Golpe De Estado

GOLPE DE ESTADO DEL 21 DE OCTUBRE DE 1956

Julio Lozano Diaz

A mediados de noviembre de 1954, alegando motivos de salud, Gálvez voló al extranjero, depositando el mando de la nación en su vicepresidente, y a la vez secretario de Estado en los despachos de Gobernación, justicia, sanidad y beneficencia, perito mercantil Julio Lozano Díaz.

Lozano Díaz, hombre temperamental, había sido jefe del Departamento de contabilidad de la Rosario Ming Company, puesto que le permitió conocer el Inglés. Trabajó también para la Cuyamel Fruit Company y fue administrador de rentas de Cortés y teniente administrador de la aduana de Omoa.

En el gobierno de Paz Barahona fue administrador de aduana en Amapala, agente financiero en Nueva York y en el ramo de Hacienda ocupó tanto la secretaría como la subsecretaria.

En el período de Mejía Colindres figuró como Diputado en la planilla perdedora de Tiburcio Carías Andino.

El 28 de noviembre de 1954 se realizaron las elecciones municipales en las que el Partido Liberal obtuvo el primer lugar al capitalizar 48,154 votos, cantidad, sin embargo, insuficiente para darle mayoría absoluta frente a sus dos contendientes, el Partido Nacional y el Movimiento Nacional Reformista. Al respecto Ramón Oquelí escribe:

Conforme al Artículo 101 de la constitución de 1936 el Congreso Nacional estaba obligado a elegir Presidente de la República entre los dos ciudadanos que habían obtenido mayor número de sufragios populares: Villeda y Carías; como era prácticamente imposible que los diputados del PN eligiesen a Villeda, ni los de PL a Carías, el único entendimientos posible era entre el PL y MNR, o entre éste y el PN. Ocurrió lo último, no base de elegir a Carías presidente constitucional, sino a Lozano como Dictador.

Aunque flotaba en el ambiente la idea de que los diputados de Carías y Williams no asistirían a la reunión del Congreso Nacional del domingo 5 de diciembre, los liberales se mantuvieron en el salón de sesiones hasta medianoche.

El lunes 6 de diciembre, Lozano dio a conocer a la ciudadanía que por una situación que no había sido creada, buscada ni deseada por él , asumía todos los poderes del Estado, en otras palabras se convertía en DICTADOR.

Al finalizar sus palabras al pueblo Hondureño, prometió que su gobierno sería como " un sol que a todos ilumine y a nadie queme".

Desde Nueva York, el mismo 6 de diciembre, Gálvez le envió el siguiente mensaje:

Te Abrazo Julio, en este momento histórico que te brinda la oportunidad para señalar a los hondureños el camino a seguir que habíamos perdido o no queríamos ver para que tengamos la patria que soñaron nuestros Próceres a quienes ya casi olvidábamos.. Saluda a Laura, tu viejo amigo. Juan Manuel Gálvez.

Dos días después, Gálvez regresaba a Tegucigalpa para asumir al mes siguiente la presidencia de la Corte Suprema de Justicia.

El gobierno de Julio Lozano Díaz se caracterizó por su debilidad política y en cierta forma, por algún tipo de contradicciones en que cayó. Para el caso, emitió ciertas leyes de contenido laboral que sirvieron de antesala al código del trabajo de 1959 y reconoció a las mujeres el derecho a ejercer el sufragio.

Curiosamente, en el gobierno de Lozano se empezó a hablar de "planes Quinquenales" en la economía, usando una expresión muy en boga en la Unión Soviética, y uno de sus consejeros era el intelectual Medardo Mejía.

Mejía afirmaba que Lozano Díaz tenía en el fondo Convicciones nacionalistas que se le habían ido formando desde que fungió como empleado de la Rosario Ming Company.

Lozano tenía malas relaciones con el embajador de Estados Unidos Wuillauer.

Lozano en determinado momento prohibió las reuniones, concentraciones y manifestaciones de carácter Político y envió al destierro a Villeda Morales y a varios Dirigentes Liberales.

Declarado anticomunista, en su período gubernamental vinieron la ORIT a sentar las bases del Llamado" sindicalismo libre y democrático" como forma de atemperar la lucha de los trabajadores contra las fuerzas patronales.

Lozano fiel a su concepción, emitió el 3 de febrero de 1956 el decreto-ley 206, conocido como "ley de Defensa del Régimen Democrático que impera en Honduras"

Incluso el partido liberal, fue acusado de ser instrumento de los comunistas. Y carías criticaba el continuismo de Lozano.

La falta de libertad fue generando repuesta en el pueblo Hondureño. Era común que jóvenes estudiantes, armados de leños que la propia población les suministraba en el centro de la capital, se enfrentaran a miembros de la Policía Nacional.

1956 fue un año cargado de protestas estudiantiles en lo que popularmente se conoció con el nombre de " la huelga de las tachuelas"

Los estudiantes se empeñaron en sacar de la rectoría de la universidad al Dr. Ernesto Argueta, a quien consideraban un obstáculo para el desarrollo de la institución. Esta lucha fue un jalón para conquistar la autónoma universitaria y la paridad estudiantil.

Poco a poco se fue dando una interesante conjunción entre estudiantes de secundaria y de la universidad, que derivarían en algo más serio: la elaboración de un plan para derrocar al régimen dictatorial de Julio Lozano.

A pesar de que las fuerzas Armadas en lugares como Yoro y Copán habían expresado " de una vez por todas lealtad incondicional presente y futura al general Julio Lozano Díaz", la verdad es que el dictador no las tenía todas consigo.

Los Periódicos informaban que oficiales de la Escuela Militar " francisco Morazán" se negaban a reprimir a los estudiantes y a la población civil en general, evidenciándose con ello que las brechas entre el régimen y su aparato día a día se volvían más grandes.

Todo ello hizo pensar a los estudiantes involucrados en el complot contra Lozano que podían contar con el apoyo del ejército. Así, empezaron a establecer vínculos con miembros de las fuerzas Aérea Hondureña y del primer batallón de Infantería, igualmente con militares liberales y caristias.

La fecha estaba seleccionada, era el 1 de agostos de 1956, y también el centro que los conjurados se iban a tomar inicialmente: se trataba del cuartel " san Francisco", ubicado prácticamente en el corazón de Tegucigalpa.

Aunque el apoyo del Partido Liberal resultó muy pobre y tanto los hombres como las armas eran escasos, la toma

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