Semblanza biográfica de Pedro de Arrieta

Semblanza biográfica de Pedro de Arrieta 

De acuerdo con un poder para testar que Pedro de Arrieta otorgó el 13 de diciembre de 1738, sabemos que fue originario "...del Real de Minas de Pachuca..."; hijo de don Juan de Arrieta y de doña María de la Encarnación, y que estuvo casado con Melchora de Robles. 

Fue muy rico. Sabemos, por ejemplo, que en 1702 él y su esposa compraron unas casas en la calle de Tacuba y que en 1741 el arquitecto José Eduardo de Herrera valuó una casa en la plazuela de Santa Catalina Mártir que había sido propiedad de Pedro de Arrieta.  Además, en el menaje de su casa había desde "lienzos de pintura fina" hasta muebles con incrustaciones, sin faltar tallas de santos de madera estofada. 

Sin embargo, debido quizá a alguna deuda contraída con el Santo Tribunal de la Inquisición, sus bienes fueron confiscados en 1734  y su fortuna se vio sensiblemente mermada; tanto, que al fallecer Arrieta, su viuda se vio precisada a pedir "ayuda de costa" a la Inquisición para amortajarlo, por lo que el Tribunal le otorgó cuarenta pesos para su entierro y misas, "en atención a ser notoria la necesidad que esta parte expresa, los muchos años que aquí sirvió el difunto y haber ideado y acabado la obra principal de esta Inquisición". 

Padeció enfermedades que en ocasiones le impidieron trabajar, como ocurrió en 1728 cuando se excusó de llevar a cabo trabajos en el colegio franciscano de Tlatelolco, aduciendo estar muy enfermo.  Lo mismo sucedió en 1733 cuando se le confió el avalúo de un finca "...en la calle Real que iba de la Plazuela de la Santísima a San Lorenzo...", misma que no pudo realizar por sus enfermedades, por lo que fue nombrado en su lugar el arquitecto Manuel Alvarez.  

Por Un documento de 1706, parece que Arrieta estuvo además en la cárcel "...por no haber cumplido con una obra de reparación en una casa perteneciente a un caballero de Santiago". 

Falleció en la Ciudad de México el 15 de diciembre de 1738 y seguramente fue sepultado en la capilla de la Soledad de la Catedral de México, pues no sólo fue ése el deseo que expresó en el poder para testar, antes citado, sino porque además esa capilla fue donde tuvieron derecho a enterrarse los maestros mayores de la Catedral de México. 

Como arquitecto, desde temprano su carrera fue vertiginosa y plena de obras importantes. El 12 de junio de 1691, ya residente en la capital de la Nueva España, "los maestros Veedores del Arte de Arquitectura examinaron de lo tosco a Pedro de Arrieta...",  lo que implica que, en teoría, Arrieta no fue autorizado por sus examinadores para realizar construcciones completas, sino sólo lo que de 

ellas correspondía a "lo tosco", es decir, a lo que hoy llamaríamos "la obra negra"; sin embargo, la realidad demostraría las verdaderas capacidades de don Pedro de Arrieta. 

Así, sólo cuatro años más tarde, el 9 de febrero de 1695, fue nombrado maestro mayor del Santo Tribunal de la Inquisición.  Además, en 1695, 1696 y 1700 fue veedor del gremio de arquitectos y el 11 de abril de 1720 obtuvo el nombramiento de maestro mayor de la Catedral y del Real Palacio de México. Finalmente, en la carta solicitud que presentó al virrey marqués de Valero para obtener este último nombramiento, Pedro de Arrieta declaró que también era maestro examinado de "carpintero de lo blanco", oficio que puso en práctica en la factura de retablos. 

Gracias a ese mismo documento, sabemos acerca de las obras que llevó a cabo hasta el año de 1720. En palabras de Arrieta, son: 

...los reconocimientos del Real Desague y reparos de sus obras, y de las lagunas y calzadas de esta ciudad, en la cual he maestrado y fabricado las iglesias de San Gregorio, San Bernardo, Iglesia y convento, de Santa Teresa la Nueva, el convento de San Joseph de carmelitas descalzas, la iglesia del Amor de Dios, la iglesia que hoy sirve, sacristía y antesacristía, de Santo Domingo, la iglesia de Santiago Tuxpan; he encadenado las bóvedas de la iglesia de Santa Clara y el cañón de la iglesia de Jesús Nazareno; metí cimientos en las paredes de la capilla del Señor San Joseph en San Francisco, sin derribar las paredes, hice el colegio seminario de esta santa iglesia Catedral y la iglesia de la Casa Profesa (que hoy se está acabando) y por mandado del Excelentísimo Señor Duque de Alburquerque hice la puente de San Juan del Río, que es una de las obras de la mayor importancia y utilidad de todo el Reino, como hoy es notorio y así mismo la alhóndiga y carnicería mayor de esta ciudad, Puente que llaman de la Mariscala y otras muchas obras públicas e infinitas casas particulares y conventos ...acabé la iglesia de San Miguel y le hice el cimborrio... la escalera del convento de San Francisco, que todos admiran por peregrina en el arte, la pila de la Plaza Mayor de esta ciudad ...así por aclamación en la mayor [fábrica] que en este tiempo se ha ofrecido, que es la de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, me eligieron para esta obra..."

Quizá por ser un trabajo menor, Pedro de Arrieta no consignó en esa Probanza la primera noticia que tenemos de él como arquitecto y que se remonta al año de 1693, cuando fue designado como valuador de los bienes del capitán Esteban de Molina Mosquera, patrono de ;la. construcción del convento de Santa Teresa la Antigua. 

Asimismo, debemos recordar que en 1696 realizó la pira funeraria de la reina Mariana de Austria, que mandó levantar el Santo Tribunal de la Inquisición en el templo de Santo Domingo y de la cual se conserva un grabado. 

Como complemento de su informe de méritos, cabe hacer mención de que el 18 de febrero y el 29 de mayo de 1699, al lado de los arquitectos Cristóbal de Medina, Diego Martin de Herrera y Diego Rodriguez, realizó un reconocimiento de la Catedral de México, en el cual calcularon el costo de las obras que faltaban por hacer para su terminación.  

Del mismo modo, el 23 de abril de 1700, Felipe de Roa, Juan de Cepeda, Diego Rodríguez y Pedro de Arrieta declararon haber reconocido el estado en el que se encontraban las acequias y calzadas de la Ciudad de México, así como del acueducto de Santa Fe, y calcularon también el costo que tendrían sus reparaciones.  

De 1701 a 170, , Pedro de Arrieta llevó a cabo reparaciones en la iglesia de Santa Teresa la Antigua  y en 1702 acudió nuevamente a revisar el estado de la Catedral de México,  además de determinar las reparaciones que necesitaba la parte antigua del Palacio Real, esta vez en compañía de los arquitectos Diego de los Santos y Marcos Antonio Sabrarias.  

La importancia de Pedro de Arrieta crecía y, en 1703, el virrey de la Nueva España envió un mandamiento al Cabildo Catedralicio de Valladolid para que se prosiguiera la construcción del cimborrio de la catedral de aquella ciudad michoacana, de acuerdo con la opinión que habían emitido los arquitectos Felipe de Roa (maestro mayor de la Catedral y del Real Palacio de México), Antonio Jirón Diego de los Santos y Pedro de Arrieta, a saber, que la cúpula debería realizarse conforme a "...lo dispuesto tan científicamente por Vicencio Baroccio Escallola... quien fue autor de ella y la monteó..."  

Entre 1708 y 1710 construyó tres casas en la calle de Montealegre de la Ciudad de México para el convento de la Concepción, al lado del arquitecto Diego Rodríguez. Sin embargo, para el convento de la Concepción trabajó mucho más, pues entre 1708 y 1719 llevó a cabo la construcción de la enfermería, un jardín con su pila en un risco, puso puertas y ventanas en el dormitorio, reparó la cerca del convento dañado por los temblores de 1708, llevó a cabo obras en la torre, en la portería y en la capilla de Guadalupe. Realizó el desague y el empedrado del convento, una sala de archivo y dos celdas. Abrió las atarjeas, hizo un albañal y repuso el envigado de la sacristía. Rehizo las rejas de las ventanas de la portería y del coro bajo, así como la reja del templo sobre la calle. 

Como maestro examinado de carpintero de lo blanco, en 1718 Pedro de Arrieta presentó un proyecto para construir un colateral para la Sala de Audiencia del Tribunal de la Inquisición. El retablo se realizó y estuvo constituído por cuatro santos de bulto: San Pedro Mártir, San Pedro Apóstol, San Pedro Arbués y Santo Toribio de Mogrobejo Además, al centro se colocó un lienzo con la imagen de Nuestra Señora de Belén "...y en las dos entrecalles los dos espejos...", que donó el virrey duque de Linares. Don Pedro cobró por esta obra mil doscientos pesos y se comprometió a terminarla para "la Pascua de Navidad"; y, aunque al parecer el artista fue muy formal, todavía en 1719 reclamaba el pago de mil pesos que le debía la Inquisición. 

Como podemos darnos cuenta, la actividad desarrollada por Pedro de Arrieta hasta 1720 debió ser mucho más intensa de lo que él mismo declaró en su Probanza de Méritos y Servicios, pero de 1720 a 1738 todavía llevó a cabo obras muy importantes. En 1720 comenzó la construcción del convento de Corpus Christi para indias caciques, que fue inaugurado en 1729. 

A fines de 1720 o principios de 1721 realizó el proyecto para levantar la capilla de Animas, anexa a la Catedral de México.  

En 1721 realizó "...reparos de consideración en Jesús María..." y en 1722 llevó a cabo otros en el Palacio de Chapultepec. 

A raiz de una epidemia de peste que se presentó en la Real Cárcel de México, el rey Felipe V envió cédula fechada el 28 de noviembre de 1723 en la cual consideraba la posibilidad de cambiarla de sitio, lo mismo que a la Sala del Crimen. Por tal motivo, el maestro Pedro de Arrieta ejecutó varios reconocimientos al Palacio Real en 1724. 

Asimismo en 1723 Arrieta redactó una opinión sobre la forma en que debían continuarse las obras de la Catedral de Oaxaca y el 14 de agosto.de 1724 el virrey envío un mandamiento al obispo y cabildo eclesiástico de aquella ciudad para que procedieran a reedificar el templo, según la declaración del maestro de arquitectura Pedro de Arrieta. 

En 1725 edificó para la Catedral de México "...la habitación de los Infantes, dentro del edificio del Seminario..."  

Para 1731, presentó un proyecto para construir una lujosa celda en. el convento de Jesús María que ...debería tener 26 por 24 varas, un patio, oficinas, cocina, cuatro cuartos de mozas, despensa, escalera, segundo patio, corral de gallinas, una pila para agua limpia, horno, lavaderos y dormitorios capaces..." 

Del 5 de diciembre de 1732 al 25 de diciembre de 1736 construyó el Palacio de la Inquisición. El 7 de diciembre de 1735 los maestros Pedro de Arrieta, Miguel José de Rivera, José Eduardo de Herrera, Miguel Custodio Durán, Manuel M. Juárez y Francisco Valdés, realizaron nuevas Ordenanzas del Gremio de Arquitectos para reglamentar su profesión, que presentaron al Cabildo de la Ciudad el 20 de febrero de 1736. Las primeras Ordenanzas databan del año de 1599, y para el siglo XVIII ya resultaban obsoletas. Uno de los aspectos más importantes de estas Ordenanzas es el hecho de que constituyen el antecedente de las Reformas que otros arquitectos propusieron diez años más tarde, preludio de la Ilustración novohispana. Uno de los capítulos más importantes al respecto es el que se refiere a la importancia y responsabilidad de su quehacer artístico, manifiesto en el compromiso que establecieron de 

...