Danza Egipcia

Danza egipcia.

Desde el inicio de la humanidad, la danza ha servido para expresar los sentimientos de alegría. En las ceremonias religiosas, banquetes, funerales, fiestas populares y danzas de guerras. Los antiguos egipcios también bailaban al compás que marcaba la música y los instrumentos de percusión y de viento para transmitir de esta forma sus sentimientos. Así, la danza ha sido una de las manifestaciones artísticas más comunes entre los egipcios desde el inicio de su dilatada historia.

Este tipo de danza surgió prácticamente a partir de ceremonias religiosas en donde los movimientos estaban profundamente relacionados con alabanzas a diferentes dioses. Las bailarinas danzaban al ritmo de palmadas, tambores y sistros, en festines, celebraciones religiosas y fiestas populares. En general, bailaban las mujeres y los hombres se dedicaban a acompañar con la música. Los movimientos podían ser delicados y lentos, o bien con acrobacias y contorsionismo.

Normalmente se bailaba en grupos o en pareja. Las danzas relacionadas con ritos funerarios se tiene más constancia y son las más antiguas de Egipto. Luego se traslada el foco central de las mismas al templo, donde se harían ceremonias reales y religiosas, baile que se realizaría durante la ceremonia de “jubileo” de los faraones, en el festival en honor a diferentes dioses (amun, mut, entre otros).

A medida que el Imperio iba creciendo se sofistico, debido entre otros motivos al intercambio cultural con otros pueblos: Fenicios, Sirios, Palestinos, Nubios y Beduinos. Tras el Imperio Nuevo, a Egipto le sucedieron las invasiones de Asirios y Persas, que también influenciaron el baile.

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