa León.
Monteverde “muy curiosamente” explicó dos veces a su gobierno por la expedición de ese pasaporte. En su despacho de 26 de agosto de 1812 manifiesta que “no podía olvidar los interesantes servicios de Casas (haber puesto en prisión a Miranda), ni el de Bolívar y Peña (ser el medio usado para esa prisión) y en virtud de ello no se han tocado sus personas, dando solamente al segundo sus pasaportes para el extranjero, pues su influencia y conexiones podían ser peligrosas en esas circunstancias”. La segunda fue el 20 de enero de 1813, donde aclara que no quiso fusilar a Miranda, como había sido su intención y accedió “para disimular” y con “dolor”
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