El Renacimieno

RENACIMIENTO

UNA ÉPOCA DE GRANDES CAMBIOS

Europa vivió una época de importantes transformaciones en todos los ór¬denes como resultado de un notable crecimiento económico. Esta etapa fue conocida con el nombre de Renacimiento.

Se denomina Renacimiento al gran movimiento de renovación que se pro¬dujo en Europa durante los siglos XV y XVI. Gracias a éste se transformó la concepción del ser humano y de la sociedad, se extendió la actitud críti¬ca, se practicó la observación de la Naturaleza y la experimentación cientí¬fica; asimismo, surgieron los estados nacionales como consecuencia de los nuevos planteamientos políticos. Otra gran innovación del Renacimiento fue el surgimiento de la ciencia moderna.

Durante el período renacentista, se fortaleció la burguesía, constituida por los habitantes de los burgos o ciudades: comerciantes, tenderos, artesanos. Muchos siervos se trasladaron a las ciudades para escapar de la servidum¬bre a que estaban sometidos en las tierras de los señores feudales.

LAS GRANDES TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DEL RENACIMIENTO

El feudalismo europeo, con sus estructuras sociales y políticas, fue sustituido gradualmente por un nuevo sistema, basado en el comercio y el desarrollo de las ciudades. Los burgueses acumularon grandes fortunas gracias a la ampliación de ya las actividades financieras.

El crecimiento de las ciudades, producto de las grandes migraciones de campesinos, propició la expansión de las actividades comerciales y un rápido desarrollo de las ; se reorganizó el intercambio de productos y se formaron mercados locales y regionales. El comercio con las regiones de Oriente se incrementó, pues se diversificaron las rutas comerciales. La expansión del comercio abarcó desde China e India hasta los puertos de Asia Menor, Siria y Egipto.

La demanda de mercancías aumentó debido al crecimiento de la pobla¬ción y la intensa actividad económica. Al mismo tiempo, la oferta creció por la introducción de nuevos productos de Oriente, como sedas, perfumes, especias, tapices y otros artículos de lujo. La economía basada en la mo¬neda se impuso gradualmente: aumentó la cantidad de dinero en circula¬ción, y se intensificó la actividad de los bancos y las casas de crédito que apoyaron la actividad de los comerciantes.

Las ciudades europeas ubicadas en las principales rutas comerciales, como Genova y Venecia, alcanzaron un gran desarrollo económico. Otras ciu¬dades importantes fueron Pisa, Marsella, Barcelona, Gante y Lieja.

EL IMPULSO DEL COMERCIO Y EL DESARROLLO DE LOS CENTROS URBANOS: LAS CIUDADES COMERCIALES Y EL SURGIMIENTO DE LA BURGUESÍA

En los burgos o ciudades se desarrolló una gran actividad mercantil. La población de los burgos estaba compuesta principalmente por comercian¬tes, trabajadores de talleres artesanales y personas dedicadas a activida¬des financieras.

Los habitantes de los burgos, llamados burgueses, necesitaban libertad para que sus negocios fueran prósperos; por eso se enfrentaron con fre¬cuencia a los señores feudales. En las ciudades, los artesanos se agruparon en gremios, corporaciones formadas por trabajadores del mismo oficio y regidas por ordenanzas o estatutos.

Las normas estatutarias para la fabricación y venta de artículos fueron muy severas; regulaban el trabajo, la remuneración del oficial artesano y el tipo de aprendizaje de los principiantes. Los gremios formaban capitales de ahorro, que se empleaban en casos de orfandad, accidentes de trabajo y enfermedad.

Los reyes apoyaron las actividades económicas de los burgueses que, con el tiempo, llegaron a gobernar algunas ciudades y tuvieron representantes ante los monarcas, igual que los nobles y los eclesiásticos. A mediados del siglo XIII, ya existía un equilibrio entre las fuerzas sociales más podero¬sas: el rey, la Iglesia, la nobleza y la burguesía

LAS TRANSFORMACIONES CULTURALES DEL RENACIMIENTO

Paralelamente al desarrollo económico de la burguesía, la actividad cultu¬ral del período renacentista alcanzó un gran esplendor.

Del mundo religioso se volvió al mundo real; el Humanismo revivió los afa¬nes de las personas por lograr una existencia más placentera y transfor¬mar la vida social como resultado de la reflexión y de la crítica. A ello contribuyeron numerosos científicos y artistas con sus descubrimientos e invenciones, con sus creaciones y motivaciones.

A pesar de ser resultado del trabajo individual, la cultura sirvió a la colec¬tividad. El ser humano se maravilló de sus capacidades, se cultivó y se co¬municó. La imprenta jugó un papel fundamental en relación con este último aspecto, pues difundió el saber que propició el desarrollo de las lenguas nacionales.

EL RENACIMIENTO DE LOS IDEALES CLASICOS: EL HUMANISMO. LA INVENCIÓN DE LA IMPRENTA.

A mediados del siglo XV, en las ciudades de la península italiana, sobre to¬do en Florencia, apareció el Humanismo, movimiento cultural que mo¬dificó enormemente el pensamiento europeo, pues planteaba una nueva forma de concebir al ser humano, a la Naturaleza, al arte, a las ciencias y a la religión. El Humanismo acompañó a la serie de transformaciones políti¬cas y económicas ocurridas en Europa durante el Renacimiento.

La cultura humanista sustituyó gradualmente las manifestaciones de la Edad Media, las cuales se centraban en la religión y en la figura de Dios. De esta manera, surgió una cultura laica, es decir, independiente del pen¬samiento religioso.

El Humanismo fue resultado del cambio de mentalidad ocurrido en las so¬ciedades renacentistas. Los burgueses, animados por sus grandes progresos económicos, comenzaron a percibirse como seres con infinitas capacidades por desarrollar.

Entre las características fundamentales del movimiento humanista se encuentran las siguientes:

• El interés por el ser humano, que se convirtió en el centro de aten¬ción de las manifestaciones culturales. Los pensadores de la época se preocuparon por conocer al ser humano universal y confiaron en la ca¬pacidad de éste para dominar todos los campos del saber mediante el es¬tudio y la inteligencia.

• La admiración por las culturas clásicas: la griega y la romana. Los humanistas se interesaron por las obras pictóricas, escultóricas y li¬terarias del mundo clásico; por eso el estudio del griego y el latín cobró gran importancia.

La tendencia al conocimiento universal. Los pensadores renacen¬tistas anhelaban

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