Todos Los Santos, dìa De Muertos

Todos los santos día de los muertos

El autor, nos habla de las costumbres del pueblo mexicano así como de sus fiestas, de su calendario que está lleno de santos y acontecimientos que sirven de pretexto para celebrar, y evadir límites, reglas, soledad y donde son capaces de expresar sus sentimientos, y de ahí nos habla de lo que la muerte significa para el mexicano.

Nos empieza dándonos una descripción de las fiestas del pueblo mexicano según su punto de vista; el mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas cualquier pretexto es bueno para interrumpir el tiempo, el trabajo, las labores y celebrar con festejos y ceremonias. Nuestro calendario esta poblado de fiestas, los mismos días en los lugares más apartados como en las grandes ciudades, el país entero reza, grita, come, se emborracha y mata. Pero no nos basta con las fiestas de todo el país, sino que también cada pueblo o hasta comunidad más recóndita está regida por un santo al que se le festeja, todo esto sin importar la economía.

Nuestra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de las fiestas populares a diferencia de las grandes ciudades donde por ejemplo los países ricos tienen pocas fiestas, no tienen tiempo, ni humor. Y no son necesarias; la gente tienen otras cosas que hacer y cuando se divierten lo hacen en grupos pequeños.

En ceremonias nacionales, locales, gremiales o familiares, el mexicano se abre al exterior. Todas ellas le dan ocasión de revelarse. Esa noche los amigos que hace tiempo no se dirigían la palabra se emborrachan y terminan de confidentes, llorando y diciéndose lo muy hermanos que son. La noche se puebla de canciones y aullidos. Los enamorados despiertan con serenatas a las mujeres. En ocasiones la alegría acaba mal: Hay riñas, injurias, balazos, cuchilladas. Todo esto es porque el mexicano no se divierte: quiere sobrepasar, saltar el muro de soledad que el resto del año lo incomunica. Todos están poseídos por la violencia y el frenesí.

Gracias a las fiestas el mexicano se abre, participa, y comulga con sus semejantes y con los valores que dan sentido a su existencia religiosa o política, a diferencia de lo que ocurre en otras sociedades, la fiesta mexicana no es nada más un regreso a un estado original de indiferenciación y libertad; el mexicano no intenta regresar, sino salir de sí mismo, sobrepasarse.

La muerte, hablando de las fiestas el mexicano celebra la vida como la muerte de la cual está presente en sus cabezas ya que la celebran, se burlan de ella y juegan con ella, pues para el mexicano la muerte está relacionada con la vida que han llevado. Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de vivir que reflejan maneras de morir, es decir cada quien tiene la muerte que merece, para el mexicano la muerte no es algo malo como para el resto de las personas ya que esta puede ser vista como una cosa deseable porque la

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