Dia Internacional De La Paz

Día Internacional de la Paz:

grito contundente que estremece las estructuras de una sociedad sedada por los barbitúricos del capitalismo.

21 de septiembre 2014

Nº 010

No confundas jamás el ruido del fracaso con el sonido de la construcción abierta. Suenan igual de fuerte y puede que compitan entre sí pero conviene prestar atención para escuchar el cantar de la esperanza pese a la vorágine exterior.

No hay nada más sobrecogedor en este mundo que vivir en guerra. Eso de que en el amor así como en la guerra todo se vale, es falso. La humanidad a fuerza de pérdidas irreparables ha ido aprendiendo que aún en las peores circunstancias, no es posible la absoluta destrucción ni el trato cruel al contrario. Son muchos los esfuerzos realizados desde el Derecho internacional humanitario para construir un conjunto de normas que en tiempo de guerra o conflicto armado, protejan a las personas que no participan en las hostilidades o que han dejado de hacerlo. Su objetivo es limitar y evitar el sufrimiento humano.

La vida es un destino que se escoge en donde cada quien es imprescindible y, si se ha de transitar en búsqueda de la trascendencia, es mejor no hacerlo en solitario sino en colectivo.

Estamos de cumpleaños. ¡Vamos a celebrar con todo entusiasmo los 15 años de la Escuela Bolivariana!

Y, nada mejor para ello, que hacerlo con una reflexión y un firme pronunciamiento en favor de la paz mundial que empieza en nuestras escuelas.

Definitivamente, lo más complejo y profundo de la vida se expresa sencillamente: no podemos perder la vida dando traspiés, ahogándonos en

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 1981 estableció el 21 de septiembre como Día Internacional de la Paz con el fin de reforzar los ideales de buena convivencia entre todas las naciones y pueblos del mundo. En el año 2001, se aprueba por unanimidad en el seno de dicha organización que ese día sea de cese al fuego y no violencia. Sin embargo, los Convenios de Ginebra y sus Protocolos, la Organización de Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y cuanta organización humanitaria se nos ocurra, no son suficientes para enfrentar el ansia de dominación de imperios que desean apoderarse de las fuentes económicas del mundo e inician, propician o financian el dolor ajeno.

Está prohibido dar un trato beligerante a las personas civiles o a quienes ya no están en el conflicto por ser prisioneras, o estar heridas o rendidas. Prohibido atentar contra su vida o integridad corporal, especialmente el homicidio en cualquiera de sus formas, mutilaciones, tratos crueles, tortura o suplicio. Prohibido la toma de rehenes, los atentados contra la dignidad

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