La Europa del Siglo XVIII –Vida Intelectual y artística

La Europa del Siglo XVIII –Vida Intelectual y artística

Se afirma que en el siglo XVIII en Europa hubo un flujo importante de ideas y un crecimiento de la vida intelectual. A raíz del gran avance intelectual se considera que la ciencia tiene un papel importante en este siglo. Basándose en las ideas del siglo anterior que exploto e incremento, refinó los conocimientos y los dio a conocer. Se destacaron astronomía, matemática y física. La sencillez de la física newtoniana produjo en el hombre la capacidad de entender mejor el mundo que lo rodeaba y una nueva fe en el poder de la razón para comprender el universo. Remarcando el razonamiento deductivo, lo que permitía, a partir de principios sencillos abarcar y avanzar en problemas. La ciencia se influenciaba mucho de las matemáticas, lo que hacía que se volvieran un poco complejas para quienes no tenían conocimiento de la materia. En otras ramas de la ciencia como la química, medicina y biología, adoptar métodos cuantitativos hizo que progresaran de manera más lenta, pero logrando descubrimientos como el oxígeno, la vacuna contra la viruela, la sangría como cura de enfermedades.

Hubo intentos de utilizar método científico para resolver problemas sociales utilizando la matemática, entre ellos problemas monetarios, promedio vital. Es de destacar el gran número de experimentos de carácter científico realizados y la disertación de cursos de conferencias públicas sobre ciencia elemental.

En el siglo XVIII surgió en Francia principalmente, un movimiento ideológico, racionalista y crítico, que se conoce con el nombre de Ilustración. Este periodo tiene como objetivo, descubrir, a través de la razón al mundo y al hombre. Los pensadores creían en la existencia de principios fundamentales, válidos para todos los tiempos y lugares e inherentes a todas las sociedades humanas. La clave de la felicidad era la adquisición de conocimiento y el uso de la razón.

Entre los pensadores más destacados encontramos a Voltaire (1694-1778) fue uno de los más grandes propagandistas. El definía la creencia de Dios sin necesidad de un sacerdote.

Montesquieu (1698-1755) junto a Rousseau (1712-1778) fueron dos grande pensadores políticos en este periodo, Montesquieu sostenía que un buen gobierno era difícil de lograr y que no surgiría de la aplicación aproximada de mecanismos de unos cuantos principios. Mantenía también que cada forma de gobierno tenía su propio principio dominante: virtud en una república, honor en una monarquía, miedo en una tiranía. Rousseeau buscaba una sociedad más esencial e igualitaria, una sociedad perfecta.

Las tendencias liberales se encontraban restringidas a las minorías educadas. El conocimiento del mundo exterior, y las comparaciones que con él se hacían posibles fermentar en Europa una actitud más tolerante y liberal en asuntos de religión. Fue una fuente principal

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