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Tenochtitlan


Enviado por   •  10 de Octubre de 2014  •  7.530 Palabras (31 Páginas)  •  230 Visitas

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FUNDACION DE TENOCHTITLAN

La historia antigua de todos los pueblos tiene no sabemos que atractivo misterioso, que sorprendente inteligencia que despierta la curiosidad y el interés de los mas profundos pensamientos, mas aun cuando hablamos de los origines de nuestra cultura Azteca.

LOS NAHOAS.

En un principio no había nada, y entonces el dios eterno “OMETECUHTLI” (señor de dos o dos señores), sentado en la región mas alta de los cielos, en un lugar llamado “OMEYOCAN” (lugar de dos o dos lugares), sentado de su “ICPALLI” real, adornado de riquísimas plumas y los símbolos de la luna y estrellas, teniendo sobre la frente un tocado, el signos de la luz, un “COPILLI” o corona real. Creo a “TONACATECUHTLI” (señor de nuestra carne) y a “TONACACIHUATL” (señora de nuestra carne) para poblar el universo. Pasaron 600 años en la oscuridad y decidieron crear el sol. Estos dos dioses tuvieron cuatro hijos:

El primero nació rojo, sin piel que cubriera su cuerpo y lo llamaron “XIPETOTEC” (nuestro señor desollado).

El segundo nació negro, con garras y colmillos de jaguar, lo llamaron “TEZCATLIPOCA” (espejo negro que humea).

El tercero nació blanco, con cabello rubio y ojos azules, lo llamaron “QUETZALCOATL” (serpiente emplumada).

El cuarto nació azul, con la mitad de su cuerpo descarnada, lo llamaron “HUITZILOPOCHTLI” (colibrí zurdo)

Al paso del tiempo los cuatro hermanos se reunieron para saber que es lo que harían. Acordaron crear una obra que los venerase y dignificase como dioses. Huitzilopochtli con su gran poder hizo una gran hoguera alrededor de la cual se sentaron para hace su obra. Crearon al hombre y los pusieron en la tierra y lo llamaron “HUHUECOYOTL” y crearon a su mujer y la llamaron “MACEHUALTIN” y les ordenaron tener hijos que les rindieran honores como dioses. Crearon los mares, los lagos, las montañas y pusieron en ellas animales para que el hombre los cazara y se alimentaran de su carne. Al final su obra estaba completa, pero había tinieblas en “TLALTIPAC”, nunca era de día puesto que no había sol.

LOS CINCO SOLES

PRIMER SOL

Quetzalcóatl tomo la hoguera y la convirtió en un inservible medio sol. Enojado Tezcatlipoca absorbe para el medio sol y los convierte en un sol completo siendo muy cálido e inclemente, impidiendo que la vida crezca en la tierra. Los gigantes que habitaban esta época, llamados “TZOCUILICEQUE” se alimentaban del “chicome Malimalli” (siete hierbas). La maldad del sol Tezcatlipoca duró hasta que fue derribado de un bastonazo por el indignado Quetzalcóatl en un día Nahui-Ocelotl. Tezcatlipoca cayó en el fondo de un lago y emergió convertido en un jaguar, el cual seguido de un ejército de jaguares devoró a todos los gigantes. Este sol fue llamado “TLALTIPACTONATIUH” o sol de tierra. Desapareció en un año CEACATL (caña) y duró 676 Xiuhmolpillis.

SEGUNDO SOL

Una vez derribado su hermano, Quetzalcóatl se corporeizo sol, siendo más benévolo con la vida permitiendo que las cosechas dieran en abundancia y los hombres fueran felices gracias a su dios. Los hombres de esta época se alimentaban de frutas silvestres llamadas Acotzintli. Todo era felicidad hasta que un día Nahui-Ahecatl, el jaguar Tezcaltlipoca subió a los cielos y derribo a su hermano de un zarpazo. En su caída Quetzalcóatl provoco un gigantesco vendaval que desgarraba los cerros y destruía todo a su paso. Los hombres tenían que caminar encorvados aforrándose a lo que podían y por esta razón se convirtieron en monos. Solo sobrevivió una pareja refugiándose en un gran bosque. Este sol duro 376 Xiuhmolpillis. Desapareció en un año CE-TECPATL y fue llamado AHECATONATIH o sol de viento.

TERCER SOL

Ahora fue el turno de Tláloc de hacerse sol y tomar el lugar de Quetzalcóatl. Los descendientes de la pareja de sobrevivientes poblaron Tlaltipac y se alimentan de ATZINZINTLIO maíz de agua. La gente de esta época se corrompió, desatendía los preceptos morales que los dioses les habían impuesto y se dedicaban a los placeres carnales, robos y homicidios. Harto de tanta podredumbre Quetzalcóatl le ordena a XIUHTECUHTLI, dios del fuego que destruya la humanidad. Este dios emergió de un gigantesco volcán en un día NAHUI-QUIAHUITL y comenzó a llover fuego del cielo. Los hombres atemorizados rogaron a sus dioses que los convirtieran en aves para poder escapar del fuego. Conmovidos los dioses los convirtieron en pájaros y a otros en guajolotes. Por consejo de Xiuhtecuhtli, solo sobrevivió una pareja refugiándose en una cueva muy alta llevándose con ellos una mata de maíz y el fuego sagrado. Este sol desapareció en un año CE-TECPATL y duro 78 Xiuhmolpillis y fue llamado Xiuhtonoatiuh.

CUARTO SOL

Por órdenes de Huitzilopochtli, Chalchuiuhcueye, la de las faldas de esmeralda, se corporeiza en sol. Los hombres nuevamente poblaron la tierra, esta vez bajo la tutela de Nene y Tata. Observaron buena conducta, se alimentaban de Nahui-Xochitl (cuatro flores). Tezcatlipoca no estaba de acuerdo con esta situación y corrompe a Chalchiuhtlicue, la de las faldas de jade. Obliga a destruir por cuarta vez a la humanidad. La diosa aparece en la cima de un cerro llamado Atepetl en un día Nahui-Atl y comienza a llover por largo tiempo y los cielos se cayeron en la tierra. Los dioses conmovidos por la desgracia humana deciden convertirlos en peces. Este sol desapareció en un año Ce-Calli y duro 77 Xiuhmilpillis. Este fue llamado Atonatiuh o sol de agua. Avergonzados por su conducta los dioses se reúnen en Teotihuacán para deliberar que hacer. Entonces los cuatro hermanos crearon a cuatro hombres; Etemoc, Izcoatl, Itzmaliza y Tenoch, luego entraron a la tierra y emergiendo en los cuatro puntos cardinales cada uno convertido en un árbol diferente; Tezcatlipoca se convirtió en Tezccacuahuitl, árbol espejo y Quetzalcóatl se convirtió en Quetzalhuexoch, sauz hermoso y juntos hombres, árboles y dioses levantaron los cielos y los pusieron como ahora los conocemos, colocaron estrellas escalaron el Mictlan en los nueve vados correspondientes. Al final los cuatro hombres se convirtieron en cuatro aves preciosas. Todo quedo ordenado, pero no había hombres sobre la tierra. Como no había materia prima decidieron bajar al Mictlan a recoger huesos de los gigantes para hacer un nuevo hombre. Ninguno de los dioses quería bajar por considerar es atarea indigna de un dios hasta que Quetzalcóatl toma la iniciativa de bajar a Mictlan sorteando cada uno de los nueve vados del inframundo hasta que llego a la presencia de Mictlantecuhtli y lo convenció que le diera uno de sus huesos favoritos de los antiguos gigantes. El dios de los muerto se conmovió y de dio un hueso. Cuando iba de regreso Quetzalcóatl el dios de los muertos lo empezó a perseguir mostrándoles sus terribles fauces ordenándole que le regresara el hueso. En su huida se le cayó el hueso y se partió a la mitad, el dios del viento solo pudo recoger una mitad con la que hizo al hombre y esa es la causa que los actuales hombres tenían la mitad del tamaño de los gigantes. Xipetotec le infundió vida al nuevo hombre y lo llamo Huhuecoyotl o coyote viejo

QUINTO SOL

Las tinieblas reinaban aun en el mundo, así que los cuatro hermanos reunieron a los demás dioses en Teotihuacán y decidieron hacer el sol definitivo y que fuera eterno, así que necesitaban a dos de ellos, una para fuera sol y otro para que fuera luna. Hubo un voluntario, un altivo dios llamado “TECUCCIZTECATL”. Nadie quería ser la luna y obligaron a “NANAHUATZIN” a ocupar ese puesto. Los dioses construyeron dos grandes adoratorios, uno junto al otro el más grande y suntuoso para Tecucciztecatl y el más pequeño para Nanahuatzin. Por 13 días los dioses ayunaron y ofrendaron para purificar su cuerpo. Tecucciztecatl ofreció en el Tonatiuh Itzacual (pirámide del sol), Manquetzalli (plumas finas), pelotas de oro, espinas de coral precioso y copal fino. Este arrogante dios se vistió con sus mejores atavíos, un hermoso lienzo cubría su cuerpo y el Aztacomitl, bello plumaje cubría su cabeza. En cambio Nanahuatzin ofreció en el Meztli-Itzacual (pirámide de la luna) cañas verdes atadas de 3 en 3 hasta formar 9 hatos, bolas de heno, espinas de maguey teñidas con su sangre y sus pústulas. Para esta ocasión vistió un Amatzontli, tocado de papel amate y un Mástil o taparrabo y estola del mismo material. Durante 13 días los dioses ayunaron, prepararon sus cuerpos y almas para la dura tarea. Al término de los 13 días, los cuatro dioses hicieron una gran hoguera en la calzada de los muertos, cuyas flamas llegan hasta el cielo. Huitzilopochtli ordena a Tecucciztecatl entrar al fuego para que nazca el nuevo sol, pero intimidado y temeroso retrocedió. Toco el turno a Nanahuatzin quien se arrojo de cabeza al fuego diciendo “sea pues su voluntad hermanos míos”. Tecucciztecatl avergonzado al ver la acción valerosa de Nanahuatzin se arrojo de igual manera. Acto seguido se arrojaron al fuego un águila y un ocelote. Los dioses esperaron por 13 días más pero nunca sucedió nada. En el amanecer del día 14 un águila salió de la hoguera llevando un gigantesco globo en el pico, su resplandor iluminaba todo el Tlaltipac y su calor era benéfico. No alcanzaban a reponerse los dioses de su asombro cundo vieron salir al ocelote llevando entre sus garras otr4o globo luminoso. Quetzalcóatl pensó que no era bueno que hubiera dos soles, por lo que tomo a un conejo y lo arrojo con tal fuerza al segundo sol que lo opacó y su imagen quedo plasmada para siempre y lo llamo luna. Ambos cuerpos celestes quedaron inmóviles en firmamento, por lo que Quetzalcóatl con su gran poder convoco a los vientos para que les dieran movimiento y los separo para que nunca coincidiera uno con el otro. Pero esto no era suficiente para que el sol siguiera su curso eterno, pues exigió que lo alimentaran con Chalchiutl, sangre. Ehecatl, dios del viento fue el encargado de sacrificar a los dioses, uno a uno fueron cayendo inertes ante su cuchillo de obsidiana. Xólotl hermano gemelo de Quetzalcóatl se negó a morir y huyo, escondiéndose entre los maizales y se convierte en pie de maíz con dos cañas. Acosado nuevamente huye entre los agavales y se transforma en maguey de dos cuerpos y se llama Mexolotl. Ahecatl los descubre y se mete al agua transformándose en el pez monstruoso Axolotl y le da muerte a Xólotl. Cuando todos los dioses murieron, Tonatiuh, el sol, comenzó su interminable camino por el firmamento ordenando a los pobladores de Tlaltipac que siempre tuviera ofrendas de sangre para que siempre tuviera fuerza para cruzar los cielos y cumplir con su tarea de dar vida con su luz.

ORIGENES

Por los muy pocos datos históricos que conocemos donde los nahoas desarrollaron su cultura, a pesar de su proceder de la región oriental, se vieron obligados a ocupar la cordillera que de norte a sur a sur atraviesa nuestro continente, la encontramos localizada entre los grados 23 y 38, extendiéndose en algunas opiniones hasta los grados 42, en dicho grado se encuentran las magníficas llanuras de Nevada, UTA, Nuevo México, Arizona y California de los Estados Unidos de Norteamérica y Sonora y Sinaloa de nuestro actual territorio. Toda esta región era el Chicomoztoc o lugar de las siete cuevas.

Entre el río Colorado y el Gila en un ángulo que tiene por vértice el mar de Bermejo o Golfo de California se asentó aquella antigua civilización y formaron la ciudad mas importante llamada Huehuetlapallan que significa lugar de tierra colorada.

Según la leyenda, cumplidos 130 años después de la creación del quinto sol, salieron de Chicomoztoc un grupo de personas formando tribus, las cuales eran Acolhuas, Tecpanecas, Xochimilcas, Chalcas, Tlaxcaltecas, tlahuicas y aztecas. Partieron de un lugar llamado Aztlán, localizado posiblemente en el occidente de México, donde recibieron ordenes de su dios Huitzilopochtli ( colibrí hechicero) de buscar la tierra prometida a principios del siglo XII de la era cristiana, por lo iniciaron su peregrinar. Cuatro personas guiaban al pueblo: Quauhcóatl, Apanécatl, Tezcacoácatl y Chimalma (ésta última, una mujer). Se desplazaron hacia el sur, por el bajío, dedicados a la caza y la agricultura, y en cada lugar donde se establecían momentáneamente, hacían un altar a su dios para adorarlo. Permanecían un año o más en un lugar determinado, mientras los exploradores buscaban nuevas tierras donde asentarse. Los aztecas fueron los últimos en llegar al Valle de México, por Tula y Zumpango, dominado entonces por señoríos de origen tolteca. Fueron mal recibidos y vagaron durante años sin poder establecerse. Buscaron refugio en el señorío de Azcapotzalco, y con la autorización de éstos se establecieron en Chapultepec. En este lugar fue sacrificado el hijo de una mujer (tenochca) que los chichimecas habían raptado y llevado a Mechuacan (Michoacán). Huitzilopochtli se les apareció a los aztecas, y les dijo que enterrasen el corazón del sacrificado en un lugar que se llamó Tenuchtitlan. Las fricciones comenzaron cuando los jóvenes aztecas invadieron Tenayuca para robar mujeres. Los ofendidos, aliándose a los tepanecas, acolchas y Xochimilcas, llevaron a cabo una expedición punitiva en la cual tomaron como prisionero al jefe azteca, Huitzíhuitl, junto a gran parte de la tribu, los cuales tuvieron que ir a vivir a Culhuacan como siervos. El resto huyó a las orillas del Lago de Texcoco, donde se establecieron.

Sin embargo tiempo después, Cóxcox, soberano de Culhuacan entró en conflictos con Xochimilco y acudió a sus vasallos aztecas en busca de ayuda. Los tenochcas (tan sólo 10 de ellos, según nos cuenta la leyenda), se precipitaron al ataque y tomaron no menos de treinta prisioneros, a los cuales cortaron una oreja. Ante tal hazaña el prestigio bélico de los tenochcas creció tanto que éstos recibieron a la hija de Cóxcox en matrimonio para su caudillo. Sin embargo, los tenochcas desollaron a la joven en honor de una diosa de la naturaleza, Toci. Cóxcox, horrorizado, mandó exterminar a los aztecas, quienes huyeron al lago uniéndose a sus hermanos de tribu que ya se habían establecido allí. Según la leyenda, hacia el año 1325, aproximadamente, encontraron la Tierra esperada, en un islote del lago, donde fundaron Tenochtitlan. Los aztecas no eran autóctonos del centro de México. Antes de establecerse definitivamente en México-Tenochtitlan pasaron un par de siglos buscando lugar apropiado. Eso sucedió en un lapso comprendido entre los siglos XII y XIV. Procedían de la periferia de Mesoamérica, de un lugar llamado Aztlán. Siguieron un itinerario, estableciéndose temporalmente en diversos puntos de su recorrido.

Esta plenamente demostrado que los aztecas fueron los últimos migrantes que llegaron de árido América al lago de Texcoco. En este lugar ya vivían cunado menos seis grupos étnicos que desarrollaron civilizaciones mucho más complejas que la de los recién llegados. Los aztecas, como era de esperarse, no fueron bienvenidos en la región: en varias ocasiones los expulsaron de las márgenes del lago, esto fue lo que ocurrió cunado menos den Chapultepec, Tizapan y las cercanías del lago de Texcoco, pues los Acolhuas y los Tepanecas no estaban dispuestos a ceder sus dominios ni a convivir con un grupo de bárbaros cuyas costumbres los horrorizaban. Pero la terquedad de los aztecas era invencible y luego de varios años los hombres civilizados, quizá con la intención de deshacerse de ellos o de por lo menos de mantener una sana distancia con los salvajes, le3s permitieron asentarse en unos islotes, Tenochtitlan y Tlatelolco los cuales estaban abandonados y llenos de tulares, carrizales, sapos, ranas, culebras e insectos. No hubo un águila devorando una serpiente, solo estaban las peores tierras de la región, pero ellos puesto que eran los más pobres y bárbaros las aceptaron sin chistar. Por lo tanto, cuando los aztecas cuando llegaron a Tenochtitlan, su apariencia era muy distinta a la que muestra la historia oficial: los penachos, las joyas de turquesa, los bezotes de oro, los escudos recamados de plumas y espadas de filo de obsidiana brillaban por su ausencia; los aztecas formaban un grupo paupérrimo y desarrapado. A pesar del sentido común y de los hechos históricos, el mito fundacional se ha mantenido incólume desde la reescritura ordenada por Izcoatl.

A lo largo de estas cuartillas he tratado de llegar a los origines de la cultura azteca, tomando en cuenta su pasado mitológico y ubicación real, cuando menos la descrita en obras tan importantes como México a través de los siglos de Vicente Rivapalacio, así como su migración desde Chicomostoc hasta el Valle de México. Por lo que desde mi punto vista personal considero que la fundación de Tenochtitlan como nos la han enseñado en la escuela, es un mito. El gran merito de la cultura azteca considero que de la nada, a base de trabajo convirtieron esos lugares hostiles en un gran imperio.

Realizo: Rogelio Flores Neri

a los demas dioses en teotihuacan, una vez ahi, decidieron hacer un nuevo y definitivo sol, uno que fuera eterno, asi que necesitarian de dos de ellos, uno para que fuera sol y otro para que fuera luna. hubo entonces un voluntario para la primer encomienda, un altivo dios llamado tecucciztecatl, el del caracol marino.

-yo sere su sol- dijo orgulloso el guerrero,- puesto que soy lo suficientemente poderoso para esta noble tarea.-

-asi sea tecucciztecatl, tu seras el sol, ¿pero quien ha de ser luna?- dijo quetzalcoatl.

los demas dioses se miraron, puesto que nadie queria esa oscura tarea. al final, todos voltearon a ver a nanahuatzin, el bubosillo, un dios que tenia el cuerpo cubierto de llagas, pero el corazon de oro y como nadie queria tenerlo cerca, todos le obligaron a ser luna:

-si esa es la voluntad de mis hermanos, sea pues, yo sere su luna.- les dijo el pequeño dios.

dicho esto, los dioses construyeron dos grandes adoratorios, uno junto al otro, el mas grande y suntuoso para tecucciztecatl y el mas pequeño para nanahuatzin. por trece dias, los dioses ayunaron y realizaron ofrendas para purificar su cuerpo divino.

tecucciztecatl ofrecio en el tonatiuh itzacual (piramide del sol), manquetzalli "plumas finas", pelotas de oro, espinas de coral precioso y copal muy bueno. este arrogante dios se vistio con sus mejores aderezos, un hermoso lienzo cubria su cuerpo y el aztacomitl, bello plumaje decoraba su cabeza.

nanahuatzin en cambio, ofrece en el meztli itzacual (piramide de la luna), cañas verdes atadas de 3 en 3 hasta formar 9 hatos, bolas de heno, espinas de maguey teñidas con su sangre y sus pustulas. para esta ocasion vistio un amatzontli, "tocado de papel amate" y un maxtli, "taparrabo" y estola del mismo material.

durante un lapso de trece dias los dos dioses hicieron penitencia y ayunaron, preparando sus cuerpos y almas para la dura tarea que les esperaba. al termino del plazo, los cuatro dioses creadores hicieron una gran hogera en la calzada de los muertos, cuyas flamas eran tan grandes que alcanzaban el cielo mismo.

- ¡ea pues tecucciztecatl!, entra en la hoguera para que nazca el nuevo sol. - ordeno huitzilopochtli al dios del caracol marino.

tecucciztecatl hizo un intento por arrojarse al fuego, pero las llamas lo intimidaron y retrocedio temeroso. cuatro fueron en total los intentos de este dios por arrojarse a las llamas y en los cuatro retrocedio presa del panico.

- ¡prueba tu ahora nanahuatzin, y que tu intento fructifique! - dijo huitzilopochtli al pequeño y enfermo dios.

- ¡sea pues su voluntad hermanos mios! - fue lo unico que dijo el bubosillo. por que inmediatamente despues se arrojo de cabeza al fuego. tecucciztecatl, avergonzado de la valerosa accion de ese insignificante dios, se arrojo despues de el al fuego. acto seguido, se arrojaron al fuego un aguila y un ocelote en ese orden.

por otros trece dias esperaron los dioses a que el sol saliera por el horizonte pero nunca sucedio nada, al amanecer del dia catorce, un aguila salio de la hoguera llevando un enorme globo luminoso en el pico, el resplandor que este emitia era suficiente para iluminar todo el tlaltipac, y era benefico su calor.

no alcanzaban los dioses a reponerse de su asombro cuando emergio de la hoguera un ocelote llevando entre sus garras otro globo igual de luminoso que el primero.

quetzalcoatl penso que no era bueno que hubieran dos soles, y menos aun cuando tecucciztecatl habia demostrado tal cobardia. encolerizado, tomo de las orejas a un conejo que pasaba por ahi y lo arrojo con toda su fuerza contra el segundo globo luminoso, el cual al impacto, se opaco y redujo su tamaño y el cuerpo del conejo quedo plasmado para siempre en su rostro.

pero los dos cuerpos celestes, sol y luna permanecian inmoviles en el firmamento, nuevamente quetzalcoatl hizo uso de su grandioso poder y, convocando a los vientos les dio movimiento, separandolos para que nunca coincidieran el uno con el otro.

pero esto no bastaria para que el sol siguiera su curso eterno, pues les exigio que lo alimentaran con chalchiuitl "sangre", y para estos los dioses decidieron darle el primer alimento.

ehecatl, dios del viento, fue el encargado de sacrificar a los dioses, uno por uno fueron callendo inertes ante su cuchillo de obsidiana. xolotl, hermano gemelo de quetzalcoatl, se nego a morir y huyó, logra esconderse entre los maizales y se convierte en pie de maiz que tiene dos cañas; acosado nuevamente, huye entre el agaval y se transforma en maguey de dos cuerpos y por eso se le llama mexolotl.

ehecatl lo descubre nuevamente y se mete al agua transformandose en el pez monstruoso axolotl, ahi lo atrapa ehecatl y le da muerte. por eso xolotl de ahi en adelante es el patrono de lo gemelos, pares y de todas las cosas que se duplican.

cuando todos los dioses hubieron muerto, tonatiuh, el sol, comenzo su interminable camino por el firmamento, pero dejo ordenado a los pobladores del tlaltipac, que necesitaria sangre para poder vivir. es por eso, que el pueblo mexica, heredero directo del poder de huitzilopochti, realizaria masivos sacrificios humanos al sol para que siempre tuviera la fuerza suficiente para cruzar los cielos y cumplir con su tarea de dar la vida al TLALTIPAC.

FUNDACION DE TENOCHTITLAN

La historia antigua de todos los pueblos tiene no sabemos que atractivo misterioso, que sorprendente inteligencia que despierta la curiosidad y el interés de los mas profundos pensamientos, mas aun cuando hablamos de los origines de nuestra cultura Azteca.

LOS NAHOAS.

En un principio no había nada, y entonces el dios eterno “OMETECUHTLI” (señor de dos o dos señores), sentado en la región mas alta de los cielos, en un lugar llamado “OMEYOCAN” (lugar de dos o dos lugares), sentado de su “ICPALLI” real, adornado de riquísimas plumas y los símbolos de la luna y estrellas, teniendo sobre la frente un tocado, el signos de la luz, un “COPILLI” o corona real. Creo a “TONACATECUHTLI” (señor de nuestra carne) y a “TONACACIHUATL” (señora de nuestra carne) para poblar el universo. Pasaron 600 años en la oscuridad y decidieron crear el sol. Estos dos dioses tuvieron cuatro hijos:

El primero nació rojo, sin piel que cubriera su cuerpo y lo llamaron “XIPETOTEC” (nuestro señor desollado).

El segundo nació negro, con garras y colmillos de jaguar, lo llamaron “TEZCATLIPOCA” (espejo negro que humea).

El tercero nació blanco, con cabello rubio y ojos azules, lo llamaron “QUETZALCOATL” (serpiente emplumada).

El cuarto nació azul, con la mitad de su cuerpo descarnada, lo llamaron “HUITZILOPOCHTLI” (colibrí zurdo)

Al paso del tiempo los cuatro hermanos se reunieron para saber que es lo que harían. Acordaron crear una obra que los venerase y dignificase como dioses. Huitzilopochtli con su gran poder hizo una gran hoguera alrededor de la cual se sentaron para hace su obra. Crearon al hombre y los pusieron en la tierra y lo llamaron “HUHUECOYOTL” y crearon a su mujer y la llamaron “MACEHUALTIN” y les ordenaron tener hijos que les rindieran honores como dioses. Crearon los mares, los lagos, las montañas y pusieron en ellas animales para que el hombre los cazara y se alimentaran de su carne. Al final su obra estaba completa, pero había tinieblas en “TLALTIPAC”, nunca era de día puesto que no había sol.

LOS CINCO SOLES

PRIMER SOL

Quetzalcóatl tomo la hoguera y la convirtió en un inservible medio sol. Enojado Tezcatlipoca absorbe para el medio sol y los convierte en un sol completo siendo muy cálido e inclemente, impidiendo que la vida crezca en la tierra. Los gigantes que habitaban esta época, llamados “TZOCUILICEQUE” se alimentaban del “chicome Malimalli” (siete hierbas). La maldad del sol Tezcatlipoca duró hasta que fue derribado de un bastonazo por el indignado Quetzalcóatl en un día Nahui-Ocelotl. Tezcatlipoca cayó en el fondo de un lago y emergió convertido en un jaguar, el cual seguido de un ejército de jaguares devoró a todos los gigantes. Este sol fue llamado “TLALTIPACTONATIUH” o sol de tierra. Desapareció en un año CEACATL (caña) y duró 676 Xiuhmolpillis.

SEGUNDO SOL

Una vez derribado su hermano, Quetzalcóatl se corporeizo sol, siendo más benévolo con la vida permitiendo que las cosechas dieran en abundancia y los hombres fueran felices gracias a su dios. Los hombres de esta época se alimentaban de frutas silvestres llamadas Acotzintli. Todo era felicidad hasta que un día Nahui-Ahecatl, el jaguar Tezcaltlipoca subió a los cielos y derribo a su hermano de un zarpazo. En su caída Quetzalcóatl provoco un gigantesco vendaval que desgarraba los cerros y destruía todo a su paso. Los hombres tenían que caminar encorvados aforrándose a lo que podían y por esta razón se convirtieron en monos. Solo sobrevivió una pareja refugiándose en un gran bosque. Este sol duro 376 Xiuhmolpillis. Desapareció en un año CE-TECPATL y fue llamado AHECATONATIH o sol de viento.

TERCER SOL

Ahora fue el turno de Tláloc de hacerse sol y tomar el lugar de Quetzalcóatl. Los descendientes de la pareja de sobrevivientes poblaron Tlaltipac y se alimentan de ATZINZINTLIO maíz de agua. La gente de esta época se corrompió, desatendía los preceptos morales que los dioses les habían impuesto y se dedicaban a los placeres carnales, robos y homicidios. Harto de tanta podredumbre Quetzalcóatl le ordena a XIUHTECUHTLI, dios del fuego que destruya la humanidad. Este dios emergió de un gigantesco volcán en un día NAHUI-QUIAHUITL y comenzó a llover fuego del cielo. Los hombres atemorizados rogaron a sus dioses que los convirtieran en aves para poder escapar del fuego. Conmovidos los dioses los convirtieron en pájaros y a otros en guajolotes. Por consejo de Xiuhtecuhtli, solo sobrevivió una pareja refugiándose en una cueva muy alta llevándose con ellos una mata de maíz y el fuego sagrado. Este sol desapareció en un año CE-TECPATL y duro 78 Xiuhmolpillis y fue llamado Xiuhtonoatiuh.

CUARTO SOL

Por órdenes de Huitzilopochtli, Chalchuiuhcueye, la de las faldas de esmeralda, se corporeiza en sol. Los hombres nuevamente poblaron la tierra, esta vez bajo la tutela de Nene y Tata. Observaron buena conducta, se alimentaban de Nahui-Xochitl (cuatro flores). Tezcatlipoca no estaba de acuerdo con esta situación y corrompe a Chalchiuhtlicue, la de las faldas de jade. Obliga a destruir por cuarta vez a la humanidad. La diosa aparece en la cima de un cerro llamado Atepetl en un día Nahui-Atl y comienza a llover por largo tiempo y los cielos se cayeron en la tierra. Los dioses conmovidos por la desgracia humana deciden convertirlos en peces. Este sol desapareció en un año Ce-Calli y duro 77 Xiuhmilpillis. Este fue llamado Atonatiuh o sol de agua. Avergonzados por su conducta los dioses se reúnen en Teotihuacán para deliberar que hacer. Entonces los cuatro hermanos crearon a cuatro hombres; Etemoc, Izcoatl, Itzmaliza y Tenoch, luego entraron a la tierra y emergiendo en los cuatro puntos cardinales cada uno convertido en un árbol diferente; Tezcatlipoca se convirtió en Tezccacuahuitl, árbol espejo y Quetzalcóatl se convirtió en Quetzalhuexoch, sauz hermoso y juntos hombres, árboles y dioses levantaron los cielos y los pusieron como ahora los conocemos, colocaron estrellas escalaron el Mictlan en los nueve vados correspondientes. Al final los cuatro hombres se convirtieron en cuatro aves preciosas. Todo quedo ordenado, pero no había hombres sobre la tierra. Como no había materia prima decidieron bajar al Mictlan a recoger huesos de los gigantes para hacer un nuevo hombre. Ninguno de los dioses quería bajar por considerar es atarea indigna de un dios hasta que Quetzalcóatl toma la iniciativa de bajar a Mictlan sorteando cada uno de los nueve vados del inframundo hasta que llego a la presencia de Mictlantecuhtli y lo convenció que le diera uno de sus huesos favoritos de los antiguos gigantes. El dios de los muerto se conmovió y de dio un hueso. Cuando iba de regreso Quetzalcóatl el dios de los muertos lo empezó a perseguir mostrándoles sus terribles fauces ordenándole que le regresara el hueso. En su huida se le cayó el hueso y se partió a la mitad, el dios del viento solo pudo recoger una mitad con la que hizo al hombre y esa es la causa que los actuales hombres tenían la mitad del tamaño de los gigantes. Xipetotec le infundió vida al nuevo hombre y lo llamo Huhuecoyotl o coyote viejo

QUINTO SOL

Las tinieblas reinaban aun en el mundo, así que los cuatro hermanos reunieron a los demás dioses en Teotihuacán y decidieron hacer el sol definitivo y que fuera eterno, así que necesitaban a dos de ellos, una para fuera sol y otro para que fuera luna. Hubo un voluntario, un altivo dios llamado “TECUCCIZTECATL”. Nadie quería ser la luna y obligaron a “NANAHUATZIN” a ocupar ese puesto. Los dioses construyeron dos grandes adoratorios, uno junto al otro el más grande y suntuoso para Tecucciztecatl y el más pequeño para Nanahuatzin. Por 13 días los dioses ayunaron y ofrendaron para purificar su cuerpo. Tecucciztecatl ofreció en el Tonatiuh Itzacual (pirámide del sol), Manquetzalli (plumas finas), pelotas de oro, espinas de coral precioso y copal fino. Este arrogante dios se vistió con sus mejores atavíos, un hermoso lienzo cubría su cuerpo y el Aztacomitl, bello plumaje cubría su cabeza. En cambio Nanahuatzin ofreció en el Meztli-Itzacual (pirámide de la luna) cañas verdes atadas de 3 en 3 hasta formar 9 hatos, bolas de heno, espinas de maguey teñidas con su sangre y sus pústulas. Para esta ocasión vistió un Amatzontli, tocado de papel amate y un Mástil o taparrabo y estola del mismo material. Durante 13 días los dioses ayunaron, prepararon sus cuerpos y almas para la dura tarea. Al término de los 13 días, los cuatro dioses hicieron una gran hoguera en la calzada de los muertos, cuyas flamas llegan hasta el cielo. Huitzilopochtli ordena a Tecucciztecatl entrar al fuego para que nazca el nuevo sol, pero intimidado y temeroso retrocedió. Toco el turno a Nanahuatzin quien se arrojo de cabeza al fuego diciendo “sea pues su voluntad hermanos míos”. Tecucciztecatl avergonzado al ver la acción valerosa de Nanahuatzin se arrojo de igual manera. Acto seguido se arrojaron al fuego un águila y un ocelote. Los dioses esperaron por 13 días más pero nunca sucedió nada. En el amanecer del día 14 un águila salió de la hoguera llevando un gigantesco globo en el pico, su resplandor iluminaba todo el Tlaltipac y su calor era benéfico. No alcanzaban a reponerse los dioses de su asombro cundo vieron salir al ocelote llevando entre sus garras otr4o globo luminoso. Quetzalcóatl pensó que no era bueno que hubiera dos soles, por lo que tomo a un conejo y lo arrojo con tal fuerza al segundo sol que lo opacó y su imagen quedo plasmada para siempre y lo llamo luna. Ambos cuerpos celestes quedaron inmóviles en firmamento, por lo que Quetzalcóatl con su gran poder convoco a los vientos para que les dieran movimiento y los separo para que nunca coincidiera uno con el otro. Pero esto no era suficiente para que el sol siguiera su curso eterno, pues exigió que lo alimentaran con Chalchiutl, sangre. Ehecatl, dios del viento fue el encargado de sacrificar a los dioses, uno a uno fueron cayendo inertes ante su cuchillo de obsidiana. Xólotl hermano gemelo de Quetzalcóatl se negó a morir y huyo, escondiéndose entre los maizales y se convierte en pie de maíz con dos cañas. Acosado nuevamente huye entre los agavales y se transforma en maguey de dos cuerpos y se llama Mexolotl. Ahecatl los descubre y se mete al agua transformándose en el pez monstruoso Axolotl y le da muerte a Xólotl. Cuando todos los dioses murieron, Tonatiuh, el sol, comenzó su interminable camino por el firmamento ordenando a los pobladores de Tlaltipac que siempre tuviera ofrendas de sangre para que siempre tuviera fuerza para cruzar los cielos y cumplir con su tarea de dar vida con su luz.

ORIGENES

Por los muy pocos datos históricos que conocemos donde los nahoas desarrollaron su cultura, a pesar de su proceder de la región oriental, se vieron obligados a ocupar la cordillera que de norte a sur a sur atraviesa nuestro continente, la encontramos localizada entre los grados 23 y 38, extendiéndose en algunas opiniones hasta los grados 42, en dicho grado se encuentran las magníficas llanuras de Nevada, UTA, Nuevo México, Arizona y California de los Estados Unidos de Norteamérica y Sonora y Sinaloa de nuestro actual territorio. Toda esta región era el Chicomoztoc o lugar de las siete cuevas.

Entre el río Colorado y el Gila en un ángulo que tiene por vértice el mar de Bermejo o Golfo de California se asentó aquella antigua civilización y formaron la ciudad mas importante llamada Huehuetlapallan que significa lugar de tierra colorada.

Según la leyenda, cumplidos 130 años después de la creación del quinto sol, salieron de Chicomoztoc un grupo de personas formando tribus, las cuales eran Acolhuas, Tecpanecas, Xochimilcas, Chalcas, Tlaxcaltecas, tlahuicas y aztecas. Partieron de un lugar llamado Aztlán, localizado posiblemente en el occidente de México, donde recibieron ordenes de su dios Huitzilopochtli ( colibrí hechicero) de buscar la tierra prometida a principios del siglo XII de la era cristiana, por lo iniciaron su peregrinar. Cuatro personas guiaban al pueblo: Quauhcóatl, Apanécatl, Tezcacoácatl y Chimalma (ésta última, una mujer). Se desplazaron hacia el sur, por el bajío, dedicados a la caza y la agricultura, y en cada lugar donde se establecían momentáneamente, hacían un altar a su dios para adorarlo. Permanecían un año o más en un lugar determinado, mientras los exploradores buscaban nuevas tierras donde asentarse. Los aztecas fueron los últimos en llegar al Valle de México, por Tula y Zumpango, dominado entonces por señoríos de origen tolteca. Fueron mal recibidos y vagaron durante años sin poder establecerse. Buscaron refugio en el señorío de Azcapotzalco, y con la autorización de éstos se establecieron en Chapultepec. En este lugar fue sacrificado el hijo de una mujer (tenochca) que los chichimecas habían raptado y llevado a Mechuacan (Michoacán). Huitzilopochtli se les apareció a los aztecas, y les dijo que enterrasen el corazón del sacrificado en un lugar que se llamó Tenuchtitlan. Las fricciones comenzaron cuando los jóvenes aztecas invadieron Tenayuca para robar mujeres. Los ofendidos, aliándose a los tepanecas, acolchas y Xochimilcas, llevaron a cabo una expedición punitiva en la cual tomaron como prisionero al jefe azteca, Huitzíhuitl, junto a gran parte de la tribu, los cuales tuvieron que ir a vivir a Culhuacan como siervos. El resto huyó a las orillas del Lago de Texcoco, donde se establecieron.

Sin embargo tiempo después, Cóxcox, soberano de Culhuacan entró en conflictos con Xochimilco y acudió a sus vasallos aztecas en busca de ayuda. Los tenochcas (tan sólo 10 de ellos, según nos cuenta la leyenda), se precipitaron al ataque y tomaron no menos de treinta prisioneros, a los cuales cortaron una oreja. Ante tal hazaña el prestigio bélico de los tenochcas creció tanto que éstos recibieron a la hija de Cóxcox en matrimonio para su caudillo. Sin embargo, los tenochcas desollaron a la joven en honor de una diosa de la naturaleza, Toci. Cóxcox, horrorizado, mandó exterminar a los aztecas, quienes huyeron al lago uniéndose a sus hermanos de tribu que ya se habían establecido allí. Según la leyenda, hacia el año 1325, aproximadamente, encontraron la Tierra esperada, en un islote del lago, donde fundaron Tenochtitlan. Los aztecas no eran autóctonos del centro de México. Antes de establecerse definitivamente en México-Tenochtitlan pasaron un par de siglos buscando lugar apropiado. Eso sucedió en un lapso comprendido entre los siglos XII y XIV. Procedían de la periferia de Mesoamérica, de un lugar llamado Aztlán. Siguieron un itinerario, estableciéndose temporalmente en diversos puntos de su recorrido.

Esta plenamente demostrado que los aztecas fueron los últimos migrantes que llegaron de árido América al lago de Texcoco. En este lugar ya vivían cunado menos seis grupos étnicos que desarrollaron civilizaciones mucho más complejas que la de los recién llegados. Los aztecas, como era de esperarse, no fueron bienvenidos en la región: en varias ocasiones los expulsaron de las márgenes del lago, esto fue lo que ocurrió cunado menos den Chapultepec, Tizapan y las cercanías del lago de Texcoco, pues los Acolhuas y los Tepanecas no estaban dispuestos a ceder sus dominios ni a convivir con un grupo de bárbaros cuyas costumbres los horrorizaban. Pero la terquedad de los aztecas era invencible y luego de varios años los hombres civilizados, quizá con la intención de deshacerse de ellos o de por lo menos de mantener una sana distancia con los salvajes, le3s permitieron asentarse en unos islotes, Tenochtitlan y Tlatelolco los cuales estaban abandonados y llenos de tulares, carrizales, sapos, ranas, culebras e insectos. No hubo un águila devorando una serpiente, solo estaban las peores tierras de la región, pero ellos puesto que eran los más pobres y bárbaros las aceptaron sin chistar. Por lo tanto, cuando los aztecas cuando llegaron a Tenochtitlan, su apariencia era muy distinta a la que muestra la historia oficial: los penachos, las joyas de turquesa, los bezotes de oro, los escudos recamados de plumas y espadas de filo de obsidiana brillaban por su ausencia; los aztecas formaban un grupo paupérrimo y desarrapado. A pesar del sentido común y de los hechos históricos, el mito fundacional se ha mantenido incólume desde la reescritura ordenada por Izcoatl.

A lo largo de estas cuartillas he tratado de llegar a los origines de la cultura azteca, tomando en cuenta su pasado mitológico y ubicación real, cuando menos la descrita en obras tan importantes como México a través de los siglos de Vicente Rivapalacio, así como su migración desde Chicomostoc hasta el Valle de México. Por lo que desde mi punto vista personal considero que la fundación de Tenochtitlan como nos la han enseñado en la escuela, es un mito. El gran merito de la cultura azteca considero que de la nada, a base de trabajo convirtieron esos lugares hostiles en un gran imperio.

Realizo: Rogelio Flores Neri

a los demas dioses en teotihuacan, una vez ahi, decidieron hacer un nuevo y definitivo sol, uno que fuera eterno, asi que necesitarian de dos de ellos, uno para que fuera sol y otro para que fuera luna. hubo entonces un voluntario para la primer encomienda, un altivo dios llamado tecucciztecatl, el del caracol marino.

-yo sere su sol- dijo orgulloso el guerrero,- puesto que soy lo suficientemente poderoso para esta noble tarea.-

-asi sea tecucciztecatl, tu seras el sol, ¿pero quien ha de ser luna?- dijo quetzalcoatl.

los demas dioses se miraron, puesto que nadie queria esa oscura tarea. al final, todos voltearon a ver a nanahuatzin, el bubosillo, un dios que tenia el cuerpo cubierto de llagas, pero el corazon de oro y como nadie queria tenerlo cerca, todos le obligaron a ser luna:

-si esa es la voluntad de mis hermanos, sea pues, yo sere su luna.- les dijo el pequeño dios.

dicho esto, los dioses construyeron dos grandes adoratorios, uno junto al otro, el mas grande y suntuoso para tecucciztecatl y el mas pequeño para nanahuatzin. por trece dias, los dioses ayunaron y realizaron ofrendas para purificar su cuerpo divino.

tecucciztecatl ofrecio en el tonatiuh itzacual (piramide del sol), manquetzalli "plumas finas", pelotas de oro, espinas de coral precioso y copal muy bueno. este arrogante dios se vistio con sus mejores aderezos, un hermoso lienzo cubria su cuerpo y el aztacomitl, bello plumaje decoraba su cabeza.

nanahuatzin en cambio, ofrece en el meztli itzacual (piramide de la luna), cañas verdes atadas de 3 en 3 hasta formar 9 hatos, bolas de heno, espinas de maguey teñidas con su sangre y sus pustulas. para esta ocasion vistio un amatzontli, "tocado de papel amate" y un maxtli, "taparrabo" y estola del mismo material.

durante un lapso de trece dias los dos dioses hicieron penitencia y ayunaron, preparando sus cuerpos y almas para la dura tarea que les esperaba. al termino del plazo, los cuatro dioses creadores hicieron una gran hogera en la calzada de los muertos, cuyas flamas eran tan grandes que alcanzaban el cielo mismo.

- ¡ea pues tecucciztecatl!, entra en la hoguera para que nazca el nuevo sol. - ordeno huitzilopochtli al dios del caracol marino.

tecucciztecatl hizo un intento por arrojarse al fuego, pero las llamas lo intimidaron y retrocedio temeroso. cuatro fueron en total los intentos de este dios por arrojarse a las llamas y en los cuatro retrocedio presa del panico.

- ¡prueba tu ahora nanahuatzin, y que tu intento fructifique! - dijo huitzilopochtli al pequeño y enfermo dios.

- ¡sea pues su voluntad hermanos mios! - fue lo unico que dijo el bubosillo. por que inmediatamente despues se arrojo de cabeza al fuego. tecucciztecatl, avergonzado de la valerosa accion de ese insignificante dios, se arrojo despues de el al fuego. acto seguido, se arrojaron al fuego un aguila y un ocelote en ese orden.

por otros trece dias esperaron los dioses a que el sol saliera por el horizonte pero nunca sucedio nada, al amanecer del dia catorce, un aguila salio de la hoguera llevando un enorme globo luminoso en el pico, el resplandor que este emitia era suficiente para iluminar todo el tlaltipac, y era benefico su calor.

no alcanzaban los dioses a reponerse de su asombro cuando emergio de la hoguera un ocelote llevando entre sus garras otro globo igual de luminoso que el primero.

quetzalcoatl penso que no era bueno que hubieran dos soles, y menos aun cuando tecucciztecatl habia demostrado tal cobardia. encolerizado, tomo de las orejas a un conejo que pasaba por ahi y lo arrojo con toda su fuerza contra el segundo globo luminoso, el cual al impacto, se opaco y redujo su tamaño y el cuerpo del conejo quedo plasmado para siempre en su rostro.

pero los dos cuerpos celestes, sol y luna permanecian inmoviles en el firmamento, nuevamente quetzalcoatl hizo uso de su grandioso poder y, convocando a los vientos les dio movimiento, separandolos para que nunca coincidieran el uno con el otro.

pero esto no bastaria para que el sol siguiera su curso eterno, pues les exigio que lo alimentaran con chalchiuitl "sangre", y para estos los dioses decidieron darle el primer alimento.

ehecatl, dios del viento, fue el encargado de sacrificar a los dioses, uno por uno fueron callendo inertes ante su cuchillo de obsidiana. xolotl, hermano gemelo de quetzalcoatl, se nego a morir y huyó, logra esconderse entre los maizales y se convierte en pie de maiz que tiene dos cañas; acosado nuevamente, huye entre el agaval y se transforma en maguey de dos cuerpos y por eso se le llama mexolotl.

ehecatl lo descubre nuevamente y se mete al agua transformandose en el pez monstruoso axolotl, ahi lo atrapa ehecatl y le da muerte. por eso xolotl de ahi en adelante es el patrono de lo gemelos, pares y de todas las cosas que se duplican.

cuando todos los dioses hubieron muerto, tonatiuh, el sol, comenzo su interminable camino por el firmamento, pero dejo ordenado a los pobladores del tlaltipac, que necesitaria sangre para poder vivir. es por eso, que el pueblo mexica, heredero directo del poder de huitzilopochti, realizaria masivos sacrificios humanos al sol para que siempre tuviera la fuerza suficiente para cruzar los cielos y cumplir con su tarea de dar la vida al TLALTIPAC.

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