Exilio De San Martin
sadrach293 de Julio de 2014
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2014
UBO
Karen Conejero Morales, Sadrach Arratia Pérez y Danilo Ramírez González.
[EXILIO DEL GENERAL DON JOSÉ DE SAN MARTÍN]
INTRODUCCIÓN
Nuestro trabajo abordará el exilio del General Don José de San Martín, una vez que deja américa, después de lograr la independencia de Argentina, Chile y Perú. Una de las más grandes hazañas para este General fue la formación del Ejército Libertador de los Andes, que contaba con más de cuatro mil hombres, logró derrotar a las fuerzas españolas declarando la independencia de los países anteriormente señalados, gran proeza para éste hombre que no fue del todo bien tratado por esta patria que se formaba recientemente.
En esta investigación nos pudimos dar cuenta como un personaje de la Historia de América cargado de sentimiento patriótico y amor al pueblo americano, fue tenazmente rechazado por el pueblo argentino, cuando éste decidió volver a su patria desde Europa. El sentimiento de tristeza que invadió el corazón de San Martín al ver como su territorio estaba siendo acechado por la guerra civil y donde él no tenía cabida, lo obligó a retornar a Europa. En ese territorio tan lejano no fue del todo bien recibido, fue víctima de hostigamientos por parte de funcionarios públicos, ya que venían en él una amenaza a la institucionalidad europea.
Pero la tristeza no fue por siempre, una de las alegrías más claras en la vida del prócer, la podemos ver con el nacimiento de sus nietas, esto le permitió encontrar las fuerzas para poder terminar sus días agraviado por la dolencia física que le quejaba.
DESARROLLO
Antes de comenzar esta investigación es necesario contar los primeros años de la vida de éste prócer, nos referimos a la vida y obra de Don José Francisco San Martín, nacido en Yapeyú pueblo de las misiones de Uruguay el 25 de febrero de 1778. Sus padres nobles y españoles, su padre un coronel de infantería, natural de la villa de Cervatos de la Cueza en el reino de León, su madre doña Gregoria Matorras, ambos se casaron estando uno en América y el otro en España allá por el año 1770. Fue un niño entusiasta desde muy chico, en 1789 se convirtió en cadete en el regimiento de Murcia, sirviendo durante trece años, participó contra los moros en Melilla y Orán en África, tomando un gran liderazgo dentro de los demás guerreros. En 1801 hizo la entrada de Purtugal por los algarves, su grado era teniente a cargo de una compañía de su antiguo regimiento con una edad de veintitrés años.
La guerra con napoleón le encontró en 1808 de ayudante de campo del general don Francisco María Solano, donde le tocó presenciar la muerte de los principales generales, logrando escapar de aquella escaramuza con lo único que le quedaba su propia vida, a partir de estos momentos de su vida podemos evidenciar el gran amor que tenía por el concepto patria. Participó también en la protección de España en contra de un levantamiento que comandaba don José Ordóñez, quien se transformaría en el futuro, un rival para don José de San Martín. En este contexto histórico San Martín asume un rol importante dentro del ejército español, tenía grandes características de ser un hombre republicano quedando demostrado en la batalla de Bailén donde su nombre quedó grabado en la orden del día, siendo ascendido a Teniente Coronel.
El afecto que le tenía a su amada américa, alimentaban las esperanzas de volver a la tierra donde había nacido “pero en su esforzado destierro de ultra mar, el General San Martín no había echado un instante de olvido a la américa. Siempre palpitaba en su pecho aquel corazón criollo, es decir, profundamente americano, que le había hecho desertar de las filas de Bailén en los mejores días de su gloria europea”. (Benjamín Vicuña Mackena 1971: 147). A fines de 1811 auxiliado por su amigo lord Fife, se embarcó para Buenos Aires con Alvear y una cohorte de jóvenes americanos, en su mayoría soldados, poniendo pie en tierra americana el 13 de marzo 1812 y con su llegada la más grande revolución en territorio americano, convirtiéndose en el mayor general del nuevo mundo e incluso superior al mismo Bolívar. Tal como lo dice Benjamín Vicuña Mackenna “Primer capitán americano que sabe organizar un ejército, en todos sus detalles, trazar una plan fijo de campaña, ejecutarlo con soldados como sobre un mapa, y llegar a fuerza de combinación estratégica y de recursos de ingenio o de ciencia, a un fin dado”. (Benjamín Vicuña Mackena, 1971: 18)”.
A partir de este gran plan estratégico militar de don José de San Martín, el ejército una vez construido y armado bajo las órdenes de su general y luego de haber concretado hazañas militares comparables a las de Napoleón y Aníbal, ha vencido a las fuerzas españolas, llevando la libertad a tres países: Argentina, Chile y Perú. Su creador y jefe, el general José de San Martín, deja entonces su ejército, para un año y medio después emprender un exilio voluntario hacia Europa, desde donde siempre dice querer retornar. Distancia, ausencia, lejanía, el mito del argentino exiliado, se habrá iniciado con este hombre, ¿qué lo llevó a vivir tan lejos de su país? interrogante que no han sido del todo respondidas, algunos de sus contemporáneos hablan de oscuros motivos y veladas intenciones, no lo sabemos, lo que si sabemos que era un hombre lleno de pasión por la patria y sobre todo por aquella donde nació.
Ya de regreso en América tuvo un encuentro con Bolívar en Guayaquil, San Martín, protector del Perú, comienza su regreso a chile, Mendoza, y por fin buenos aires, ha enviudado hace cuatro meses; remedios su mujer, murió sin haberlo vuelto a ver, en la gran aldea lo espera una hija de siete años, que le conoce apenas y lo necesita como padre, mientras la patria decidió que no lo necesita más. Tras tanta separación, pasa la navidad con su pequeña de siete años. En enero de 1824, parte con Mercedes rumbo a Europa para educarla allí. San Martín piensa en un viaje corto, para encontrarle un colegio y regresar, pero será su partida definitiva de tierras americanas, no volverá a pisarlas en los 26 años que le quedan de vida, sin sospecharlo, ha dado comienzo a su interminable exilio.
Tras setenta y dos días de navegación llega a El Havre, este puerto de Francia, en la región de Artois.
Resulta de particular interés saber cómo lo recibieron en Europa, particularmente en Francia, a este militar que no quería ser un militar afortunado según lo declaró en el Perú para no entorpecer la constitución de los modernos estados americanos y fundar así el nuevo derecho público político llamado a conformar el novel "status" de las jóvenes nacionalidades independientes. Cosa curiosa, Francia recibió a San Martín muy mal, bajo grandes sospechas, fue podemos decir, un "huésped molesto". Los pocos días que debió permanecer en El Havre, días prolongados casualmente por las intrigas a que dio lugar su presencia, luego de las campañas libertadoras americanas que lo habían exaltado a la condición de conductor del movimiento independentista, fue sometido a la irritante requisa de su equipaje, encuentran en él, diarios y publicaciones. Haciendo referencia a lo que nos plantea Benjamín Vicuña Mackena en libro el General Don José de San Martín “a poco de haber regresado a Europa, San Martín se estableció en Paris, cuyas puertas le había cerrado el odio de los borbones y su pobreza”. (Benjamín Vicuña Mackena, 1971: 157). No olvidemos que estamos en la Francia borbónica, en la Francia integrante de la Santa Alianza, donde todos los movimientos separatistas, independentistas, de tipo republicano, constituyen un estigma que es necesario erradicar y cuanto antes. Este sospechoso personaje trae un pasaporte donde solamente figura su nombre: José de San Martín, pero al desembarcar dice que es "Generalísimo del Perú", que es "Gran Capitán de los ejércitos del Río de la Plata", afirma que es "Fundador de la independencia de Chile", todo lo que causa ciertamente, una conmoción que obliga al prefecto de El Havre a dirigirse casi instantáneamente al Ministro del Interior y al Ministro de Relaciones Exteriores, para informarles de la presencia de este señor, que pese a no registrar en su pasaporte tales títulos, sin embargo los proclama y dice ser titular de ellos. Le hacen un interrogatorio, le secuestran los diarios y aunque San Martín informa que él va hacia Londres, que su destino final es Londres, que viaja para atender asuntos personales, y que esos periódicos la mayoría en lengua española y portuguesa están, incluso, etiquetados para los destinatarios, ninguno de ellos franceses sino ingleses, la situación queda tensa y el Ministro del Interior al enterarse de estas comunicaciones que le llegan de las autoridades portuarias se dirige inmediatamente al embajador francés en Londres, que era el Príncipe de Polignac y le dice que preste mucha atención, que esté alerta porque un titulado general criollo, rioplatense, se dirige a Londres y es muy posible que esté vinculado a intrigas políticas, dada la documentación que se le ha secuestrado y que demuestra ser un fervoroso revolucionario republicano. Con esto estaría dicho todo en aquella época, para que quedase, por supuesto, bajo la vigilancia y la cautela especialísima del embajador francés. Pero aquí no terminan las cosas; también Francia se dirige a España, pensando que es la más perjudicada por la aparición en el escenario europeo de este jefe revolucionario, de este jefe rebelde.
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