Derechos Humanos

El término “Derecho Humanos” se puede definir básicamente como los conceptos inherentes y éticos que se encuentran en continua evolución, imponiendo deberes al Estado y facultades a las personas teniendo como finalidad valorar la dignidad humana. A pesar de haber demasiada diversidad en los términos para nombrar a estos derechos, su objetivo es uno.

Estos derechos, independientemente de que término se ocupe, nacen como un acto noble y civilizado de la humanidad, son aquellos que buscan nuestra libertad, el brindarnos una vida digna, y están garantizados para cualquier persona. Los fundamentos de los derechos humanos están basados en el simple hecho de la naturaleza humana y su esencia. Su objetivo principal es promover la igualdad de desarrollo. Por tanto, se dice que los derechos humanos son otorgados a cualquier persona sin importar nada por el simple hecho de serlo, pudiéndose mencionar que la creación de la Declaración de los Derechos humanos ha sido un gran paso para el camino hacia la igualdad, pero hace falta esfuerzo por llevarla a cabo de la manera correcta.

Se considera que los derechos humanos han sido puntos de los cuales se ha sostenido una constante lucha por la dignidad humana, así como también un recurso para darle legitimación a diversos temas económicos o políticos, por lo que se puede deducir que será la sociedad la que podrá definir el rumbo del ejercicio de los derechos humanos, la que influirá su respeto y su cumplimiento, mas que las acciones que puedan realizar los gobiernos.

Este controversial tema, puede ser abordado también desde el punto de vista cultural, ya que es una fuente importante de conocimiento la enseñanza y la educación, ambas dan pie y facilitan el ideal de una sociedad con un respeto hacia los derechos humanos. La educación se debe de llevar de una manera integral, tanto informativa como formativamente para facilitar el aprendizaje de los derechos humanos, su respeto, así como la convivencia sana y democrática, convirtiendo su aplicación tal cual en una realidad.

Para concluir, es posible erradicar la utopía de los derechos humanos con un poco de esfuerzo de nuestra parte, principalmente al momento de ponerlos en práctica, ya que el problema no es su reconocimiento, sino el preservarlos y defenderlos. Sin duda, son imprescindibles para la edificación de un mundo justo y humano, y de nosotros depende su crecimiento, ya que no es solo responsabilidad del Estado, sino también de la sociedad como conjunto.

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