Coliseo Romano

El Coliseo romano es un anfiteatro de la época del imperio romano, construido en el siglo l y se encuentra en el centro de la ciudad de Roma. Su construcción comenzó en el año 74, por orden del emperador Vespasiano, originalmente era denominado Anfiteatro Flavio, en honor a la Dinastía Flavia, pasó a llamarse Colosseum por una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón. El Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y una de las Siete Maravillas del mundo moderno el 7 de julio de 2007.

El Coliseo tenía un aforo para unos 50.000 espectadores, el Emperador y los senadores estaban más cerca de la arena y a medida que se ascendía se encontraban las personas de estratos inferiores de la sociedad. En el anfiteatro tenían lugar las luchas de gladiadores y espectáculos públicos como caza de animales, ejecuciones, recreaciones de batallas y obras de teatro, pero también ocurrieron escenas de mucha crueldad; miles de animales, hombres, también cristianos murieron para satisfacer a los espectadores.

El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo Vl, cuando el edificio dejó de emplearse para estos propósitos en la Alta Edad Media se utilizó como refugio, fabrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo material para construir otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los cristianos que fueron martirizados.

Aunque su estructura está muy dañada por terremotos y por la extracción de abundante material para la construcción de otros edificios, el Coliseo sigue siendo imponente, con sus poderosos arcos, viguerías, columnas y escalinatas que nos muestran su grandeza e inmensidad. Es una de las atracciones más populares de la moderna Roma y está ligado a la iglesia católica, por lo que el papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada viernes Santo.

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