El Mito Del Quinto Sol

Mito del quinto sol

Se dice que cuando aún era de noche, cuando aún no había luz, cuando aún no amanecía, dicen que se juntaron, se llamaron unos a otros los dioses, allá en Teotihuacán.

-¿Quién alumbrará al mundo?- preguntaron.

Un dios arrogante que se llamaba Tecuciztécatl, dijo:

-Yo me encargaré de alumbrar al mundo. Yo seré el Sol-les dijo.

Después los dioses preguntaron:

-¿Y quién más? -Se miraron unos a otros, y ninguno se atrevía a ofrecerse para aquel oficio.

Yo quiero competir -se oyó una voz.

Todos se sorprendieron: el que había hablado era el Señor de las Heridas Nanahuatzin, el más despreciado de los dioses.

Había, por lo tanto, dos candidatos para transformarse en Sol, y se organizó una competencia para decidir cuál de ellos merecía semejante honor.

Después de cuatro días, los dioses, se sentaron alrededor de la hoguera sagrada: los contendientes debían entrar en las llamas para transformarse en Sol. Iban a presenciar el sacrificio de Tecuciztécatl y Nanahuatzin.

Entonces dijeron: -¡pues, Tecuciztécatl! ¡Entra tú en el fuego! y Él hizo el intento de echarse, pero le dio miedo y no se atrevió.

Probó varias veces, pero no pudo arrojarse

Luego los dioses dijeron:

-¡pues Nanahuatzin! ¡Ahora prueba tú! -Y este dios, cerrando los ojos, se arrojó al fuego.

Cuando Tecuciztécatl vio que Nanahuatzin se había echado al fuego, se avergonzó de su cobardía y también se aventó.

De pronto, en el cielo radiante apareció el Sol. Era Nanahuatzin, que se había transformado para dar la luz a los hombres. Pero, ¿qué era esa cosa de menor tamaño y de luz blanquecina que estaba detrás del Sol?

-Era Tecuciztécatl, no tiene luz propia porque tuvo miedo. Sólo se ha convertido en Luna, que refleja la luz del Sol -explicó uno de los dioses.

-Ambos no pueden brillar al mismo tiempo -sostuvo otro dios- La luz del Sol es suficiente para los días, no hace falta más.

-En cambio, de noche, cuando el Sol descansa, podría sustituirlo la Luna -propuso un tercero-. Su luz no es muy potente, pero también es hermosa.

-Entonces, hay que separarlos -acordaron todos.

Pero el sol y la luna no se movían. Entonces los dioses decidieron sacrificarse y morir para darles

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