Luis Munoz

Muñoz se esforzó para hacer que el Partido Liberal Puertorriqueño trabajara con convicción por la independencia de Puerto Rico. En 1932 jugó un papel clave en conseguir que el mismo descartara la autonomía y adoptase esa alternativa. Cuando en 1936 un suceso imprevisto movió a buena parte del liderato liberal a relegar la independencia a un plano secundario, Muñoz combatió con mucha determinación y agresividad para obligarlo a buscar dicho ideal de inmediato. Tan fuerte fue su lucha en este sentido que provocó una crisis que, muy probablemente, le costó la victoria al partido en las elecciones de 1936. Por sus acciones, fue expulsado de la colectividad en 1937. Para muchos, esa expulsión marcó el fin de su carrera política. El fogoso líder independentista no se rindió, sin embargo, y en 1938 fundó el Partido Popular Democrático. La mayor parte de las personas que lo ayudaron a establecerlo pertenecieron al sector más independentista y militante del Partido Liberal Puertorriqueño.

En la década siguiente, las cosas cambiaron dramáticamente. Para fines de la misma, Muñoz ya no quería la independencia; deseaba ahora la autonomía. Indignado y desilusionado, una parte significativa del liderato que lo ayudó a establecer el PPD, abandonó la organización y contribuyó a fundar el Partido Independentista Puertorriqueño. El candidato que el PIP postuló en las elecciones de 1948 para la gobernación de Puerto Rico fue el médico arecibeño Francisco M. Susoni Abreu quien había sido Vicepresidente del Senado y Presidente de la Cámara de Representantes entre 1941 y 1948. El propósito de este libro es explicar este cambio tan drástico de posición de parte del fundador del PPD. Se analizarán los factores que lo movieron a apoyar la independencia en la década de los treinta y las circunstancias que lo motivaron a reemplazarla en el próximo decenio por el autonomismo que antes había rechazado.

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