Causas de la revolucion francesa.

Causas de la revolución francesa

1. El pueblo francés ya estaba cansado y no confiaba en la sociedad de órdenes, tal como existía hacia finales del Siglo XVIII y tal como más o menos venía repitiéndose desde hacía cientos de años, puesto que en los hechos había derivado en una clase privilegiada (la nobleza) demasiado rica, con demasiados poderes, y poco numerosa, que confrontaba con una mayoría de la población (el llamado estado llano), que era demasiado pobre, y que tenía muy pocos derechos.
2. Francia había sufrido, durante los años que precedieron a 1789, numerosas sequías y heladas, lo que había arruinado varias cosechas. No obstante, esa penosa situación, los agricultores debían cumplir con sus obligaciones fiscales, independientemente de los rendimientos agrícolas obtenidos. Y poco a poco, y año a año, la situación se transformó en insoportable, pues en los campos y en ciertos sectores de las ciudades, la desnutrición y aún la muerte por inanición, pasó a ser algo relativamente corriente.
3. Acciones de filósofos y enciclopedistas, así como acontecimientos internacionales (como por ejemplo la independencia estadounidense), también aportaron lo suyo, dando base teórica a la necesidad y posibilidad de instrumentar cambios; burgueses y aún nobles liberales, instruidos y de buen nivel cultural, hicieron sus contribuciones en cuanto a difusión de ideas nuevas y en cuanto a convincentes y encendidos discursos.
4. Como resultado del devenir económico y de la rigidez de la estructura política que acaba de ser presentada, el pueblo aspiraba a mejorar su propia y penosa situación, ya que no podía tolerar ni soportar más una sociedad tan injusta y tan rígida, que los conducía a la extrema pobreza y al hambre.
5. La subida de los precios había aumentado y estaba afectando a todos los productos.
6. Los gastos de la Corte y la ayuda a los Estados Unidos en la guerra de Independencia contra Gran Bretaña hacen que se dispare el déficit y que la situación de las cuentas públicas sea casi de bancarrota.
7. A finales del siglo XVIII Francia seguía anclada en lo político en el Antiguo 
   Régimen, el rey gobernaba sin contar con nadie, seguía teniendo todo el poder político y justificando su poder a través de argumentos religiosos, evidentemente el sistema era anacrónico.

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