Primera Guerra Mundial
Zaquito11 de Mayo de 2015
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La Primera Guerra Mundial. Causas y Consecuencias
Materia: Historia
Integrantes del grupo: Escalante Julián; Geist Emiliano
Tema: La Primera Guerra Mundial
Curso: 9ª
Profesor: Ramón Cieri
Índice.
1. Introducción.
2. Motivos que llevan a denominar al conflicto militar que comienza como primera guerra mundial.
3. Bloques que se enfrentan. Imperios que lo lideraban.
4. Impacto tecnológico que produjo la guerra en la utilización de armas y transporte.
5. Rol o postura de la Argentina.
6. Conclusión.
7. bibliografía.
1. Introducción.
Conflicto militar que tuvo su comienzo un 28 de julio de 1914 como un enfrentamiento en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia; transformándose en un enfrentamiento armado y que finalmente pasó a ser una guerra mundial, en la que participaron 32 naciones, Veintiocho de ellas, denominadas ‘aliadas’ o ‘potencias asociadas’ y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio otomano y Bulgaria; tuvo su fin en el año 1918.
La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el fue fundado y emergió como gran potencia el II Imperio Alemán.
La primera guerra mundial tuvo su fin en el año 1918.
2. Motivos que llevan a denominar al conflicto militar que comienza como primera guerra mundial.
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado a escala mundial desarrollado entre 1914 y 1918. Originado en Europa, por la rivalidad entre las potencias imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su momento el conflicto más sangriento de la historia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras.
A finales del siglo XIX, Inglaterra dominaba el mundo tecnológica, financiera, económica y sobre todo políticamente. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo la repartición de África (a excepción de Liberia y Etiopía) y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China, Estado en franca decadencia.
Estados Unidos y, en menor medida, el Imperio Ruso controlaban eficientemente sus vastos territorios, unidos por largas líneas férreas (ferrocarril Atlántico-Pacífico y Transiberiano, respectivamente). Inglaterra y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el denominado incidente de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del Imperio alemán hizo que los dos países se unieran a través de la Entente cordiale. Alemania, que solamente poseía colonias en Camerún, Namibia, África Oriental, algunas islas del Pacífico (Islas Salomón) y enclaves comerciales en China, empezó a pretender más a medida que aumentaba su poderío militar y económico posterior a su unificación en 1871. Una desacertada diplomacia fue aislando al Reich, que sólo podía contar con la alianza incondicional de Austria-Hungría.
Francia deseaba la revancha de la derrota sufrida frente a Prusia en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871. Mientras París estaba asediada, los príncipes alemanes habían proclamado el Imperio (el llamado Segundo Reich) en el Palacio de Versalles, lo que significó una ofensa para los franceses. La III República perdió Alsacia y Lorena, que pasaron a ser parte del nuevo Reich germánico. Las generaciones francesas de finales del siglo XIX, sobre todo el Ejército, crecieron con la idea de vengar la afrenta recuperando esos territorios. En 1914 sólo hubo un 1% de desertores en el ejército francés, en comparación con el 30% de 1870.
Mientras tanto, los países de los Balcanes liberados del Imperio Otomano (el «enfermo de Europa») fueron objeto de rivalidad entre las grandes potencias. Turquía, que se hundía lentamente, no poseía en Europa —hacia 1914— más que Estambul, la antigua Constantinopla. Todos los jóvenes países nacidos de su descomposición (Grecia, Bulgaria, Rumania, Serbia, Montenegro y Albania), buscaron expandirse a costa de sus vecinos, lo que llevó a dos conflictos entre 1910 y 1913, conocidos como Guerras Balcánicas.
Impulsados por esta situación, los dos enemigos seculares del Imperio Otomano continuaron su política tradicional de avanzar hacia Estambul y los Estrechos. El Imperio Austrohúngaro deseaba proseguir su expansión en el valle del Danubio hasta el mar Negro, sometiendo a los pueblos eslavos. El Imperio Ruso, que estaba ligado histórica y culturalmente a los eslavos de los Balcanes, de confesión ortodoxa —ya les había brindado su apoyo en el pasado— contaba con ellos como aliados naturales en su política de acceder a «puertos de aguas calientes». Evidentemente, estas políticas opuestas entre una potencia católica y otra ortodoxa provocaron enfrentamientos.
Como resultado de estas tensiones, se crearon vastos sistemas de alianzas a partir de 1882:
de una parte, Francia, el Imperio Británico y el Imperio ruso (Triple Entente) y
el Imperio alemán, el Imperio Austrohúngaro e Italia (Triple Alianza).
A este período se le conoce como Paz armada, ya que Europa estaba destinando cuantiosas cantidades de capital al armamento y, sin embargo, no había guerra, aunque se sabía que ésta era inminente.
La guerra comenzó como un enfrentamiento entre Austria-Hungría y Serbia, pero Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, los Imperios Británico y Ruso, Canadá, Estados Unidos (desde 1917), Portugal, Japón, así como Italia que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los Imperios Austrohúngaro, Alemán y Turco, acompañados por Bulgaria
El evento detonante fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip.
El Imperio Austro-húngaro exigió, con el apoyo del Imperio alemán, investigar en territorio serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista Mano Negra tenía conexión con los servicios secretos de ese país. El Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum el 28 de julio a Serbia, que no aceptó todas las condiciones impuestas. El ataque austrohúngaro activó las disposiciones previstas por el sistema de alianzas.
También los historiadores insisten en que hubo otras causas como las alianzas entre países (Triple Entente y Triple Alianza), que un conflicto local podía tomar dimensiones internacionales. Además entre 1890 y 1914 los países incrementaron el presupuesto militar en la carrera armamentística conocida como Paz Armada.[
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El punto 3 tiene un análisis que no se relaciona con el tema designado, por eso coloreo en rojo…
3. Bloques que se enfrentan. Imperios que lo lideraban.
El período que se abre después de la guerra es una época de continuos conflictos locales entre ambos bloques, sin que estos se enfrenten definitivamente. Será la política de bloques en la que se enfrenten el bloque capitalista contra el bloque comunista.
En el marco de la Guerra Fría el bloque capitalista es el que agrupa a los países con regímenes próximos a Estados Unidos. Contrariamente al bloque comunista, el capitalista es muy heterogéneo, debido a las diferencias económicas entre países y a los nacionalismos arraigados. Las disidencias son muy importantes y no hay manera de «castigarlas». La descolonización crea el Tercer Mundo, con países capitalistas que se declaran mayoritariamente no alineados, e intentarán ser neutrales. Estos países, en sus relaciones internacionales, tienen una política semejante frente a los países ricos. Algunos de ellos se hacen comunistas, como Angola, Somalia o Etiopía, pero en general son neutrales. A este bloque hay que sumarle todo América Latina. Son países donde una guerra abierta entre los dos bloques, probablemente, desencadenaría una guerra civil entre comunistas y capitalistas. Japón se convierte en una gran potencia, que hace la competencia a EE UU y Europa, y tiende a defender sus intereses.
El mundo árabe se unifica bajo el signo de su religión, en la Liga árabe, y también será un motivo de disensión dentro del bloque. Además, tiende al integrismo y lucha abiertamente contra Israel, que esta siendo sostenido por Estados Unidos. En 1960 se funda la OPEP, que controlará los precios del petróleo, la fuente de energía principal en todo el mundo. Pero su control tiene mayor importancia para el bloque capitalista puesto que el comunista tiene sus propias fuentes de abastecimiento. En 1973 la subida del precio del petróleo desencadena una crisis económica que afecta
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