Francisco Larroyo

Las aportaciones de Francisco Larroyo, dejan más que un legado para la pedagogía nacional, pues dentro de su labor demuestra que es sin duda alguna, la educación el medio para alcanzar la integridad que se busca en el individuo, sin embargo, al considerar la idea de una mejora social, no deja de lado los intereses colectivos y su pedagogía pude tornarse antropológica con matices de filantropía.

Cabe resaltar que si bien, todo su trabajo contiene una mirada crítica al sistema educativo mexicano, se tratan de aportes objetivos, que además de innovadores para su tiempo son actualmente rescatables y pueden llevarse a la praxis en la problemática que hoy en día atraviesa la educación.

Larroyo al construir un concepto como Pedagogía, no se inclina hacia una postura que pueda encasillarla y por consiguiente a su labor, pues dentro de su análisis, logra darle matices que permiten verla multidisciplinariamente.

Por supuesto que el trabajo de este pensador, se ve apoyado en diversas teorías que le permitieron formular aportaciones, sin embargo, ninguna de ellas se hizo fundamento en su labor pedagógica, pues cabalmente retomó lo significativo y lo contextualizó certeramente.

Como se mencionó en un principio, el compromiso de Francisco Larroyo, no solo con la educación y con la pedagogía, han logrado que sus obras sean básicas en la formación de docentes, universitarios y normalistas, pero al realizar una investigación acerca de su pensamiento y su práctica hemos podido percatarnos que la información que existe acerca de él es limitada y en algunos casos nada precisa, por lo que este trabajo espera ser punta de lanza para posteriores investigaciones de tan significativo personaje, que dotó a nuestro campo de acción de elementos

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