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La Estatidad


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2012  •  4.483 Palabras (18 Páginas)  •  1.803 Visitas

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Oscar Oszlak, Reflexiones sobre la formación del estado y la construcción de la sociedad argentina

Estatidad

La formación del estado es un aspecto constitutivo del proceso de construcción social. De un proceso en el cual se van definiendo los diferentes planos y componentes que estructuran la vida social organizada. En conjunto, estos planos conforman un cierto orden cuya especificidad depende de circunstancias históricas complejas. Elementos tan variados como el desarrollo relativo de las fuerzas productivas, los recursos naturales disponibles, el tipo de relaciones de producción establecidas, la estructura de clases resultante o la inserción de la sociedad en la trama de relaciones económicas internacionales, contribuyen en diverso grado a su conformación.

El patrón resultante depende también de los problemas y desafíos que el propio proceso de construcción social encuentra en su desarrollo histórico, así como de las posiciones adoptadas y recursos movilizados por los diferentes actores –incluido el estado- para resolverlos. Simultaneo y dialéctico es este juego de fuerzas entre factores estructurales y superestructurales.

Dentro de este proceso de construcción social, la formación del estado nacional supone a la vez la conformación de la instancia política que articula la dominación en la sociedad, y la materialización de esa instancia en un conjunto interdependiente de instituciones que permiten su ejercicio. El estado es, de este modo, relación social y aparato institucional.

Analíticamente, la estatidad supone la adquisición por parte de esta entidad en formación, de una serie de propiedades: (1) capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales; (2) capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción; (3) capacidad de defirenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones publicas con reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades; y (4) capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten, en consecuencia, el control ideológico como mecanismo de dominación.

Estos atributos no definen a cualquier tipo de estado sino a un estado nacional. El surgimiento del estado nacional es el resultado de un proceso de lucha por la redefinición del marco institucional considerado apropiado para el desenvolvimiento de la vida social organizada. Esto implica que el estado nacional surge en relación a una sociedad civil que tampoco ha adquirido el carácter de sociedad nacional. Este carácter es el resultado de un proceso de mutuas determinaciones entre ambas esferas.

Nación y estado

Del mismo modo en que la formación del estado argentino no resulto automáticamente de la guerra emancipadora, tampoco la nación argentina fue su necesario correlato. Varios fueron los factores que impidieron la organización nacional una vez roto el vínculo colonial con España. El virreinato del río de la plata se extendía sobre un territorio prácticamente despoblado, cuyos dispersos habitantes conforman una población sedentaria dedicada principalmente a actividades ganaderas y a una agricultura primitiva. A pesar de ello, los pueblos que habitaban ese vasto territorio no se fracturaron de inmediato continuaron luego de la revolución. La estructura política heredara de la colonia y su aparato burocrático continuaron proporcionando durante un tiempo un elemento aglutinante básico. Romper con las provincias unidas requería tener opciones: ser viable política y económicamente, tener ventajas comparativas (Ej: Paraguay y banda oriental). En cambio fue fortituo que se autonomizara el alto Perú (Bolivia).

Buenos aires aspiró desde el mismo momento de la revolución de mayo a constituir un estado unificado bajo su hegemonía. Si otros intentos separatistas no prosperaron se debió, especialmente, a la enorme diferencia de fuerzas entre la provincia porteña y cualquier otra coalición de provincia o proyectos de estado alternativo.

Estas circunstancian lo que si señalan es una primera diferencia fundamental con otras experiencias de construcción de estado, sobre todo las europeas. En contraste con estas, la experiencia argentina- y en buena medida la latinoamericana- no se caracteriza por la necesidad de una determinada unidad política de absorber otras unidades que ya ejercían significativos privilegios soberanos. Los constructores del estado argentino- fundamentalmente los sectores dominantes de buenos aires- no buscaron formar una unidad política mayor o más fuerte, sino evitar la disgregación de la existente y producir una transición estable de un estado colonial a un estado nacional. Lejos de guiarse por propósitos de conquista, aspiraron a extender un movimiento revolucionario local a la totalidad de las provincias del ex virreinato y a heredar de la colonia el control territorial y político ejercido en España.

Indudablemente, la unidad nacional argentina durante las primeras décadas de vida independiente se asentó más en elementos expresivos y simbólicos que en vínculos materiales plenamente desarrollados. Echeverría aludía a la unidad diplomática externa, a la unidad de glorias, de bandera, de armas. Pero a cada uno de esos atributos era posible oponer otros que contradecían la unidad: prolongados interregnos de aislamiento, pactos de unión interrumpidos. Además, el territorio nacional distaba de ser una unidad inseparable. También los intereses económicos regionales eran contradictorios. Inclusive el vínculo del idioma no era tal en varias provincias, donde se preferían los lenguajes indígenas. Tampoco existía una total homogeneidad étnica.

Ni siquiera perduró un andamiaje institucional colonial suficientemente desarrollado. Más aún, subsistieron en las diversas localidades órganos político-administrativos coloniales que tendieron a reforzar el marco provincial como ámbito natural para el desenvolvimiento de las actividades sociales y políticas. No alcanzaron de todos modos a conformar un verdadero sistema institucional, en tanto su autoridad y representatividad fueron reiteradamente desnaturalizadas por el caudalismo y la lucha facciosa. De todos modos así como la provincia fue una creación del proceso independentista, el caudillismo fue un sustituto de la democracia asociada al movimiento

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