Emprender

no y otro son notorias aunque no necesariamente contradictorias, sino más bien complementarias. Resulta didáctico el estudio de los casos desarrollados a través de sus historias personales y de destacar el sentido ético, la preocupación por trascender a través de un código de valores y de compartir los méritos y las utilidades, así como las referencias a citas y condiciones específicas que refuerzan su proceder. Finalmente, la transformación de un negocio en una empresa que brinde beneficios es todo un proceso largo, que implica compromiso, pasión, justica y empatía, que se debe llevar desde el principio y a través de todas sus etapas pero que no termina con su institucionalización, que se reinventa así mismo y se transforma para seguir emprendiendo, diversificando y creando nuevos negocios. Destaco lo que citan los autores, el éxito en los negocios depende en gran parte de la capacidad de relaciones interpersonales, la confianza entre los socios, la automotivación y en menor grado, los conocimientos técnicos; pero sobretodo, de la capacidad de ser creativo y un conocimiento del entorno que nos permita identificar oportunidades, sinceridad y objetividad para descubrir nuestras fortalezas y debilidades, sin olvidar que cuando algo se quiere hacer uno encontrará el modo de hacerlo, pero cuando no se quiere hacer siempre se encontrarán pretextos.

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