CONSTRUCTORES PRODIGIOSOS

                                                     Historia de la Arquitectura I

Constructores Prodigiosos

En el transcurso de la historia del hombre y de la Arquitectura, aparentemente poco se ha difundido la manera en que ambos han evolución y la sinergia que han compartido. Esta perspectiva del desarrollo de la humanidad a través de los siglos tiene una cantidad inmensurable de sabiduría práctica así como una inherente radiografía de la mentalidad individual y social de cada una de las diferentes épocas.

Es difícil concebir, por ejemplo, que en realidad el hombre de la prehistoria podía haber sido mucho más brillante que el hombre contemporáneo, con una sensibilidad extraordinaria al medio ambiente y una pragmática sabiduría. En el transcurso del estudio de la historia, mucho se ha logrado dilucidar sobre infinidad de culturas gracias al análisis de su arquitectura, debido a que la forma en que la gente vive revela gran cantidad de detalles sobre sus costumbres y conocimientos.

La arquitectura vernácula independientemente de ofrecer un interesante registro histórico, es una fuente infinita de conocimiento sobre temas tan variados como principios y sistemas constructivos, el uso de materiales autóctonos, herramientas, así como la tropicalización de la vivienda según su ubicación geográfica por mencionar algunos. Existen lugares en donde el contacto con el mundo exterior es tan limitado que la supervivencia de sus sociedades depende de transmitir de generación en generación todo el conocimiento que han acumulado desde sus inicios, el cual incluye de manera medular la forma y la manera de construir sus viviendas.

Cuando uno se da el tiempo de estudiar esta “arquitectura anónima”, y más que nada los razonamientos que la gestaron como resultado, es imposible no admirar la forma en que su diseño obedecía principios tan elementales pero que el día de hoy parecemos haber olvidado. Períodos en los que los cambios eran prácticamente inexistentes por que la propuesta vigente no requería de ninguno y no había la influencia del capricho de algún “diseñador”. Inclusive, pudiera parecer inverosímil el dominio que tenían de conocimientos tan avanzados en temas tan complejos como la astrología o climatología, y además encontraran la manera de aplicarlo a su “rudimentaria” arquitectura.

Cuando uno lee acerca de los constructores neolíticos de Lindenthal, es imposible no sentir la necesidad de cuestionar las bases, cualesquiera que sean, de lo que conocemos como arquitectura moderna o contemporánea. Conceptos como el de “arquitectura orgánica” dejan de ser un nombre que relacionemos exclusivamente con sustentabilidad y empecemos a concebirlo de la misma manera que sus constructores originales.

Pienso que en el ejercicio práctico de la arquitectura actual es fundamental tener en consideración todo este antecedente histórico, por que independientemente de la disponibilidad que tengamos a todo tipo de recursos, las bases de una buena Arquitectura no deberían de cambiar.

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