Psicologia

La psicología, racionalizante desde su nacimiento, racionalizadora hasta hoy, se ha vuelto menos capaz de proporcionar comprensión sobre las principales cuestiones sociales.- J. Wertsch advierte que si bien con frecuencia la psicología tiene algo que ofrecer, si se está interesado en un síndrome clínico específico, en una disfunción cerebral, en una “disfunción” de los patrones conductual-cognitivos, logra menos impacto en cuestiones culturales o sociales más amplias.-

Al la psicología querer establecerse como una ciencia social, ha reunido un conjunto de piezas aisladas, para un gran rompecabezas, de modo tal que no ha podido configurar siquiera un cuadro coherente e integrador de la totalidad. De ahí que la psicología responda a cuestiones de detalles sobre la actividad psíquica, afectiva, conductual o cognitiva, siempre en forma parcial o fragmentada y, por lo general, no situada dentro del escenario social, cultural, histórico e institucional de fondo.-

La psicología ha querido constituirse como ciencia social, de ahí que haya tenido que proseguir peticiones de orden epistémico, es decir, de orden filosófico racional. Por lo mismo más que social, ha fincado su carácter de ciencia, cientista, cientifista y el adjetivo que de daría su sentido ha quedado vacío; si esta lo afrontase, si su lenguaje adviniese con pleno sentido social ya no se preocuparía por cumplir con las pretensiones cientifistas, epistémicos, racionalizantes, entonces reputaría auténticamente como saber social, como ciencia plenamente humana, el obstáculo no es insalvable.-

La psicología puede transmutar sabiamente su trasfondo racionalizante.

Es posible que la psicología transmute el sustrato filosófico ajeno a su sentido y entonces liberada se complique con una filosofía ya no racional, sino hermenéutica, ética y estética que permita trazar un camino nuevo. Y, así bosquejar el pasaje para la nueva historia de la psicología.-

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