San Martin

Acto 17 de agosto – Homenaje al General José de San Martín

Un grupo de amigos busca en la guía telefónica el número de un compañero de apellido San Martín, el niño que busca comenta:

- ¿Se dieron cuenta de la cantidad de personas que se apellidan San Martín?

- Y si te fijás bien encontrarás que no es sólo gente, también hay clubes, teatros, escuelas…

- Claro, además en cada pueblo o ciudad de nuestro país seguro hay una calle o una plaza que lleva su nombre.

- ¡Qué importante debe haber sido para tantos homenajes!

- Si Lucas, es así, por eso le llaman “Padre de la Patria”. Su participación en el proceso de independencia fue fundamental. Al llegar de Europa se puso a disposición del Triunvirato y en un par de meses estaba…

- Pero, ¿por qué no le preguntamos a él? Es que hoy, 17 de agosto es el día en que pasó a la inmortalidad su alma y su recuerdo.

- Si, es cierto, hace 161 años de su fallecimiento y lo recordamos no sólo en Argentina sino en gran parte de América del Sur.

En ese momento se ilumina (o entra caminando) el General San Martín y se coloca entre los chicos que se sientan en torno a él a un costado del escenario. (Se tienen que ver imágenes proyectadas en la pantalla)

(Aplausos y admiración por la presencia del prócer)

Uno de los chicos se anima y le pregunta a San Martín.

- General, ¿usted vivía en Europa? ¿Por qué volvió?

- Hola queridos chicos de mi patria. Yo nací en Yapeyú, provincia de Corrientes, pero a los cinco años, toda mi familia se trasladó a España donde crecí.

- Allí se formó en la carrera militar ¿verdad? Leí que entró como cadete al Regimiento de Infantería de Murcia.

- Claro, es así, pero cuando allá estalla la Revolución Francesa, el mundo entero cambia para siempre, los pueblos comienzan a reclamar su libertad a las monarquías. Pretendían igualdad y justicia.

- ¿Es cierto que luchó contra Napoleón Bonaparte?

- Sí, la figura de Napoleón comienza como un líder político revolucionario, pero pronto cegado por el poder, se convierte en todo lo que una vez combatió.

- En los libros de Historia dice que se autoproclama emperador y se lanza a la conquista de toda Europa, incluida España como uno de sus grandes objetivos de dominación.

- Sí. Unos años antes mi regimiento actuó con gran coraje resistiendo la invasión francesa y allí me nombran Teniente Coronel.

- ¿Y qué pasaba en Buenos Aires?

- En ese momento se declara la Revolución de Mayo, y al llegar las noticias a Europa solicito el retiro del ejército español para volver a mi país. Cuando llego, en 1812, gobernaba el Triunvirato que reconoce mi rango militar.

- Ah, me acuerdo ahora. El 3 de febrero de 1813 tuvo su bautismo de fuego en la gloriosa Batalla de San Lorenzo.

- ¿Usted conoció a Manuel Belgrano?

- Así es muchachos, Manuel Belgrano fue un gran hombre de la patria, aceptó desafíos que otros no hubieran hecho.

- Cuando comanda el Ejercito del Norte trabaja junto a Güemes.

- Sí, luego de encontrarme con mi gran amigo, tuve que tomar un descanso, por cuestiones de salud, aquí en Córdoba. En una localidad cercana tuve tiempo para pensar los pasos que siguieron en mi campaña.

(Uno de los chicos se para y grita eufórico)

- ¡Entonces el Plan Continental nació acá! ¡Es cordobés! Córdoba, Córdoba, Cór-do-ba…

- ¡Pará un poco che!

(Risas y gestos de tranquilizar al compañero)

- Bueno, era una idea que teníamos varios hombres de la época, pero sí, durante mi estadía en Córdoba, la estrategia tomó forma y pudo ser mejor elaborada.

- ¡Qué genial! Nunca imaginé que estaríamos hablando con usted! ¿Me deja sacarme una foto? La subo al muro ya. (Dice el chico poniéndose en pose junto al General y apuntando con el celu)

(Risas y gestos para tranquilizar nuevamente al compañero)

- General, ¿podría contarnos alguna de sus tantas anécdotas? Supongo que en su tan agitada vida tendrá muchísimas cosas para recordar…

- La verdad que sí. La vida me enseñó mucho, de un modo simple, a conocer las personas y sus valores fundamentales. Recuerdo aquel muchachito, un joven cabo del Batallón de Artillería Ejercito de los Andes que estaba como centinela…

(Aquí se bajan las luces y se proyecta en la pantalla el video con la anécdota actuada por los alumnos previamente filmado.)

Anécdota del centinela del laboratorio del polvorín.

- Sargento, he recorrido cada rincón de este cuartel y debo felicitarlo por la limpieza y el orden que encontré. – girando la vista al azar reconoce una puerta que lo intriga.

- Pero, ¿qué hay detrás de esa puerta? ¿Y por qué luce tan extraña?

- Es la puerta del laboratorio de mixtos, lugar clave para la fabricación de pólvora y municiones. Está forrada con piel de carnero con la lana para afuera para que absorba los golpes y estallidos del patio.

- ¿Y están trabajando ahora?

- ¿Sí señor, están armando cartuchos, lanza fuegos, estopines y espoletas para granadas y otras cosas…

- Vamos allá.

(Se dirigió con intención de entrar y cuando va a tomar la manija se le interpone el centinela)

- ¡Alto ahí, señor! No se puede pasar.

- ¡Pero cómo me dice eso! ¿Acaso no sabe quien soy? Está hablando con el General en jefe.

- Sí señor, sé quien es, lo conozco y respeto pero le repito: así no puede entrar. – Señalando con la mirada la vestimenta de San Martin.

(El General toma un paso de envión y nuevamente va con ademán de entrar)

- ¡Alto ahí! – Repite el centinela – He

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