La Segunda Guerra Mundial

Prologo

Hitler y Bauer caminaban hacia el corazón del bunker, Bauer estaba un poco nervioso ante las decisiones sorpresivas que había tomado su jefe, Hitler ordeno a Bauer que abriera la puerta con una voz un poco cortada, el obedeció y al instante de abrirla entraron los dos cerrándola detrás de ellos.

Hitler: Bauer, se acabó todo.

Bauer: ¡Oh Dios Mío! No puedes abandonar ahora.

Hitler: Se acabó el tiempo, mis oficiales y generales, me han traicionado y engañado. Mis soldados no quieren continuar, y así no puedo seguir.

Al momento de terminar la conversación Hitler le pidió a Bauer que se retirara y cerrara la puerta detrás de él, luego de esto Adolfo volteo y miro a Eva, ella tenía la misma mirada angelical que había tenido cuando se casaron, tomó la mano de Eva, un poco tembloroso, acarició sus mejillas, y después de abrazarla como un despido, disparo a quemarropa. Soltando lentamente su mano dejándola en el suelo para que su cuerpo no caiga con tanta fuerza al pavimento, inhaló y mantuvo la respiración mientras sentía el frio del mango del arma en su mano. El sudor helado caía por su frente, la decisión estaba en sus manos, sin darse cuenta, empezó a levantar la mano en la que tenía el arma, apuntando debajo de su barbilla los recuerdos de cómo había comenzado divagaban por su mente…

Capitulo Uno

Los aplausos retumbaban por las calles de Berlín, Adolfo Hitler había ganado las elecciones presidenciales de Alemania gracias a su poder de convencimientos (por el Tratado de Versalles) y algunas que otras falsas promesas, sus objetivos desde que postulo como presidente no eran más que exterminar a los judíos y ensalzar el nacionalismo alemán. La gente esperaba a un buen presidente que gobernada al país alemán, pero lamentablemente las cosas fueron totalmente distintas.

Hitler: A nuestros ojos el joven alemán debe ser ágil, delgado, rápido como un golfo. Tenaz como el cuero, fuerte como el acero. Tenemos que adiestrar a un tipo de hombr

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