ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Profecías Aztecas. El Quinto Sol


Enviado por   •  6 de Febrero de 2013  •  4.149 Palabras (17 Páginas)  •  586 Visitas

Página 1 de 17

Profecías Aztecas (Quinto Sol)

Según la cosmogonía de los aztecas, existieron cuatro soles o edades antes que la nuestra, cada una de las cuales finalizó con grandes catástrofes naturales que diezmaron a la humanidad.

El mito de los cinco soles es conocido por la literatura azteca y por los pocos códices que sobrevivieron a la destrucción de los conquistadores, pero principalmente por el llamado “Calendario azteca”, “Piedra del Sol” o “Piedra de los Soles”,

El primer Sol que hubo al principio, bajo el signo 4, Agua, se llamó ATLTONATIUH (Sol de Agua). En este sucedió que todo se lo llevó el agua, todo desapareció, y las personas se convirtieron en peces.

El segundo Sol que hubo estaba bajo el signo 4, Ocelote, y se llamó OCELOTONATIUH (Sol Felino). En este sucedió que se hundió el cielo, el Sol no seguía su camino; al llegar al mediodía se hacía de noche, y cuando oscurecía los tigres se comían a la gente. Y dicen que bajo este Sol vivían los gigantes, que así se saludaban: “No se caiga Ud., porque el que se cae, cae para siempre”.

El tercer Sol que hubo, bajo el signo 4, Lluvia, se llamó QUIAHUTCNATIUH (Sol de Lluvia de Fuego). En él sucedió que llovió fuego sobre las personas, y los que en él vivían se quemaron. Y dicen que en él llovieron guijarros, y que ésos son las piedras que ahora vemos; que hirvió la piedra TEZONTLE, y que entonces se enrojecieron los peñascos.

El cuarto Sol, bajo el signo 4, Viento, se la llamó EHECATONATIUH (Sol de Viento). En éste todo se lo llevó el viento. Entonces todas las personas se volvieron monos, y fueron esparcidas por las selvas y los bosques.

El quinto Sol, bajo el signo 4, Movimiento, se llamó OLLINTONATIUH (Sol de Movimiento), porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en él HABRA MOVIMIENTOS DE TIERRA, HABRA HAMBRE, Y ASI PERECEREMOS...”

EL MITO DEL QUINTO SOL

“EL ANTIQUISIMO MITO DE LOS SOLES”

En qué forma comenzó, en qué forma dio principio cada Sol hace 2513 años -así se sabe- hoy día 22 de mayo de 1558 años.

Este Sol, 4 tigre, duró 676 años. Los que en este primer Sal habitaron, fueron comidas por ocelotes (tigres), al tiempo del Sol, 4 tigre. Y lo que comían era nuestro sustento -7 grama- y vivieron 876 años. Y el tiempo en que fueron comidos fue el año 13. Con esto perecieran y se acabó (todo) y fue cuando se destruyó el Sol. Y su año era 1 caña; comenzaron a ser devoradas en un día -4 tigre- y sólo con esto terminó y todos perecieron.

Este Sol se llama 4 viento. Estos, que en segundo lugar habitaron en este segundo (Sol), fueron llevados por el viento al tiempo del Sol 6 viento y perecieron. Fueron arrebatados (por el viento) se volvieron monos; sus casas, sus árboles todo fue arrebatado por el

6 viento y perecieron. Fueron arrebatados (por el viento) se volvieron monos; sus casas, sus árboles todo fue arrebatado por el viento, y este Sol fue también llevado por el viento. Lo que comían era nuestro sustento. 12 serpiente; el tiempo en que estuvieron viviendo fue 364 años. Así perecieron en un solo día llevados por el viento, en el signo 4 viento perecieron.

Su año era 1 pedernal. Este Sol 4 lluvia era el tercero. Los que vivieron en la tercera (edad) al tiempo del Sol 4 lluvia, también perecieron, llovió sobre ellos fuego y se volvieron guajolotes (pavos), y también ardió el Sol, todas sus casas ardieron, y con esto vivieran 312 años. Así, perecieron, por un día entero llovió fuego. Y lo que comían era nuestro sustento. 7 pedernal, su año era 1 pedernal y su día 4 lluvia. Los que perecieron eran los (que se habían convertido en) guajolotes (pipiltin) y así, ahora se llama a las crías de los guajolotes pipil-pipil.

Y estos que vivieron en esta cuarta edad, estuvieron en el tiempo del Sol 4 agua. El tiempo que duró fue de 676 años. Y cómo perecieron: fueron oprimidos por el agua y se volvieron peces. Se vino abajo el cielo en un solo día y perecieron, todo monte pereció. El que estuvo extendida 52 años y con esto terminaron sus años.

Este Sol, su nombre 4 movimiento, este es nuestro Sol, en el que vivimos ahora, y aquí está su señal, cómo cayó en el fuego el Sol, en el fogón divino, allá en Teotihuacan. Igualmente fue este el Sol de nuestro príncipe, en Tula, o sea de Quetzalcóatl.

El quinto Sol, 4 movimiento su signo, se llama Sol de movimiento porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimiento de tierra, habrá hambre y con esto pereceremos.

Sigue un interesante análisis lingüístico, antropológico, histórico y mítico que León-portilla hace línea por línea que sin embargo por su amplitud no vamos a reproducir aquí. Lo que si retransmitiremos es su enfoque global sobre este mito, el cual está más acorde con el asunto central que estamos tratando:

“La idea de la lucha aplicada antropomorficamente a las fuerzas cósmicas. Es precisamente la forma encontrada por el pensamiento náhuatl para explicarse el acaecer del universo. Este ha existido en diversos períodos de tiempo Al principio, recién creado, hubo un

equilibrio de fuerzas (sub. abp): “los cuatro dioses hijos de Tonacatecuhtli se juntaron y dijeron que era bien que ordenase lo que habían de hacer y la ley que habían de tener”.

Más, este primer equilibrio no fue algo estable; las luchas míticas de Quetzalcóatl y los varios Tezcatlipocas habrán de romperlo. Porque como ninguno de los cuatro dioses existen por si mismo ni es en realidad sostén del universo, ya que esto es obra de Ometeotl, su condición es también precaria e inestable. Sólo Ometeotl, -dualidad generadora y sostén universal –está en pie por sí mismo. Sus hijos, los cuatro primeros dioses, son fuerza en tensión y sin reposo. Llevan en sí mismos el germen de la lucha. En un afán de predominio, cada uno tratará de identificarse con el sol, para regir entonces la vida de los hombres y el destino del mundo. En cada edad de la tierra –en cada Sol- predomina uno de ellos, simbolizando a la vez un elemento –tierra, aire, fuego y agua- y uno de los cuatro rumbos del mundo. El breve lapso de tiempo en que logra mantener a raya el influjo de fuerzas rivales, constituye una de las edades del mundo, que a los mortales parecen tan largas. Más al fin sobrevienen la lucha y la destrucción. Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, combaten y reaparecen de nuevo en el campo de batalla del universo. Los monstruos de la tierra, el viento, el fuego y el agua son fuerzas que chocan, viniendo con ímpetu desde los cuatro rumbos del mundo.

Y así –de acuerdo con una velada dialéctica que en vano pretende

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24.8 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com