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Mohenjo-Daro


Enviado por   •  2 de Octubre de 2011  •  1.527 Palabras (7 Páginas)  •  1.381 Visitas

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DaAlumno: Samuel Payán Pérez No. De Control: 11410722

Materia:

Análisis critico de la Arquitectura y el Arte. Maestro:

Arq. Elizabeth Salgado Alcaraz

Unidad: 1

Civilizaciones Antiguas (América y Europa).

TEMA 2

CULTURAS PREHISTORICAS (5000 – 3000aC). Tarea: MAHENJO- DARO.

Características principales, culturales, urbanas y arquitectónicas.

Fecha: 02-Agosto-2011

Bibliografía: ARQ. NAVARRO ARMAS RIGOBERTO. Civilización del Indo A Oriente COMPILADO POR.

http://es.scribd.com/doc/60555146/Civilizacion-Del-Indo

http://www.futuropasado.com/ - http://www.futuropasado.com/?p=371Martes, 7 marzo, 2006.

http://nuevafrontera.wordpress.com/2011/08/23/valledelindo/ Publicado Martes 23 agosto 2011.

Todas las anteriores consultadas el día 31 de agosto, 01 y 02 de septiembre.

Introducción:

En esta investigación daremos a conocer las características culturales, arquitectónicas y urbanas de una ciudad del antiguo Valle Indo, denominada “El montículo de los muertos”, mejor conocida como Mahenjo-Daro. Dándose esta civilización a conocer por su elaborada arquitectura y urbanismo. Siendo estas grandes edificaciones que pudiese haber sido utilizadas con un fin social, donde sus artesanos mostraban alta especialización.

Procedimiento:

Recopilación de textos vía internet, usando navegadores web. Análisis de lectura y resumen.

Resultados:

MOHENJO-DARO, EL ENIGMA DEL VALLE DEL INDO

En el actual estado de Pakistán y próxima a las orillas del río Indo, podemos encontrar una de las antiguas ciudades más enigmáticas para la comunidad arqueológica de la denominada como “Cultura del Valle del Indo”. Nos referimos a Mohenjo-Daro, que significa “el montículo de los muertos”. Junto a Harappa, situada a poco más de seiscientos kilómetros de distancia más al noreste, constituyen las dos ciudades más emblemáticas y conocidas de esta antigua civilización del Valle del Indo entre las no menos de cuatrocientas urbes de diferentes tamaños que poblaron el área oficialmente desde el año 2.350 al 1.750 a.C.

Una cultura urbana mucho más desarrollada que la mayoría de sus contemporáneas.

Construyeron y habitaron grandes ciudades, acuñaron moneda, tenían una escritura propia, comercio, alcantarillas, sistemas de riego canalizados… avances que en otras partes del mundo eran completamente desconocidos porque todavía se vivía casi en la edad de piedra.

Descubierta por el arqueólogo inglés John Hubert Marshall en el año 1.920 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1.980, si hay algo que sorprende inicialmente de Mohenjo-Daro, es la total ausencia de edificios que en un principio puedan identificarse como templos o palacios, ni ningún tipo de simbología que pueda asociarse a estas instituciones. Todos los edificios siguen un patrón uniforme, destacando su construcción en una o dos plantas en ladrillos de adobe con ausencia de adornos y ventanas. Y todo ello, dentro una planificación urbanística muy por encima a la de cualquier otra antigua civilización e incluso de las más recientes, con amplias avenidas y calles rectas (muchas de ellas perfectamente pavimentadas), con edificaciones rectangulares dotadas todas ellas de una red de drenajes, canales, tuberías y alcantarillado, que incluía arquetas de inspección de éste último.

Basta decir que, ninguna ciudad del Antiguo Oriente tuvo instalaciones higiénicas de ninguna clase comparables a las que podemos localizar en Mohenjo-Daro o cualquiera del resto de poblaciones del antiguo Valle del Indo.

A la izquierda ubicación geográfica tanto de la ciudad de Mohenjo-daro, como de la cultura del Valle del Indo. A la derecha plano arqueológico del emplazamiento.

A pesar de que los primeros arqueólogos consideraron las ruinas de Mohenjo Daro como “monótonas y aburridas” (Stuart Piggot), sin grandes monumentos y demasiado “cuadriculadas” la realidad es que el urbanismo de Mohenjo-Daro impresiona, parece que fue construida siguiendo un plano pre trazado en un perfecto modelo de cuadrícula comparable al de algunas ciudades modernas como Nueva York. Las casas, de adobe y ladrillo, no tenían ventanas y la mayoría contaban con un patio. La ciudad tenía detalles “modernos” como el de un alcantarillado muy avanzado que sigue sorprendiendo en la actualidad. Se ha estimado que pudo haber tenido hasta 40.000 habitantes en su periodo de mayor ocupación. Abarcaba más de un kilómetro cuadrado, tenía murallas defensivas y estaba dividida en dos zonas, una administrativo/religiosa y otra, la ciudad baja, residencial, con barrios artesanos, mercados, graneros y almacenes.

La ciudad totalmente amurallada, también con ladrillos de adobe, se localizaba en poco más de un kilómetro cuadrado de extensión, logrando alcanzar en sus momentos de mayor apogeo casi los 50.000 habitantes, aunque existen algunos investigadores que incrementan esta cifra por encima de los doscientos mil. Se dividía en dos zonas bien diferenciadas: la primera de ellas, conocida como “la ciudadela”, si situaba sobre un montículo artificial, y albergaba el área político-administrativa, e incluso tal vez también el área religiosa, aunque no se hayan encontrado

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