Antonio Jose De Sucre

ANTONIO JOSE DE SUCRE

RELACION QUE TENIA SUCRE CON EL LIBERTADOR

Los vínculos que establecemos con los demás serán mucho más profundos, mientras más reflejen nuestras intenciones e intereses, mientras más se parezcan a los valores que inundan nuestra personalidad. Podemos decir que “Un amigo es una imagen que tienes de ti mismo”, ese es el caso de Sucre y el Libertador, dos de los más grandes hombres y sus periplos en busca de la libertad y la unión de los pueblos de América.

Antonio José de Sucre, quien nació en Cumaná el 3 de Febrero de 1795, al igual que Bolívar sufrió importantes pérdidas, la primera a los 7 años cuando quedó huérfano de madre y fue enviado a estudiar a la capital. Quizás fue a esa edad cuando comenzó a forjar su disciplina, valor y método para desenvolverse en el mundo. Teniendo que madurar muy joven, por su condición de huérfano, muy temprano supo lo que quería ser en la vida: militar. El joven Sucre al igual que Bolívar también leía a los pensadores del siglo XVIII, los enciclopedistas, Rousseau, Voltaire, y se convirtió en un entusiasta de la Revolución Francesa.

Sucre trabaja arduamente y logra por merito propio ascender en la jerarquía militar, combatiendo bajo las órdenes de Mariño. Pero en 1817, dando muestra de honestidad intelectual y de su temprana lealtad a Bolívar, se negó a formar parte del movimiento disidente que convocó el congresillo de Cariaco y, separándose de Mariño, se trasladó a Guayana para ponerse bajo las órdenes de Bolívar.

Sucre siguió ascendiendo en la jerarquía militar, actuando con gran rigor contra la indisciplina y los vicios, así participa en la batalla de Junín y gana la de Ayacucho en 1824, con lo cual logra el título de Gran Mariscal, aunque a decir del Libertador sus méritos como militar quedaban opacados si se le comparaban con su calidad humana, entrega, pasión y disciplina por un sueño común con Bolívar: la consagración de una América unida y revolucionaria.

Sucre y Bolívar se profesaron mutuamente una honda admiración y un afecto a toda prueba. En la campaña que emprendía Bolívar hacia el Sur, Sucre se convertiría en su indispensable compañero de armas. Estaban unidos por causas comunes: el trabajo continuo y disciplinado por alcanzar las metas que lo llevasen en la dirección de sus aspiraciones para América. Una de ellas en 1825, cuando ocupó el territorio del Alto Perú, que se independizó del gobierno de Buenos Aires, adoptando el nombre de Bolivia, de cuyo gobierno sería Sucre su primer presidente por dos años.

La posteridad se ha encargado de reivindicar los sueños, las ideas y valores de estos grandes hombres. “En todas partes cuente con los servicios y la gratitud de su más fiel y apasionado amigo” finaliza Sucre aquella última carta enviada a Bolívar, reflejando su espíritu de adhesión y lealtad absoluta no sólo a un hombre, si no a los ideales que éste representaba, los mismos que han sido transmitidos en América entre las generaciones subsiguientes. Siendo estos últimos años, la prueba fehaciente de que en América Latina, no han dejado morir las ideas de estos hombres que dejaron su vida en pos de un sueño común.

EL CONGRESO ADMIRABLE. 20 DE ENERO - 11 DE MAYO DE 1830

Mientras los venezolanos consumaban la disolución de Colombia, Bolívar hacia un último intento por preservar la unión, realizando el Congreso constituyente que había convocado desde 1929, convencido de que una nueva Constitución podía evitar la desintegración.

Este Congreso que Bolívar calificó de "admirable" por la alta calidad ciudadana de los 67 diputados electos, de los cuales solo 48 asistieron, se instaló e Bogotá, bajo la Presidencia de Sucre. El Libertador consideró que en él se reunía «la sabiduría nacional, la esperanza legítima de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas...»

El discurso inaugural fue pronunciado por el Libertador. En él, además de presentar su renuncia ( Esta quinta renuncia fue rechazada por 22 diputados) a la Presidencia de la República de Colombia, hacía una reseña de los últimos acontecimientos ocurridos en el territorio gran colombiano, y explicaba las razones por las cuales había asumido la dictadura. "La independencia es el único bien que hemos alcanzado, a costa de todos los demás", declaro con amargura. El Congreso le pidió aplazar la renuncia hasta que fuera promulgada la nueva Constitución.

Contrariamente a lo que había sucedido en el seno de la Convención de Ocaña, donde los debates resultaron turbulentos, los diputados del Congreso Admirable dieron muestra de la mayor ponderación.

Tras prohibir a Bolívar que se trasladara a Caracas para frenar el proceso separatista que cundía en Venezuela, enviando en su lugar la delegación que se entrevistó con los emisarios de Páez en la frontera, el Congreso se dedicó a examinar el proyecto de Constitución.

Éste establecía un Estado centralista y un gobierno alternativo y que conciliaba

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